LAS MUJERES OLGUIN Y EL TIO LEJANO.

 

Criada en una familia de buenas costumbres, la pequeña Vanesa siempre fue mimada y querida por todos sus familiares.

La jovencita creció protegida y muy bien educada pues solo se dedicaba a los estudios, y siempre bien vigilada para que no se saliera de ese círculo en el cual ella creía que era el correcto, hasta que conoció a su hoy cuñada Jimena, la misma guarra del capítulo anterior que se podría decir la corrompió un poco, pero nunca hizo algo de que se pudiera arrepentir.


En el amor solo tubo uno, este era el hombre del cual estaba muy enamorada, se habían casado y engendrado a su única hija Altaír. La señora Vanesa a estas alturas era toda una dama la cual no se permitía cometer ningún error que pudiera afectar a sus seres queridos o que comprometiera su sólido y enaltecido status social.

Ahora ya de 38 años, y si se le mirara con ojos de desenfreno, Vanesa seria toda una amazona, una verdadera hembra hecha absolutamente para el pecado y para saciar en ella el más bajo de los viciosos instintos de una mente morbosamente desequilibrada: de 1.68 de estatura, con un cuerpazo lleno de formas y curvas netamente lujuriosas, con unas tetas medianamente grandes, duras y perfectas para su despampanante anatomía, unas nalgas bien paradas y duras, su piel la llevaba siempre muy bien bronceada, parecía que ese color dorado lo tenía desde el nacimiento, pues nunca dejaba que se pusiera ni más blanco ni más moreno, su rubia cabellera rizada caía larga hasta sus pechos y espalda, sus labios perfectos no muy carnosos ni muy delgados y que si no fueran por su condición social y educación perfectamente pasarían a ser los de una autentica zorra, y para terminar unos ojos azules que derretían a cualquiera que osara mirarla fijamente a ellos, en resumen Vanesa era toda una milf en su plenitud de mujer.

Por desgracia a ella solo le había tocado una pequeña parte de la fortuna Olguín, ya que al ser mujer por tradición no heredaría mucho, pero a Vanesa eso no le importaba pues su esposo era un rico cirujano muy reconocido que le cumplía todos sus caprichos y necesidades, al igual que lo hacía con su pequeña hija Altaír.

La rubia Vanesa era muy feliz apoyando causas nobles, donaba dinero a algunas instituciones como orfanatos o a personas de bajos recursos, su marido la quería mucho pues sabía que más de uno lo envidiaba por tener a tan espectacular hembra a su lado.

El tío Narciso desde que asumió sus labores de seudo mayordomo para que no lo corrieran de la casa una vez que falleció su primo benefactor siempre le había servido y atendido con dedicación, y más aún cuando noto los primeros cambios de adolescente a mujer hecha y derecha, ahora el viejo y gracias a las folladas con su putona y su holgazana, se sentía listo para entrar en el dorado cuerpo de Vanesa y ya no quería esperar más, habían sido muchos los años de espera y de pajas solitarias en la oscuridad de su habitación de allegado, pero como hacerlo?, como hacer que esa bella dama y que además era su sobrina se convirtiera en su tercera puta?, por más que pensaba no lograba hacerse de un plan, así que recurriría a las que ya habían sido suyas.

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--Por favor tío Narciso, ya déjeme en paz… mis hijas pueden bajar en cualquier momento, y nos pueden descubrir!!, el viejo y apocado familiar lejano tenia bien empotrada a Jimena en el cuarto de lavado, entre la lavadora y la secadora, le toqueteaba todo el cuerpazo con sus flacas y ya resecas manos.

--Tú eres mía… putona!, así que no me fastidies más y bájate los pantalones con calzones incluidos, jajajaja!! Mira que te voy a culear aprovechando que no anda nadie por ahí, Mmmmhhhfssss!!, resoplaba el vejete totalmente preso por lo lujurioso de la situación, se la pensaba coger si o si con sus hijas merodeando por la mansión.

La señora de la casa quien ya se encontraba casi tan caliente y en las mismas condiciones lujuriosas que su facineroso tío se dio vuelta en el acto y como pudo se fue bajando el ajustado pantalón de mezclilla en conjunto con la pequeña prenda íntima, el inminente peligro de que la fuesen a pillar culeando con el viejo tío de su esposo al enardecían hasta casi aturdirla de una insana calentura, así que siguió bajando sus ropas hasta quedar en la mera condición que el vejete quería,

--Así me gusta sobrina esposa de mi sobrino, jajajaja, que mi zorra entienda en el acto cuales son las ordenes de su macho… ¡SPLASH! Se escuchó la fuerte nalgada que le puso el tío Narciso en una de estas quedando su mano fotocopiada en forma rojiza en esta, Jimena no pudo gritar por temor a que sus hijas la escucharan, mientras que su aprovechador tío le terminaba de bajar los pantalones hasta los tobillos.

--Inclínate un poco zorra y ábrete el culo con tus propias manos!, le ordeno el vejete.

La caliente señora obedeció en el acto y con sus dos manos se tomó cada una de sus nalgas y ella misma las abrió tal como el viejo lo demandaba, enseguida y sin tener tiempo a nada sintió hundirse el gran falo del tío-mayordomo hacia el interior de sus intestinos, su cara se desfiguro en señal de delicioso dolor, ella no lo podía negar, había estado deseando por días volver a sentirse llena de verga tal como la tenían ahora.

--Aayyyyy tío de mi esposo… que vergota que se gasta por Diossss!!!, dijo al sentir entrar la verga gorda y larga que se cargaba el viejo.

--Aaaaarrrgghhh! ¡Eres una zorra asquerosaaaa! ¡Toma putonaa, tomaaaaa!!, el viejo la penetraba rápido, no le importaba que cualquiera de la hijas de su puta bajara hasta donde ellos estaban fornicando, lo único que ansiaba en esos momentos era follarsela y encularla tal como ya había comenzado a hacerlo, los sonidos de jadeos y de pieles que chocaban una contra la otra ya eran más que evidentes, y cualquiera que anduviera cerca podría escucharlos fácilmente.

Ariadne bajo a buscar a su mama para decirle que la llevara al centro comercial, la busco por toda la mansión pero no la encontraba, salió al patio y al ver la casucha de herramientas en donde el tío Narciso solo hace algunos días había provisto de un mugriento y gastado colchón que según ella recordaba este le había comprado el mismo a los viejos del camión recolector de la basura, le llego la morbosa idea de que su mami en una de esas se podría estar revolcando ahí adentro y en el mismo colchón con su tío Narciso.

--Hay mama… de seguro que ya te tienen en pelotas y quizás que tipo de cosas te deben estar haciendo en esa roñosa colchoneta llena de meados de quien sabe quién?, Uffff… con razón soy una zorra con mis amigos, se dijo riendo para ella misma a la vez que también deseaba probar el desvencijado colchón con su tío, pero al llegar a la casita y asomarse por las ventanas no había nadie, solo estaba el vacío colchón lleno de secas  exudaciones humanas y de todo tipo, pero a la chica ya no se le salía de la cabeza que su mama andaba cogiendo por algún lado de la casa con el tío-mayordomo.

Mientras tanto en la sala de lavados:

--Ya no lo niegues cabrona!!, acepta que te gusta que te coja y que soy más hombre que el imbécil de tu marido, le decía el viejo tomándola de los cabellos, provocando que la espalda de Jimena se arqueara.

--¡Hay… si…!! Hay si Diooooss!! Claro que Usted me culia mejor que el inútil de mi marido y me re encanta que me cojaaaa!!!, con esa vergota tan rica que se gastaaa!!!, es enorme me llena todo el culo!!!!!.

Jimena sudando con su playera subida hasta el cuello, recibía más dura la caliente tranca de su ahora amante mientras le pellizcaban los pezones.

Con las manos en la boca Ariadne estaba parada en la puerta, mirando a la parejita unir sus cuerpos, sus ojos no se podían apartar de la escena, don Narciso sintió cuando la chica abrió la puerta, pero Jimena estaba tan caliente que ni cuenta se dio que su hija los miraba y la había escuchado decir eso de su propio padre.

Con una seña del viejo la chica entendió, lentamente se metió al cuarto contiguo, que resguardaba todo lo que servía para mantener la casa y el jardín limpios, con la puerta entre abierta miro toda la acción.

--Que dirían tus hijas si te vieran ensartada!!??, jajajaja, reía y decía el viejo que sudaba como si estuviera participando en el triatlón, metiendo y sacando verga sin parar, mordiendo su espalda, empujando y agasajándola con su palo de carne caliente que le metía con furia, él quería que la señora dijera leperadas, que se comportara enfrente de su hija como lo que realmente era… como una puta lujuriosa, y de paso le diera el ejemplo que ella debía seguir.

--A la misma mierda con ellas!, que no saben de vergas!! ¡Métamela, ensartemelaaa… métamela más rápido!!… así, así!!! ¡Aaaahhhhh que ricoooo!!!!, Jimena decía todas estas tonterías con sus ojos cerrados y envuelta de deseos desenfrenados, Ariadne aunque sorprendida de igual forma se sentía caliente pues ver a su madre entregada como ella lo hizo y diciendo todas esas morbosas vulgaridades, la prendían de sobre manera y el pensar que la excelsa calentura de su progenitora era por esa misma verga que ella misma también ya había probado, su excitación se prendió al instante.

--Te gusta la vergaaaaa!!!!, le bufo el vejete en su mismo oído…

--Si… de ver… dad que me en… can…taaaaa…!!, respondía la caliente hembra al mismo ritmo en que le daban una serie de estocadas de verga…

--Pues te hare culiar con otro viejo más feo y lujurioso que yo, jajajajja!!!!, los ojos del tío Narciso estaban enrojecidos por la lujuria, una mal sana idea ya se le había metido en la cabeza, y no tan solo por humillar a las hembras de la familia, sino que para el mismo darse un gusto ya que la desequilibrada decisión que acababa de moldear casi lo estaban haciendo eyacular por las morbosidades que ya a corto plazo tenía decidido que iba a presenciar,

--Ohhh que cosas me dice tío Narciso…!!!!, bufaba Jimena con los ojos cerrados no dándole importancia a las salidas palabras de su tío político,

--Pues eso que tu escuchas zorraaaa…!! Desde hoy te hare follar con quien a mí se me ocurra, jajajaja!!!

--Nooo…eso yo no lo hare… yo no voy a trabajar de puta…!!!, le contestaba la hembra pensando que por lo caliente que era el tío Narciso lo más seguro era que él deseaba verla putiando por alguna esquina a espaldas de su marido,

--Jajjajaja…! nadie te ha dicho que las vas a hacer de puta…!! Será mejor que eso…!!! Tú lo harás gratis!!!!, jajajjaja!!!! y con cuanto viejo a mí se me ocurraaaa, jajajajja…!!!! Lo harás!?

La hembra ya se imaginaba a ella abierta de patas dejándose coger por hombres extraños, si hubiese estado en su sano juicio de seguro que la idea hasta la harían vomitar, pero al encontrarse en tal estado de calentura, y sintiendo en esos mismos momentos como le incrustaba aquella verga envuelta en llamas, con todos esto y ya no aguantando más instintivamente contrajo los músculos de su vagina, y a grito limpio soltó su respuesta…

--Siiiiii…!!!! Yo dejare que me lo hagan…!! Con cuanto tipo a Usted se le ocurraaaaa….!!!! Ayyyy Diosss…!!! Diossssss!!!!

La follada seguía velozmente, los dos cuerpos ya sudaban a mares, a la señora ya no le importaba gritar zorrerías como lo estaba haciendo, el viejo comparaba las vaginas haciéndole señas a la chica escondida, era lo mejor que le había pasado, Jimena recargada totalmente en la pared, era levantada por el viejo flaco que no dejaba de meterle su aparato en el encharcado coño ni por un segundo.

--Mamá, mamá!! ¿Estás en la casa? escucho ruidos!!, ambos copuladores estaban al punto del orgasmo siendo interrumpidos por Paty, Jimena al escuchar la voz de su otra hija aventó al viejo hacia un lado de su voluptuoso cuerpo subiéndose los pantalones, y metiendo al viejo al cuarto de los utensilios.

--Mi hijaaa!, quítese, déjeme!!!, la calentura se la paso en forma abrupta por miedo a ser descubierta, salió corriendo a encontrarse con la pequeña Paty, el viejo escondido junto a Ariadne solo dijo,

--Jajajjaja…!! Termina el trabajo que tu mami dejo a medias ¡chúpamelaaa!, Ariadne bajo su cuerpo para quedar hincada en la oscuridad de ese lugar,  como a la misma vez tomo con su pequeña mano el mástil de carne que lo sintió caliente y aceitoso, para comenzar a masturbar al viejo, la chica estaba caliente por tan solo ver y escuchar a su mama entregada como la peor de las putas.

--Quiere que me lo coma…? no sabe las ganas que tenia de chup…srpssss…, el viejo solo la tomo de la nuca y fue metiendo poco a poco su aparato, sin siquiera dejar que la chica terminara de decir lo que ella le mencionaba, las arcadas no se hicieron esperar, don Narciso no dejaba respirar a la joven que comenzó a soltar gruesos goterones de babas, mientras que afuera se escuchaban las voces de su madre y su hermana.

--Así holgazana… así, prueba la vagina de tu madre!, Ariadne en lugar de sentir asco, se calentó aún  más, no sabía porque pero saber que esa verga hace unos instantes estaba  dentro de su mama la ponían perversamente excitada, el salado sabor a coño y a verga entre mezclados hicieron que su mente fuera presa de una calentura que nunca antes había sentido y que a la misma vez tomaba posesión en cada uno de los poros de su cuerpo.

El viejo siguió metiendo y sacando la verga de la boquita dulce de Ariadne, y ella le daba masajes con la lengua, a la vez que también la rodeaba con esta en forma apasionada, el viejo la soltó y ella se la  saco para relamerse los labios y para luego comenzar a lamerla como una paletita de azúcar, pasando su lengua y sus tibios labios por todo el venoso mástil saboreándolo y succionándolo por cada centímetro de este.

El viejo no podía más con tanta pasión lingüística por parte de la joven, así que la tomo por la cabeza empuñándole con poderío sus cabellos y volvió a metérsela oralmente para comenzar a propinarle una acelerada culeada por la boca que hicieron que la chica nuevamente comenzara a babear y a sentir arcadas por los seguidos atoramientos de la verga contra su garganta, el vejete ya sin pensarlo más y teniendo bien alojada su tranca en la angosta faringe de la muchacha que en esos momentos a ojos de cualquiera se le notaba la forma del glande por debajo de la piel de su cuello, se derramo dentro de aquella cabeza que tenía ensartada vergalmente, disparándole una gran cantidad de caliente semen el cual la joven ni siquiera tuvo la necesidad de tragar o saborear ya que este se lo escupieron en forma directa desde la boca de la garganta hacia su estómago.

Fueron 6 descargas por lo menos que el viejo con sus ojos en blanco expulso por su verga para luego de ellos y retirándola despaciosamente hasta sacarlo por completo, para luego ser el mismo quien le cerraba la boca a la chica para que ella se terminara de tragar las ultimas gotas que fueron saliendo de su ariete cuando él lo iba retirando, la joven como una buena chica que era así lo hizo.

--Jejejeje! sin proponérmelo las tuve a las dos, que putas las Olguín, le dijo a la nena, después de decir eso salió subiéndose los pantalones, dejando a la chica sentada en el suelo con su estómago lleno de semen, y con su cara con llamativas salpicaduras de la prolífica esencia masculina.

--Mmmmm que rico!, se contestó para ella misma la dulce chiquilla sobándose el estómago, como si recién se hubiese terminado de servir el mejor de los manjares, a la vez que tomaba con uno de sus dedos una gota de semen y llevarlo a su boca, entre más pasaba el tiempo, más daba a conocer lo que realmente era, una puta igual que su madre.

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Unas horas después, Vanesa y su hija llegaban para pasar la tarde con su cuñada y sobrinas que desde que llegaron, estos encuentros entre las dos eran más comunes, casi toda la semana se veían para comer o visitar los centros comerciales en busca de cualquier ropa o utensilio para la casa que obviamente ellas no utilizaban.

--Como te decía Jimena, le decía la grandiosa rubia a su caliente pero mojigata cuñada que se hacía la mensa, --Solo en unos días será la recepción para las siguientes donaciones… quieres venir?... será muy divertido y además ayudaríamos a los más desafortunados.

A Vanesa no le gustaba, que su amiga y cuñada estuviera mucho tiempo sin hacer nada,  la quería meter a su mundo, pero el alma rebelde de Jimena era la de toda una guarra y veía todo eso como una tontería que solo le quitaba tiempo, el tío Narciso que les servía de comer escuchaba todo con atención, algo debía hacer para poseer a la rubia.

--A mi mama no le interesa tía, no insistas que no ira, la última vez que fue solo se aburrió, Ariadne opinaba sobre los gustos de su madre, que solo eran pasearse por el centro comercial gastando dinero, Vanesa le daba la razón, mientras que las otras dos chiquillas comían rápidamente, pues las dos a pesar de tener ya los 18 años aun gustaban de todos esos programas que pasan en Nikelodeon o Disney channel, y quería ir al cuarto de Paty a verlos, terminando dieron gracias y se fueron a disfrutarlos toda la tarde.

Sentadas en la sala, Vanesa insistía y Jimena se negaba, mientras que a Ariadne le gustaba ver como su propia madre, ponía pretextos para no asistir, dos cosas noto la chica, la primera es que su mama estaba algo rara, sus mejillas estaban rojas y movía mucho las piernas cruzándolas, se sentaba de lado para después volver a cambiar de posición, sonriendo la chica recordó que su mama no termino de coger, como también le daba vueltas en su impetuosa mente eso que dijo el viejo, que la haría culear con un amigo de este, --Se habrá quedado caliente igual que yo?, pensó.

La chamaca no era nada de lo que aparentaba ser a sus 19 años, con su ropa poco provocativa y su actitud dulce y bien portada. Lo segundo que noto fue que el tío Narciso estaba parado en el corredor que daba a la cocina, y le hacía señas a Jimena de que abandonara la sala y fuera en su encuentro.

--Mamá… por favor me puedes traer un poco de agua, creo que la comida no me cayó muy bien, Jimena tomo eso de pretexto para ir al encuentro con el tío-mayordomo, también lo hizo para zafarse de la insistencia de Vanesa, la chica que estaba al tanto de todo esto sonrió pues lo que buscaba era que su madre fuera para ver qué pasaba.

--Debes ir donde te está diciendo tu cuñada, le decía el viejo por lo bajo  una vez que la señora de la casa llego hasta donde estaba el, --Te tengo un trabajito, la señora se negó terminantemente, él no era nadie para darle órdenes.

--Usted está loco, yo no hare ningún trabajo… y no iré con ella… es muy aburrido… no sirvo para eso…

--Pus me vale madres pendeja!!, vas y se acabó!!!, ahora regresa a la sala… más tarde te explico porque quiero que vayas, Jimena no entendía nada de lo que estaba pasando.

--No pienso ir, así que no insista tío, el viejo entonces la tomo de la cintura juntándola a su cuerpo, restregándole la verga en la pierna.

--Te quedaste caliente putona… te prometo que si vas, al rato te la vuelvo a meter, pero si no lo haces, tu hija Ariadne ocupara tu lugar como mi puta personal y a ella sí que la preño, el viejo amenazo a la señora, ella sudaba no podía creer lo que escuchaba, su tierna niña ocuparía su lugar, sería mejor seguir con lo que el viejo le proponía.

--No!, mi hija no!!,… está bien hare lo que diga ¡mmmnnnnggghhh!!! El viejo la premio bajándole los jeans con desesperación para rápidamente meterle los dedos en la panocha que estaba llena de líquidos, con el pantalón a medio muslo y con la señora recargada en su pecho disfrutando el tocamiento, los dedos entraban y salían, Jimena bajo el cierre del mayordomo y le saco la verga, para comenzarlo a masturbar, los dos parados en medio de la cocina jugaban con sus sexos.

Mientras en el comedor Vanesa aun esperaba a su cuñada,

--Ariadne tu mama ya se tardó, iré a ver qué pasa, espera un momento, Vanesa se levantó, la chica rápidamente la detuvo, seguro los encontraría en algo prohibido, Ariadne demostraba una vez más que de tierna e inocente no tenía nada.

--No tía… tu eres la visita, yo iré no tardo, la rubia se volvió a sentar, la chica camino por el corredor despacio para no hacer ruido, se asomó por la puerta y efectivamente ahí estaba el viejo tío lejano de la familia con su mama en plena faena masturbadora, Ariadne nuevamente fue descubierta por el viejo y este acelero las metidas de dedos, su madre estaba al punto del orgasmo.

--Hay Dioooss! ¡Oooohhhh! ¡Sabrosoooo… riquisimoooo!!! ¡Que dedoooossss!!!!, gemía la señora en el momento en que sintió que su vagina se deshacía en la mano que la masturbaba, que al soltarla cayó de rodillas, el viejo también se corrió en la misma cara de la caliente mujer, no tan efusivamente como hace algunas horas lo había hecho en el estómago de Ariadne, pero su semen salía igual de hirviente con su fuerte aroma de macho.

--Aaarrrgghhhhhhhh tomaaaaa!, le susurraba pues no debía gritar de más, derramando todos sus mocos en la cara de Jimena, que los fluidos de su vagina mancharon su pantalón como si se hubiera miado.

Unos segundos más tarde Jimena se levantaba aturdida, el viejo hacia bien su trabajo, lo tomo de la nuca y le dio un beso de agradecimiento, Ariadne por su parte se retiró del lugar, ya le estaba gustando espiar a su mama en este tipo de situaciones, que la prendían como a su madre.

--Ya viene tía, tuvo un problemita ¡a mira ya está aquí!, Jimena venia algo agitada, sonrojada y con el cabello un poco alborotado, en su cara se podía notar que se había echado agua retirando el maquillaje, para borrar los restos de semen dejado por el caliente vejete, como también se podía notar en su pantalón una gran mancha en la parte de su entrepierna, para Ariadne ver a su mama así, tan satisfecha, tan perra y con una sonrisa de auténtica puta, solo la calentaban más.  

--Pero qué paso!, mira como vienes ¡jijiji!, sonrió Vanesa, Jimena solo dijo que se retiraba a cambiar, pues había resbalado con el vaso de agua cayendo de sentón, y al igual que Vanesa rio por lo que supuestamente le había pasado.

Así Vanesa se retiró de la casa, por fin había logrado que Jimena asistiera, un poco más tarde Fernando llego y salieron a cenar toda la familia, para Jimena era un martirio no saber porque su viejo y apocado tío quería que fuera a esa reunión.

--No entiendo porque debo ir, explíqueme, al día siguiente Jimena platicaba con el viejo Narciso en el jardín, sus hijas habían salido de compras y era la oportunidad perfecta, para hablar del asunto.

--Lo que debes hacer es embriagar a Vanesa y traérmela, esa vieja esta buenísima y seguro no le dan verga correctamente, Jimena se sorprendió, nunca pensó que por esa razón debía ir, el viejo se había vuelto loco.

--Vanesa no toma en sus reuniones, es imposible, cuando lo hace solo le da sorbos al alcohol, lo siento, aparte es mi cuñada y la estimo mucho, nunca haría una bajeza como esa, además no ha pensado que ella si es su sobrina directa!?, su rostro demostraba el horror, lo que quería el viejo era innombrable, no lo ayudaría, nunca lo haría.

--Ya te dije lo que debes hacer o si no, ya sabes quién tomara su lugar, además de que tu marido sabrá cómo se debe coger a una hembra como tú en un video que tengo por aquí guardado ¡jejejeje!

Jimena recordó que su hija estaba en peligro, el viejo sonreía, la señora no tenia de otra, pues prefería que Vanesa cayera en la cama del mayordomo, sus hijas era vírgenes (según ella) y no aguantarían un vergon como el que ella se comía por todos sus hoyos.

--Está bien tío Usted  gana, le daré a Vanesa, pero prométeme que nunca le hará daño a mis hijas, el viejo solo asintió con la cabeza, el carro de Ariadne había llegado, ella logro ver como su madre se despedía del viejo, y a su mente llego la idea de que se la había cogido mientras ellas no estaban.

La nena pensaba, --A veces siento lastima, por el engaño de mama hacia mi papa, pero no la culpo, este viejo tiene una vergota que ¡mmmmmmm!. Ariadne salió igual de caliente que su madre, solo pensaba en el momento en que el viejo decidiera volvérsela a coger, pensaba que ella se entregaría, no importaba nada, quería sentir de nuevo en sus entrañas el palote del viejo tío-mayordomo.

El día de la reunión había llegado, los más ricos de la ciudad entraban en autos lujosos al salón rentado para estas cosas, la anfitriona los recibía en la entrada, mientras recibía la cooperación de todos ellos, Jimena junto a su cuñada pensaba y pensaba como hacer lo que el viejo le pidió, por largo rato miraba a Vanesa con la misma copa de champagne, y cuando se percataba de que las burbujitas se había ido, tomaba otra pero no le daba ni un sorbo, solo la desperdiciaba.

Jimena trato de animarla comportándose de otro modo, la comenzó a ayudar en todo lo que le pedía, con la esperanza de darle un tiempo de relajación y así hacerla tomar, Fernando y Matías el esposo de Vanesa, estaban sorprendidos por la actitud de Jimena nunca la había visto así.

--Oye Fernando, tu esposa parece que ya cambio, mira lo feliz que se ve ayudando a mi Vanesa, entre las dos podrían lograr muchas cosas ¿Por qué no la apoyas?. Matías siempre vio a Jimena como una amenaza para su bien portada esposa, pero esto sí que era diferente en ella, pensó que por fin tomaba el lugar de una gran dama de sociedad.

--Si me parece que ha madurado, pero me temo que debe darme un hijo varón, pues mi padre así me lo pidió en su lecho de muerte, este bebe heredaría mi fortuna, tú sabes que en mi familia siempre debe mandar un hombre, lo malo es que no lo he podido lograr y el tiempo corre en mi contra. Los dos señores platicaban, ellos se llevaban bien se tenían confianza.

--De eso te quería hablar, me ha llegado una oportunidad para asociarme con una gran empresa española, que bien con todo en el ámbito tecnológico te necesito para invertir ¿podrías acompañarme a España por dos semanas para cerrar el trato? si te interesa tú también entrarías, que dices estás de acuerdo?. Fernando siempre quiso ampliar sus negocios en Europa, y así como se lo exponía su cuñado era oportunidad de hacerlo, pero no se quería separar de su familia, ahora que estaba reunida.

--Solo que sea después de que mis hijas hayan partido, me gustaría estar con ellas, pues no las veré en un largo tiempo, a Matías no le gustó mucho la actitud de Fernando, y le recordó lo que su padre le dijo.

--Recuerdas lo que me dijiste… tu padre dijo que los negocios son antes que todo, solo serán dos semanas, regresaras para estar con ellas y aparte serás más rico, tu capital subirá como no tienes idea, anda acepta, juntos seremos los amos del mundo ¡jajaja!, los dos señores rieron y Fernando acepto, Matías tenía razón los negocios primero.

La velada seguía su rumbo, pero Jimena por más que insistía en que Vanesa tomara alcohol, ella no lo hacía y el tiempo se le terminaba, pasaban y pasaban las horas y Vanesa nunca se embriago, la señora había fallado, con terror pensaba que su macho se molestaría y se desquitaría con Ariadne.

Pasadas las dos de la mañana llegaron las dos parejas, Fernando pasado un poco de copas al igual que Matías, mientras que Jimena y Vanesa venían más que sobrias, pues por atender a los invitados como buenas anfitrionas, no tomaron nada, Altaír la hija de Vanesa salió para irse con sus padres, pues se había quedado con Ariadne y Paty.

--Maldita mujer, no hizo nada de lo que le ordene, y esos estúpidos de sus maridos vienen con ellas, maldición no hay manera de cogerme a esa mamasota, lo siento por Paty ella será la siguiente, el frustrado tío miraba como se despedían, había estado esperando en la casucha que había habilitado para cogerse a sus mujeres, el plan no dio ni el más remoto resultado. 

Unos días habían pasado y Jimena  temerosa, no dejaba solas a sus hijas, el viejo estaba cada vez más furioso, ya que Fernando en unos días saldría de viaje,  procuraba estar más tiempo en la casa y no había manera de cogerse a ninguna.

--Pinche hijo de puta, lárgate ya estoy que me arden los huevos por metérsela a tu vieja, o a una de tus hijas, el vejete ya había cambiado lo suficiente como para tratar de abusar de cualquier chica, para él fue muy fácil tomar a Jimena y a Ariadne, pero con lo de Vanesa y el fracaso de embriagarla, sentía que todo lo pasado solo había sido suerte y creía que esa suerte se le había terminado, pero no contaba que una chiquilla llegaría para ayudar al viejo solo por diversión.

Desde lejos, Ariadne miro al viejo tío de su padre, este hacía las cosas de mala manera, como fastidiado, ella reía con solo ver que el viejito hacia rabietas por cualquier cosa, intrigada por la actitud del tío-mayordomo, decidió abordarlo para ver que le sucedía.

--Hola tío, como se encuentra hoy?, pregunto la chica, el viejo solo la miro con cara de pocos amigos.

--A ti qué diablos te pasa pendeja estúpida!, conmigo no debes de fingir que eres una chica buena, ya sé que eres una puta holgazana!... y lo que me pase a ti te vale madres… ahora lárgate que no quiero tener problemas con tu padre, por estar platicando con la zorra de su hija, el viejo Narciso era el único que sabía que Ariadne era todo lo contrario de lo que creía la gente, pero como prometió no volvérsela a coger, y él era un hombre de palabra no lo había vuelto a hacer desde la chupada que le dio la chica en el cuarto de utensilios, ella dio vuelta para  irse.

--Si lo que quiere es cogerse a mi mami, le prometo que en unos días lo podrá hacer, cuente conmigo, si quiere me puedo llevar a mi hermanita y dejarlos solos por horas, pero tiene razón, a mí que me importa, adiós!!.

El viejo sorprendido por lo que decía la chamaca la detuvo, él no estaba molesto por no coger, estaba molesto de no poder coger con la vieja que él quería.

--Espérate holgazana, deberás que me tienes sorprendido… eres… eres una cabrona caliente, seguro te gusta mirar mientras me cojo a la putona de tu madre ¿no es cierto?-risueña como era cuando sus padres no estaban, la chica lo miro asintiendo con la cabeza.

--Creo que me equivoque de hembra, tu mami es medio pendeja para hacer las cosas que necesito, la pregunta es… ¿me ayudarías con algo que me tiene encabronado?, Ariadne lo tomo de la mano y lo llevo atrás de la casucha de herramientas que estaba en una de las esquinas del inmenso patio y que ahora también estaba acondicionada para culear al interior de ella, la nena lo hizo para que pudieran platicar más a gusto, ya estando ahí pregunto.

--Depende que quiera, pero tratare de ayudarlo, dígame que pasa?, la chica no paraba de sonreír, esto de ser parte de algo malo la tenía azorada, con la piel de gallina, se podría decir que hasta excitada y caliente se estaba poniendo.

--Quiero cogerme a tu tía la Vanesa, pero no sé cómo hacerlo… ella es muy recatada, no es tan puta como tú o tu mama, jajajjaa… y no encuentro la forma, eso me tiene muy encabronado, si logras que se meta a mi cama, tu tendrás un asiento de primera fila para que te calientes y te masturbes ¿Qué dices… me ayudas? entre los dos convertiremos a tu tía en una puta cualquiera, para Ariadne fue música para sus oídos, nunca pensó encontrarse en una situación así en su propia casa, era tan excitante todo esto, era mejor que ayudar a sus amigos a embaucar a chicas tontas en los antros y fiestas, doblegar a su tía seria cosa fácil para ella, pues siempre lo hacía por sus amigos y solo por diversión.

--Jijijiji! Claro que si lo ayudare, eso es muy fácil, porque no me lo pidió antes?, pero recuerde lo que prometió… eso que me dejara mirar, solo hay que esperar a que mi papa se vaya y le prometo que mi tía vendrá sola y lista para que también se lo haga, el viejo no daba más de una calentona alegría, la dulce voz de la joven lo saco de su emocionante y lascivo estado, --Ya me voy antes de que alguien nos pille en lo que andamos… recuerde… solo espere, yo le avisare cuando.

Ariadne salió de atrás de la casita de herramientas corriendo y con una sonrisa de maldad, el viejo se daba cuenta que todos tenían mal catalogada a la chiquilla, y que esta sabía muy bien fingir y separar las cosas, a la chica buena de la mala.

El fin de semana pasó y el tío Narciso andaba desesperado por culaerse a cualquiera de las hembras Olguín aunque sus deseos al menos por ahora estaban en el atrayente cuerpo de su sobrina Vanesa.

El lunes temprano Fernando y Matías salían por dos semanas a España, lo que no sabían es que las cosas en su casa ya no serían las mismas y todo por descuidar a sus familias.  

Las cinco mujeres llegaban después de despedir a sus hombres en el aeropuerto, todas venían algo tristes por la partida de ellos, pues el momento era propicio para segur reunidos como familia y ahora no lo estarían por largas dos semanas, Ariadne que era la más animada sugería algo, que definiría las cosas hacia la fina dama Vanesa Olguín.

--Tía que le parece si se queda las dos semanas aquí con nosotras!?, así ni ustedes ni nosotras nos sentiríamos con el vacío que dejaron mi papi y mi tío. Ariadne sentada en la sala tomándose un café en compañía de su mama y su tía, propuso algo que a Vanesa no le pareció correcto, pues ella tenía su casa y no había motivo de quedarse hospedada ahí.

--Si mama, hay que quedarnos! a mí me gustaría quedarme con mi prima Paty, me divierto mucho con ella, en la casa me aburro, anda di que sí, Vanesa no contaba con que su hija Altaír estuviera escuchando, a ella era a la única que no le podía negar nada.

--Está bien pero solo nos quedaremos unos tres o cuatro días, no me gustaría molestar a Jimena, Ariadne me harías el favor de acompañarme por ropa y otras cosas que necesitamos, así mi niña se puede quedar aquí, la zorra de Ariadne inmediatamente dijo que si y salieron por lo necesario.

Jimena vio que las dos chiquillas miraban la película “Del crepúsculo amanecer” segunda parte, ella observo como su hija y su sobrina suspiraban, cada que salía el vampiro con cara de maricon o el lobo con esteroides, que al igual que el vampiro también tenía la cara de maraco, al mismo tiempo que odiaban cuando la hermosísima Kristen Stewart salía a escena, las dos estaban muy tranquilas en la sala, así que subió a su cuarto a descansar, a ella le preocupaba que Vanesa se quedara, pues sabía que el viejo intentaría algo, pero si su cuñada se resistía, tal vez hasta ella saldría beneficiada, pues no tendría que volverse a encamar con el viejo, aunque a la vez no sabía si realmente quería dejar de hacerlo. 

Altaír le dijo a Patricia que hiciera palomitas, ella propuso un volado para ver quién mandaba al viejo Narciso, Altaír perdió y se levantó para ir a la cocina pero el viejo no estaba, Paty evitaba mucho al mayordomo, pues su cara de pervertido le daba un poco de miedo, se lo imaginaba pintado de payaso y su temor crecía, pues tenía esa fobia desde pequeña, la chica estaba tan metida en la película, que no vio que alguien se acercaba.

La chica dio un salto exaltada, al ver la figura del mayordomo parado justo delante de ella, temerosa se encogió, la luz estaba apagada y eran alrededor de las siete de la noche, pero con la de la pantalla de 90 pulgadas, se podía distinguir la fea cara del viejo llena de arrugas, el viejo tío lejano le miro sus suaves y bien formadas piernas, enfundadas solo en un pequeño short de mezclilla, que dejaba ver un cautivador trasero propio de una chiquilla de 18 años, bajo la vista, sus pies totalmente descubiertos mostraban unos  lindos deditos entre rosados y blancos, todo esto hicieron que el viejo tuviera una erección.

--Se le ofrece algo pequeña, le dijo con una voz seca, vacía, pero en sus ojos se podía ver el enloquecedor deseo de tomar a la chica, pero debía controlarse, ir paso a paso o echaría todo a perder.

-Pa…Pa...Palomitas, por favor…, dijo la nena señalando la cocina, lo que en realidad quería decir es que su prima ya las estaba preparando, pero ella nunca había estado a solas con ese hombre que le daba tanto miedo, el viejo sin decir nada dio la vuelta y camino lentamente, Paty respiro tranquila algo en  la mirada del viejo la asusto en demasía, no volvería a estar a solas con él.         

Altaír se había subió a un banco alto, para poder alcanzar la alacena y buscar el paquete de palomitas ACT II, el viejo sigiloso entro y de nuevo clavo su mirada en las piernas juveniles color miel, algo bronceadas al igual que las de su madre, Altaír también llevaba puesto un shorcito corto de mezclilla para combinarse con su prima, el viejo caliente pues ya lo estaba por ver a Paty, se acercó estirando la mano para posarla por debajo de la rodilla de la niña, que al mismo tiempo tomaba el paquete de palomitas, esta al sentir el contacto giro resbalando del banco, el viejo la tomo en sus brazos evitando la caída.

--Te tengo muñeca ¡jejeje!, Altaír enseguida forcejeo para bajarse de los brazos flacos asustada, ella sintió la mano en la pierna, pero no estaba segura si la toco o no, Altaír a pesar de saber más de hombres que su prima, seguía siendo primeriza.

--Gra…gracias, señor Narciso, la jovencita camino hacia el horno de microondas, metió el sobre apretando los botones temerosa y algo apresurada, y como pasa en algunos casos, mientras más rápido quieres las cosas, más te salen mal, ella equivoco los pasos para que la palomitas quedaran bien, el viejo aprovecho la tontería de una asustada jovencita.

--No mi niña, está mal, es así mira, el viejo mañoso se paró atrás de ella doblando un poco las rodillas, pues él era más alto, tomo la mano de Altaír y la guio a los botones apretando los correctos, la chica en sus nalgas sentía al viejo que se le re pego, posando su palo erecto en las tibias nalgotas de la jovencita que trato de salir de aquella comprometedora posición, pero el viejo la tenía entre su cuerpo y el mueble del microondas, impidiéndole la huida.

--No te tienes que ir… recuerda que yo también soy tu tío,  le decía el caliente vejete intentando no asustar más a la chica, para luego continuar, --Debes esperar a que se hagan, si no se queman, el sonido de su voz erizo aún más a la chica, sintiendo como en sus nalgas se recargaba el viejo sin ningún pudor, Altaír bajo la mirada y puso sus manos en su pecho, respiraba agitadamente, pero no de calentura si no de miedo, el sudor en su frente y sus manos temblorosas, era signos del terror al cual se estaba enfrentando.

El viejo le olía su perfumado cabello al igual que los hombros, mientras que abajo no paraba de moverse levemente, Altaír solo miraba el reloj con la esperanza de que terminara lo más pronto posible, para salir de ahí.

El ruido del microondas trajo a la realidad al viejo, el tiempo había terminado, la chica saco las palomitas quemándose los dedos, pero aun así salió disparada a la sala, en su rostro comenzaban a caer lágrimas.

Altaír llego corriendo, como una pequeña la cual acaba de ver al coco, Patricia la sintió llegar y se levantó, Altaír tiro las palomitas al piso y la abrazo llorando.

--Que te paso prima… porque lloras?, Patricia la giro abrazándola, cuando Altaír le iba a contar lo sucedido en la cocina, miro que el viejo estaba parado en el pasillo, y con su dedo en la boca le hacia una seña de silencio, asustándola más de lo que ya estaba,  

--Snif, snf, snf, nada, solo me queme con la envoltura de las palomitas, soy una tonta, el viejo después de escuchar, dio media vuelta y salió del lugar, dejando a la dos chiquillas abrazadas.

Al día siguiente por la tarde-noche, Jimena y Vanesa platicaban en la sala, mientras que las dos nenotas se encontraban en la alcoba platicando de sus cosas, Ariadne se escabullía al patio lugar en donde se encontraría con el tío Narciso según lo habían acordado.

La atractiva nena busco por los distintos jardines y rosales pero el viejo no se veía por ningún lado, en el momento en que ya estaba por devolverse hacia el interior de la casa pudo ver que el tío Narciso estaba parado en la puerta trasera de la casa la cual estaba abierta, sin pensársela dos veces se encamino hacia donde estaba el.

Ariadne llevaba puesto unos jeans apretadísimos que dibujaban a la perfección las formas de su figura, su blusa que también era de mezclilla celeste y muy juvenil la llevaba puesta adentro del pantalón, la chiquilla se veía simplemente espectacular. Una vez que llego donde estaba su tío Narciso la nena se dio cuenta que este se encontraba esperando a alguien ya que miraba en forma impaciente hacia la esquina de la calle.

--Que hace aquí tío… se supone que debemos ponernos de acuerdo para eso que usted dijo, ahora ellas están hablando en el living…y creo que es el momento propicio para que se lo haga a mi tía, jijiji. Ariadne reía entre nerviosa y caliente mientras le planteaba sus zorrerías al desalmado tío-mayordomo.

--Si pendeja… lo se… pero antes te tengo otra noticia… El viejo miraba a la chica con ese perverso destello en sus enrojecidos ojos que ya era común que este llevara según se le estaban dando las cosas en este último tiempo en la casa de sus familiares.

--Y cuál es la noticia?, le consulto la chamaca que ya estaba que hervía de calentura por lo que estaba a pocas horas de suceder en su misma casa,

--Bueno no es una noticia, más bien dicho es como un favor que yo te hare, jejjejeje…

La chica ya casi no entendía nada, si se suponía que el vejete estaba desesperado por cogerse a su tía Vanesa, y ahora le daba por andar haciéndole favores a ella, todo esto se estaba poniendo muy raro se decía para sus adentros. Estando en estos pensamientos le pregunto,

--Y cuál es el favor que Usted me hará  a mí?, si ya teníamos un acuerdo…

Fue en eso que el viejo no dejándola terminar de hablar le apunto hacia la calle, los ojos de Ariadne vieron claramente que aparte de venir acercándose lentamente el camión recolector de la basura, no había nada más que mirar, la calle se veía solitaria en esos momentos, fue en eso que también se dio cuenta que detrás del camión venia trotando el típico hombre que va vaciando los tarros con desperdicios y las tradicionales bolsas negras al interior de la parte trasera del camión, este lo hacía como todo un experto en la materia, agarraba de a dos tarros y casi sin ningún tipo de problemas los daba vuelta y los levantaba como si él fuera todo un campeón, lo mismo con las bolsas negras que las tomaba de a 5 por cada mano y en forma casi perfecta estas iban a dar al medio del camión debido a sus impulsos de basquetbolista, a la chica le extrañaba que aquel paladín de los desperdicios domiciliarios parecía nunca sentir cansancio alguno ya que por nada del mundo aminoraba en su rítmico trote, la nena veía impávida por vez primera que el camión, ya que este estaba tan cerca de ellos, era que venía tan sucio y mugriento como el mismo viejo encargado de tan sufrida labor, sumado a que este último venia todo traspirado y hediondo por tener impregnados en su ropa y su piel los fétidos olores a descomposición orgánica y a gases bencénicos.

Y no era que todos los trabajadores que cumplen a diario con tan sufrida y honesta labor fueran sucios, sino que en este caso en particular el viejo del cual estamos hablando era simplemente cochino, hediondo, malo para el agua y el jabón, y más encima mal hablado.

Ariadne vio en forma extrañada de como ese camión que desprendía un fuerte y hediondo olor a basura se estacionaba casi al frente de su casa, y como aquel extraño ser que hasta hace poco venia corriendo tras de él le hacía señas al conductor para que este le pasara desde la cabina algo que parecía ser un rotoso bolso deportivo, para luego ambos trabajadores proceder a despedirse y hablar algo con respecto a unos horarios según alcanzo a escuchar la chica, todo daba a entender que la ruta del camión hasta aquí no más llegaba, porque luego de eso vio como el conductor del vehículo de carga ponía un letrero que decía “FUERA DE SERVICIO” para posterior a eso simplemente desaparecer.

Una vez que aquel extraño ritual hubo finalizado la pobre chamaca casi se desmallo de tensión y asco al notar que el asqueroso sujeto antes mencionado se venía acercando con su bolso al hombro hasta donde estaban ellos, bastaron solo unos breves segundos para estudiarlo, la chica lo vio más viejo que el mismo tío Narciso, este era de un aspecto sucio y grasoso, vestía unos degastados pantalones azules con bolsillos abotonados a los lados que le llegaban hasta media canilla, con una camiseta que alguna vez había sido blanca ahora solo era un trapo plomizo y roñoso que el viejo usaba para no andar a dorso desnudo, lo plomizo correspondía al sudor diario de años enteros los cuales se habían impregnado y hasta secado en esta vestimenta la cual se le apegaba a los malolientes pellejos de su ennegrecido cuerpo debido a la nueva traspiración de este día, venía sin calcetines y con unos gruesos bototos de trabajo que ya estaban todos rotos debido al uso diario.

Pero lo mejor de todos los atributos del asqueroso hombre estaba en la morena cara de este, de rostro resquebrajado y ojos negros, con un grisáceo y desalineado cabello que más parecía ser el de un improvisado espantapájaros que el de un ser humano, su barba improvisada y del mismo color del cabello eran adornadas por greñas de mugre y de comida reseca que lo hacían ver tremendamente anti higiénico, y para coronar todo lo anterior unas solitarias y amarillentas piezas dentales que mal formadas y todo sobresalían de sus asquerosas encías también mal formadas visiblemente, en las partes en donde existían dos de estas verdaderas reliquias arqueológicas que este nuevo vejestorio tenia por dientes existían vistosos rastros de alimentos ya solidificados y petrificados, esto ya fue mucho para la pobre Ariadne que se tuvo que tragarse una buena cantidad de bilis que se le formo en la boca por el inmenso asco que sintió en su estómago al presenciar de cerca a tan nauseabunda piltrafa humana.

--Ariadne… te presento a don Jubileo… la solemne voz del tío Narciso la sacaba de sus preocupantes cavilaciones,

--Queeee!!??... que es lo que me está diciendo!!??..., la chica se quedó paralizada sin querer mirar al sonriente recién llegado, todo su cuerpo temblaba de un renaciente nerviosismo y repulsión,

--Lo que tu escuchas pequeña zorra… te presento a don Jubileo… y no te hagas la mensa con él, ya que lo puse al tanto de lo muy rico que cogimos el otro día, jajajaja!!!

La nenota solo se quedó mirando al tío Narciso con los ojos casi salidos de sus orbitas, aun no daba crédito a lo que el viejo le estaba diciendo, se preguntaba que como este había sido capaz de contarle cosas tan intimas al viejo que retiraba los botes de basura en su casa, y que más parecía un verdadero pordiosero de esos que duermen en las calles que un hombre común y corriente. –La ves Jubito?, te dije que de cerca se ve más rebuenota que de lejos, jajajaja!!!

Don Jubileo que así se llamaba el viejo recolector de basura no se cansaba de admirarla de pies a cabeza, la miraba con toda su mal formada boca abierta, y ya se relamía las babas imaginándosela totalmente encuerada, la chica que por su parte ya sentía como este nauseabundo hombre la empelotaba con su desequilibrada mirada hasta ya se le había olvidado que mierda tenía que hablar con su tío Narciso, la pastosa voz del recién llegado la hicieron volver a la realidad,

--Si realmente esta buena la putaaaa!!!, respondió don Jubileo como tomando aire y dejando caer su bolso aun lado de donde estaba parado, con su caliente mirada puesta en lo bien que se le formaba las líneas de las caderas de la estupefacta chamaca, como así mismo este nauseabundo sujeto estudiaba la perfecta curvatura que se formaba en aquella idílica parte que estaba justo al medio de los muslos de la muchacha, ya se imaginaba esa pelvis y vagina al desnudo.

Ariadne recuperándose a medias se tomó fuertemente del brazo del tío Narciso, y como casi adivinando las pretensiones de aquellos dos degenerados solicito clemencia para lo que creía que estaba a punto de sucederle,

--Tío Narciso… no me haga esto… yo no me quiero acostar con ese hombre… es… es asquerosoooo…!!

El aminorado familiar tomo rudamente a la chica por el cuello y la arrincono contra el portón de fierro para aclararle cual era la situación…

--Escucha zorra estúpida…!!, tu desde ahora te abres de patas con quien yo te lo ordene, el viejo le apretaba el cuello como si de verdad quisiera estrangularla, pero sus aclaraciones continuaban, --Y si yo digo que te empelotes y te pongas a culear con mi amigo aquí el basurero, tú vas… te encueras, te abres de patas y comienzas a menearte y hacerle todas las puterias que tú ya bien sabes hacer… o las que él te ordene… te queda claro zorraaaa!!!!.

Ariadne ya casi sin aire, solo se dio a asentir como pudo a lo que le estaba diciendo el tío Narciso, el viejo cuando noto que la chica comprendía cual era ahora la situación simplemente la soltó para dejarla caer al piso, mientras él y su amigo se reían en su misma cara.

--Jajajaja… es muy tentador tu oferta Narciso… a esta pinche potranca mal parida le daría por el culo hasta hacerle vomitar mis mocos y de calentura, jajajaja, pero la verdad es que yo quiero a la otra zorrita… la de 18 años…

Ariadne se quedó mirando con estupor a su tío Narciso, este intento tranquilizarla a su nueva forma en que había comenzado a tratarla,

--No te asustes zorra… yo ya se lo guarra que eres para tus cosas y como te dije hace un rato y para que veas que yo soy bueno contigo, este pobre hombre tiene una historia que contarte, a mí ya me la narro hace algunos días y quede muy afectado, yo sé que tú puedes echarnos una manito y a la vez pajearte la zorra hasta desmayarte de placer y calentura, jajajja… Vamos Jubileo cuéntale a la nena tus desventuras, jejejejje.

Don Jubileo que miraba a Ariadne con una verdadera cara de desiquilibrado mental, a la vez que se masajeaba la verga estudiando el cuerpo de la joven comenzó con su triste historia,

--Resulta que fue la tal Patricia, Don Jubileo comenzó con aquella extraña explicación a la vez que por cada mirada que le echaba a Ariadne continuaba rascándose la verga, --Quien hace como dos años atrás y mientras yo hacia mi trabajo esta se acercó para hablarme, me hablo de muchas cosas… lo que me hiso pensar que ella era una niña distinta a las demás de su clase, la muy putilla se mostraba muy bondadosa, el viejo hablaba con una extraña expresión en su rostro como si de verdad le afectara lo que estaba hablando, --La cosa fue que esta pendeja aprendiz de zorra por cierto me hiso venir para una navidad diciéndome que me regalaría todos sus juguetes en mal estado para mis hijos, los pobres no dieron más de dicha cuando estúpidamente les di la gran noticia, era solo esperar el día de la navidad y ellos tendrían lo que con mi mísero sueldo jamás les he podido llegar a dar…

Ariadne aun sentada en el suelo escuchaba atenta a lo que el hombre narraba, cada vez y por cada palabra se interesaba más en la historia que le estaba contando, el horrible e inmundo viejo continuaba con sus evocaciones,

--Cuando lo hice y vine con la más pequeña de mis hijas que ya no daba más de gozo, simplemente la muy perra mal parida de tu hermana se apareció por este mismo portón y me dijo que lamentablemente ella no tenía juguetes en mal estado, y que viniera el próximo año para ver si le salía algo, para luego irse a cenar con tu familia muerta de la risa, y meramente me despacho como si fuésemos cualquier cosa… mi hija lloro todo esa noche, pero ya lo supero, lo que es yo… aun no lo puedo superar…, don Jubileo ahora refiriéndose a su amigo el mayordomo continuo diciendo, --Como te dije hace algunos días, jejejeje… solamente necesito una habitación, una cama y a esa pendeja mal enseñada… porque me la pienso estar culeando los 15 días que tú me dijiste que no iba a estar su papi, jajajjaja!!!, esa es la única forma en que pueda recuperar mi dignidad, y si esta zorra que me está mirando con cara de puta nos puede ayudar a que la situación sea más llevadera, yo no tengo problemas que ubique una colchoneta a un lado de la cama y que se pajee la concha mirando todo lo que quiera mientras yo me violo a la puta de su hermana, jejejeje…

--Escuchaste holgazana!?... qué opinas ahora que has escuchado la triste historia de este pobre hombre, jejejeje…

Ariadne que ya en su mente se imaginaba a ese asqueroso y mugriento hombre violando a su propia hermana, culiandola y arremetiendo encima de su cuerpo en cualquiera de los alejados cuartos de la mansión y con ella masturbándose en vivo y en directo a un lado de ellos, para luego quizás ella también poder pegarse una buena cacha con su tío Narciso, solo contesto,

--Y… en que les podría ayudar!?, la nena inconscientemente y con cara de viciosa en esos momentos se sobaba unos de sus muslos muy cerca de su entrepierna, los viejos se percataron de ello y se rieron a carcajada limpia al ver lo muy guarra que era la pendeja al saber cómo calentarla atacando su punto débil.

--Tranquila putita… jajajaja!!!, ya te daremos instrucciones para poder culearnos a tu hermana, obviamente el amigo aquí presente será el afortunado que la descartuchara por primera vez, ahora pongámonos de acuerdo para lo de esta noche con tu tía Vanesa, jejeje… tal como lo habíamos acordado…

--Y que pasara con don Jubileo…!?, consulto la nena, para luego seguir, --Me da penita con él por todas las cosas malas que le han pasado.

Ya en este momento la nena meramente se estaba masajeando la zorrita por sobre el pantalón, su respiración iba en franco aceleramiento, e inconscientemente no le importaba hacerlo delante de aquellos dos hombres que les faltaba solo un empujoncito y se la podrían violar ahí mismo como estaba.

--No te preocupes por mi cuate, jejejeje… el solo quiere mirar al igual que tu… sus intereses están en Patricia, jajajaa, así que dime… cual es el plan?.

La nena ya un poco más calmada pero si aún muy caliente se puso de pie para explicarles a aquellos salidos hombres cuál era su idea para que su tío mayordomo se pudiera coger a la hermana de su propio padre,

--Escuche… Ariadne hablaba como si solo estuviera hablándole a don Narciso pero cuando explicaba miraba a los dos hombres para que a ninguno les quedara dudas sobre su magnífica estrategia, --Mi tía en un rato más pedirá algo de tomar, un té o un café…, la chica metió la mano a uno de sus bolsillos traseros para sacar algo de ellos, --Cuando usted lo prepare, sumerja una hoja de esto por unos segundos, le dijo una vez que le entrego un ramito de una planta que el viejo desconocía.

--Este es tu plan holgazana?... drogar a tu tía!!??... estas pendeja!!!, rugía el tío Narciso como un león en la selva, --Yo no la quiero dormida, ni embrutecida, así que toma tus pendejadas y trágatelas tú!!!. El viejo le aventó la ramita a la chica, está la recogió y a pesar del mal trato que el apocado familiar le daba, lo tomo de la mano deteniéndolo, por su parte don Jubileo estaba muy entretenido viendo a ese par de degenerados como se peleaban discutiendo las tácticas para culearse a una pobre e inocente mujer, la discusión continuaba,

--El pendejo es usted…, le contesto la encamable nena al vejete, --Esto es solo un afrodisiaco muy fuerte, va a poner a mi tía jugosa y caliente como nunca lo ha estado, créame que no se le va a resistir, el viejo la miro tomando de nueva cuenta la ramita incrédulo, pero al ver a Ariadne sonriendo lo creyó todo.

--Y tu mama? me preocupa que se vaya a querer meter en esto, la chica que ya había pensado en todo para ella poder masturbarse tranquila mientras el tío Narciso se estuviera follando a su tía, metió la mano en otro de sus bolsillos del jeans, y saco una pequeña bolsa con polvo blanco entregándoselo.

--Esto es Valium molido, la dormirá en un rato… póngaselo, pero mídase… si no le puede hacer daño, entendió?, el viejo estaba impactado por las cosas que hacia la joven que todos creían un pan de dios.

La chica se quedó mirando a don Jubileo que la miraba con una de sus mejores sonrisas mostrándole todos sus amarillentos dientes mal formados y montados unos sobre los otros, --Si Usted quiere también le puedo dar del afrodisiaco para que le de a mi hermana, jijiji…

--Jajajaja!!! Gracias viciosa de mierda, pero yo prefiero molerla a patadas si es que la muy perra se resiste, me la voy a violar en todas sus letras… jajaja!!!, pero que tal si guardas un poquito para ti misma, que tal si unos días después de que me canse de tu hermana nos peguemos una pequeña fiestecita los dos solos, jejejeje…

--Lo siento… pero yo no tomaría de esa porquería… además que Usted no es de mi gusto… jijiji…

-Eso no importa zorritaaaa… yo me encargaría de calentarte… dime qué edad tienes?

--20 porque!?, jijiji… La chica se sentía entretenida al darse cuenta que el nuevo amigo que le había presentado el tío Narciso mostraba intereses sexuales para con ella, pensaba que estaba loco de remate si es que este creía que podría tener algún mínimo de posibilidad de poder concretar algo con ella, estas eran nulas.

El tío Narciso que no estaba muy seguro en querer compartir al resto de sus mujeres con su amigo quiso poner término a esa conversación entre Ariadne y el basurero, así que contesto:

--Está bien confiare en ti pendeja caliente, pero si no resulta, te juro que esta misma noche hago que aquí el amigo se viole a tu hermana y a tu primita, escuchaste!?, Ariadne solo lo miro acercándose a su oreja, parándose de puntitas le dijo,

--Me importa una mierda lo que les haga, mientras yo sea su preferida y me dejen ver… no hay problemas en que se las violen como a Usted y a su amigo les dé la gana, viejo cabron…

El tío Narciso quedo en shock al igual que don Jubileo que escucho claramente las zorrerías de la hermosa chica. Ariadne se descaraba totalmente, era una maldita desgraciada, al viejo Narciso le dieron ganas de matar a vergazos a la puta que tenía enfrente, la tomo de las nalgas levantándola, ella lo abrazo con manos y piernas, sus jeans daban la impresión que en cualquier momento se reventaban y rasgaban por los estirados que se pusieron al estar la nena tan abierta de patas contra el apéndice del vejete, para en esa misma posición darse un beso asqueroso, lleno de lujuria y babas por todos lados y por parte de los dos, don Jubileo que las moscas lo seguían para donde él se moviera ya casi se lo comían, este veía y escuchaba el espectáculo con su pestilente tranca bien parada, como así mismo escuchaba la que hablaba la pareja de pervertidos que ahora tenía por amigos, nunca se lo habría imaginado,

--Mamasota… mejor te la metemos a ti… holgazana de mierdaaaa!!!, Vamos… dime que tú eres capaz de culear con los dos al mismo tiempo putita…, el desalmado tío se calentaba con facilidad, por lo que le comenzó a besuquear el cuello dejándole vistosas muestras de babas a la vez que conminaba a su colega a que se acercara a probar de aquellos manjares, Ariadne llena de deseos insanos y casi al borde del abandono al imaginarse a ella sola y desnuda contra dos  repulsivos vejestorios, se bajó a como la tenían y aventó al viejo hacia un lado de su cuerpo para luego muy rápidamente separarse de él.

--No… si quiere lo hacemos en otro momento! Pero solo con Usted… por ahora yo solo quiero ver a mi tía la intachable, revolcarse como una puta en ese mugroso colchón que Usted puso en la casucha… además que usted lo prometió, yo le di las armas ahora me lo hace, me calienta tanto pensarlo, que verlo es todo lo que quiero por ahora… le juro que si me deja mirar cómo se culian a mi tía y a mi hermana me dejare hacer de todo lo que usted quiera, pero solo nosotros solos, le dijo mirando a don Jubileo para que a este le quedara bien claro que ella no estaba en la oferta del tío Narciso, con esto último la endemoniada nena dio media vuelta para retirarse, el feliz y eufórico vejete le dio un feroz nalgadon que incluso llego a los oídos de las señoras en la sala, para Ariadne no significo nada, ni siquiera la hizo gritar, el viejo basurero que miraba atónito y preso por la calentura no dejaba de masajearse la verga, ahora si que le creía todo lo que le había contado su amigo el mayordomo solo hace unas semanas.

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--Apúrese viejo pendejo ¡Oooohhhh! Estoy tan caliente ¡quiero ver ya!, se decía la nena estando desnuda suspirando y retorciéndose en el piso de su cuarto con sus muslos doblados y totalmente abiertos, recordaba cuando el viejo la penetro hace algún tiempo con esa vergota, su vagina estaba hecha sopa, la chica se tomó su cuevita de amor sobándosela como desesperada y mordiéndose los labios, en su mente ya veía su tía ensartada por el tío Narciso, como a su vez también en su mente se graficaban las imágenes de su hermana completamente desnuda y galopando a aquel esperpento humano hediondo a basura que había conocido solo hace un rato.

Para estos momentos el desequilibrado tío Narciso tras haber dejado a Jubileo escondido en la casucha que se llevaría a cabo la violación, entraba con una bandeja la cual contenía los cafés de las señoras, el plan había salido perfecto, pues a ellas les gustaban marcas de esa bebida distintas, él ya sabía que sin pedirlo debía llevarlo.

Cinco minutos después del primer trago bastaron para que las señoras se sintieran distintas, a Jimena le entro un sueño como el que nunca antes había sentido, bostezando se disculpaba con su cuñada, pues aunque la plática estaba amena, ella sentía los ojos muy pesados.

Para Vanesa fue muy distinto, la hermosa hembra ya respiraba agitadamente, el calor en su pecho y entrepierna se elevaban con cada sorbo de café, no se explicaba el porqué, si hace poco estaba muy tranquila, intento pararse para tomar un poco de aire, pero las piernas le temblaban, no le respondían, cruzo los muslos pues sentía la imperiosa necesidad de cualquier contacto en su zorra con algo, de su frente salían pequeñas gotas de sudor, su boca entreabierta aspiraba agitadamente cada vez más fuerte, quería que el aire frio de la sala la calmara un poco, pero era inútil, el afrodisiaco le hacía efecto, las tetas se le movían apetitosamente con cada respiración, el calzón en su entrepierna se comenzaba a mojar, trato de acercarse el café para tomar lo que sobraba, pero sus manos temblaban al igual que sus piernas, agacho la cabeza posando su mano en la frente sudorosa, quería calmarse pero no podía.

--Discúlpame Vanesa, creo que me voy a dormir, de pronto me entro un sueño, me voy a la cama, deberías hacer lo mismo. Jimena se levantó muy sueño lenta encontrándose a Ariadne que bajaba, la chica ya vestida venia tan caliente como su misma tía.

--Mamá te llevo a la cama?, casi te caes de sueño, pregunto la nerviosa chica intentando ser lo más normal posible.

--No hija… ayuda a tu tía a recoger, creo que el tío Narciso ya se fue a dormir, Vanesa desde el sillón intervino la conversación intentando con esto calmarse un poco, aun desconocía que era lo que realmente le estaba ocurriendo.

--No… no te preocupes Jimena… que te lleve al dormitorio, solo me termino el café y enseguida subo, Ariadne regreso al segundo piso de la casa, subiendo las escaleras con su madre del brazo, que casi se dormía caminando.

--Ooooohhhhhh! ¡Que pasa Vanesa ooooohhh!, se decía la rubia abajo en la sala, Vanesa sentada en el sillón abría las piernas como nunca antes lo había hecho, acomodándose en el sillón se tomó uno de sus melones apretándoselo con fuerza, su vestido verde floreado se subió a más de medio muslo, con la otra mano se acariciaba las piernas, pasando levemente sus uñas por sus bien formados muslos.

--Mmmmmnnnggghh! No…no se…por…porque…mi cuer…cuerpo arde, Diosss creo que estoy calienteeee!!!... no... debo... no debo tocarme… Aaaahhhhh!!!!-sin pensársela dos veces llevo uno de sus dedos a su entrepierna rosándola, en esos momentos sentía unas tremendas ganas de abrirse de muslos, así que simplemente lo hiso, se abrió tanto las piernas que ya mostraba su femenina ropa interior de encaje blanco, su baja prenda estaba tan mojada que se podían notar unos preciosos pelitos dorados que ornamentaban su delicada intimidad, la distinguida dama comenzó a mover sus dedos muy despacio, esto no sabía hacerlo, en su vida había sentido la necesidad de tocarse.

--Siempre creí que te pintabas el cabello tía, ahora sé que eres rubia natural ¡jijiji!-en las escaleras escondida estaba Ariadne, la chica solo se había puesto un ligero vestido de gaza azul a medio muslo, desde ahí podía ver muy bien la vagina de su tía, luego de haberla estado espiando por un rato bajo llamándola para que Vanesa la escuchara y dejara de tratar de masturbarse, su plan era otro.

--Tía yo te ayudo!!-gritó desde las escaleras, Vanesa enseguida cerro sus fabulosas piernas acomodándose el vestido a tiempo. --Tía Vanesa te vez muy rara, te pasa algo, te sientes mal!?-le pregunto la descarada pendeja, la señora la miro, sus ojos estaban cambiados, ese rostro de señora refinada y de las altas esferas ahora no era más que un rostro de lujuria y el de una autentica zorra, Ariadne se alegró, pues su tía estaba como nunca antes, meramente estaba muy… pero muy caliente.

 --Solo quiero tomar un poco de aire por favor, vamos al jardín… lo necesito…-Ariadne la llevo afuera, el aire que sintió Vanesa fue reconfortante, pero por dentro de su infartante cuerpo todo seguía igual.

--Te vez mal tía, pero yo sé lo que necesitas, ven conmigo-la chica la llevo recargada en su hombro, Vanesa caminaba casi como una zombi, pero las punzadas en su zorra ya casi la consumían por lo muy ricas que la estaba sintiendo, Ariadne la llevo hasta la casucha en la cual se lo harían a Vanesa, por su parte la acalorada hembra no era consiente para donde y para que la llevaban hasta ese lugar, simplemente ella estaba en otra dimensión.

--Aquí está más tranquilo, ahora vengo espera-Ariadne en lugar de salir, solo se quedó parada detrás de ella en una esquina, en la misma oscuridad en la cual ella se encontraba pudo ver como don Jubileo a tan solo unos dos metros de su propia ubicación este ya estaba en posición al igual que ella, parapetado detrás de una caja con herramientas y presto para presenciar la estupenda cogidota que le iban a plantar a tan despampanante hembra.

En eso una figura flaca y con una panza caída entro al cuarto, sentada en un viejo sillón en desuso Vanesa con los ojos cerrados disfrutaba el viento que entraba por la puerta abierta, sintiendo que alguien se sentaba junto a ella,  al encenderse la débil luz interior de la deplorable casucha destinada para las herramientas y utensilios de aseo de los empleados los acontecimientos se vinieron extremadamente rápidos para la rubia la cual quedo completamente escandalizada cuando sus ojos azules vieron la escalofriante imagen desnuda de su tío,

--Diosss..! Que es esto...!!  ¡Tío Narcisooo… que hace!!??-a unos centímetros de ella, el tío-mayordomo se masturbaba totalmente desnudo y en forma descarada, solo la miraba con un semblante degenerado y devorándosela de pies a cabeza con su pervertida mirada, la recorría centímetro a centímetro, ya casi imaginaba las carnes que habían debajo del vestido de su sobrina, le miraba esos potentes muslos dorados los cuales ya quería lamer, Vanesa sin saber porque y casi babeando de una desconocida ansiedad sexual bajo la mirada y ante ella estaba la verga más grande que pudo haber visto en su vida, un desenfrenado deseo impulsado por el afrodisiaco que ingirió la elevó a temperaturas nunca antes sentidas por ella.

--Has probado alguna de estas alguna vez en tu vida… sobrinita!?, jejejeje-el viejo le hizo una seña para que ella pusiera más atención aun en su parada y aceitosa vergota que ya estaba que explotaba por la impaciente necesidad de colarse por el tibio tajito de carne que seguramente debía tener su tremenda sobrina, y ahí estaba Vanesa con su vestido verde hasta más arriba de la mitad de sus muslos mirándole la verga al tío Narciso que en esos momentos se la agitaba a centímetros de sus ojos azules.

La refinada hembra estaba más caliente que una autentica yegua en temporada de apareamiento, siendo observada por su degenerado familiar lejano, en el momento que la azulada mirada de la mujer aún seguía recorriendo esa pulsante y gruesa masa de carne venosa sintió un golpe de electricidad en todo su cuerpo, una intempestiva necesidad por agarrarla se apoderado de su confundido temperamento, quería sentirla, probarla, chuparla, comérsela por donde su dueño quisiera dársela, no importándole quien fuera este.

--Yo… el calor... mi... cuerpo… lo siento… no debooo-la señora tartamudeaba, como a la vez ya hacia tímidos movimientos con sus manitas hacia la verga, como si de verdad se la fuese a tomar.

Si fuera de otra manera nunca hubiera permitido esas cosas, pero estaba tan caliente… se sentía extrañamente otra mujer, estaba increíblemente como una hembra en brama.

--Si tómalo Vanesita… jejeje mi verga esta así de parada gracias a ti primor… jejeje, quiere sentir tus manitas de gran señora sobajeándola, el viejo hasta se babeaba diciéndole todas esas peladeces a su encantadora sobrina, --Vamos… apriétalo con fuerza… yo sé que lo deseas, te prometo que después te dejare probarla con los mismos labios con los que todos los días besas a tu marido, jejeje.

El viejo tomo la mano de Vanesa y la guio a su falo, ella un poco antes de tomarlo trato con muy poca convicción de retirarla, pero era inútil, el ansia de verga pudo más que sus verdaderas intenciones y simplemente lo apretó con verdadero deseo tal como el viejo lo había sugerido, este al sentir el contacto de la suave mano de su sobrina en su enardecida tranca hecho su cuerpo hacia atrás disfrutando el momento, --Por fin!... por fin!!-se repetía el hombre una y otra vez con sus ojos en blanco.

Detrás de la peculiar pareja de nuevos casi amantes, Ariadne y don Jubileo tan calientes como los primeros no perdían detalles, este último ya había sacado su verga al aire y como si nada se sobaba las bolas con mucho cuidado como si con esto estuviesen sus testículos produciendo semen a toda máquina, la nena con celular en mano grababa a su tía pajeando al tío-mayordomo, como a su vez mandaba disimuladas miradas a la tremenda vergota que se gastaba el asqueroso basurero, este la tenía tan gorda y larga como la de su tío, solo que esta nueva herramienta se encorvaba notablemente hacia arriba, y como extrañamente según la chica a esta no se le veía el glande por estar tapado con el forro de piel.

Pero a solo dos metros de donde estaban ellos observándolo todo, los movimientos masturbadores de Vanesa ahora eran guiados por el tío Narciso, que no soltaba su mano, la casada sobrina no despegaba la vista de la imponente tranca larga y gruesa tragando grandes cantidades de saliva que se le formaba debajo de la lengua debido al gran hambre de verga que desde hace rato sentía, veía como desde la punta del glande salían expulsados vistosas cantidades de un líquido semi trasparente que parecía ser aceite, estos caían resbalándose por el musculoso tronco surcado de venas multicolores, lo que con su marido nunca había visto, de pronto cayo en cuenta que este era el líquido que precedía a la salida del semen y que este provenía desde los más íntimo de las bolas del viejo, así que ya sin pensarla más su otra mano la metió entre las piernas del viejo para tomarle los pesados testículos sobándoselos y acariciándoselos casi con devoción, ella aunque casi no masturbaba a su marido, su nuevo instinto de perra en leva le decía que debía hacerlo de esa manera.

El feliz vejete abrió los ojos, Vanesa estaba junto a él y no despegaba la vista de su aparato vergal, tomándola de los cabellos, los sujeto con su mano haciéndole una coleta, a sus piernas llego volando una liga, Ariadne se la había aventado para que con ella le amarrara el cabello, la mano de Vanesa ya lo masturbaba sola, mientras que el viejo le terminaba de amarrar su rizada cabellera rubia.

--Ya está sobrinita… inclínate y comételo todo, saboréalooo!!, la caliente hembra mordiéndose los labios comenzó a acomodar su cuerpo a modo de llegar y hacer contacto con su endiosado falo.

--Primero un besito en la puntita, jejejeje-escucho decir Vanesa a su aprovechador tío, por lo que juntando sus labios y frunciendo su boquita hacia adelante hizo contacto por primera vez con una verga distinta a la de su marido, asi estuvo haciéndolo por algunos segundos hasta que el viejo ya no aguanto más y comenzó a decirle como debía chupársela. –Ya déjate de chingaderas y usa tu lengua puta de mierdaaa!!!-Vanesa obedeció en el acto, estaba irreconocible fue como su hubiese estado esperando ese pequeño empujoncito, ahora le daba vueltas a la punta gruesa con su lengua llenándola de babas, su mano le sobaba de arriba abajo bajándole el cuero, para ver todo el pelado glande y lamerlo para dejárselo  brilloso, no sabía porque lo hacía, lo que si sabía era que con cada quejido del viejo, ella se prendía más y más.

--Así, así, rubia reculia’… lame mi tronco, chúpalo todo… eso me agrada-sentada de lado, Vanesa se comía el falo con la lengua y con los labios bien apretados, ella no sabía mamar muy bien que digamos, pero trataba de esforzarse para el hombre que le decía cosas pervertidas.

La hembra abrió los ojos grandes cuando sintió que el viejo le trataba de meter toda su tranca en la boca, en la pequeña boca de esa señora inexperta para esas cosas, la verga le llego a la mitad, mientras sentía que se la volvían a sacar, solo para enterrársela  otra vez, las arcadas no se hicieron esperar, las piernas del tío Narciso quedaban manchadas por las babas de Vanesa, que subió las rodillas al sillón, quedando en 4 patas y con su trasero en todo lo alto, con la verga deslizándose por su paladar hasta la garganta y con ella succionando sin parar.

Vanesa sintió que poco a poco le subían el vestido, dejándole las nalgas al aire, las bragas de encaje blanco hicieron su aparición totalmente mojadas, mientras que la señora con los ojos semi cerrados se comía la verga cada vez más rápido, cada vez más hambrienta, sus mejillas ya estaban ardiendo y habían tomado una exquisita tonalidad rosácea debido a la calentura que estaba sufriendo su dueña.

--Sácate los calzones y dámelos! ¡Los quiero oler y aspirar para saber cuál es tu aroma personal, jajajaja! ¡Quiero oler los jugos de una dama de sociedad… de esa sociedad que todos ustedes me vedaron, jajaja!!!!- reía y ordenaba el viejo con la cara desencajada por la excitación y llena de sudor.

Aguantando y chupando como despavorida, con la boca llena de carne salada y caliente la desesperada rubia que le daba mamadas como loca, sin despegar su cavidad oral por nada del mundo de aquella gratificante vergota paso sus manos hacia atrás, se bajó rápidamente las bragas sacándoselas totalmente, para después dárselas al viejo mientras seguía y seguía succionando sin parar, por momentos masturbando al viejo, esa verga la tenía embrujada.

--Mmmmmmmm… delicioso olor! ¡Qué delicia, tal como lo imagine!- decía el viejo recargado en el sillón sintiendo la boca de su sobrina subir y bajar por su tranca carnal, a la vez que se ponía las bragas en la nariz para aspirar fuertemente, su cara quedo bañada en jugos vaginales, haciéndolas bolita se las arrojo a Ariadne, que estaba parada detrás grabando con su celular.

--Mmmmmm! ¡Tía que tienes entre las piernas! ¡Tú sapo huele delicioso!-susurro la jovencita aspirando el aroma de aquellas bragas, a la vez que se las lanzaba a don Jubileo que con una depravada mirada le transmitió que él también quería oler los aromas de la caliente mujer, Ariadne una vez que se las arrojo se quedó mirando con cara de ser una verdadera zorra la vergota que se gastaba el basurero.

La excitada jovencita quien tenía muy en cuenta que el viejo asqueroso de don Jubileo venia por su hermana menor y no por ella se atrevió a pensar en la posibilidad de desvestirse, había esperado tanto por este día para ella masturbarse a sus anchas y sin nada de ropa mirando cómo se violarían a su tía que determino que la presencia de ese ordinario hombre no echaría a perder sus libidinosas intenciones, y sin pensar en consecuencias ni nada parecido se comenzó a quitar el vestido.

Don Jubileo casi creyendo que en cualquier momento Diosito se lo despachaba de este mundo de un fulminante ataque cardiaco vio como esa hermosa criatura tras quitarse sus ropas esta no llevaba nada puesto debajo, quedándose a solo un metro y medio de donde estaba el tal cual como llego a este mundo, y casi enloqueció de calentura cuando la vio poner su mano en su entrepierna y comenzar a masturbarse, al tiempo que la muy zorra miraba la vagina expuesta de su tía, y se restregaba la mano en su conchita como una desesperada, el tío Narciso sonrió al ver que la chica era incluso más caliente que su mama, y que debido a eso lo más seguro era que su amigo en cualquier momento ya no aguantaría más tantas puteadas de su parte y se la violaría ahí mismo al lado de donde él estaba dispuesto a follarse a su otra sobrina.

Mientras el basurero y Ariadne seguían calentándose hasta mas no poder, el apocado familiar de Vanesa la jalo de la coleta levantándose del sillón, no quería eyacular todavía, la caliente sobrina con los ojos vidriosos y la mirada perdida, se levantó con él, de su boca caían babas, ya estando de pie el viejo le dio un beso asquerosamente baboso, los dos se besaban, se comían sus bocas cayendo vistosos goterones de saliva por todos lados, ella con su mano le masturbaba sin parar la erecta verga restregándole la pierna derecha, el enamorado vejete la tomo del muslo, ella le paso las manos por los hombros, Vanesa estaba fuera de control.

El tío Narciso como pudo se pasó atrás de ella, tomándola rudamente de las tetas la guio hasta el mugriento colchón que esperaba a que  lo usaran quienes quisieran, ella hecho su cabeza hacia atrás y se dejó guiar, sintiendo en sus nalgas la gruesa verga que la punteaba queriendo entrar hacia el interior de su cuerpo.

Vanesa caminaba casi en puntillas con sus tremendos y duros melones al aire pues el viejo se los había sacado, sintió que su vestido se comenzaba a romper desde la base de su pecho, una ruptura corría, el tío Narciso con todas sus fuerzas rompía la tela estaba como desesperado, ella lo tomaba de la nuca besándolo en forma desesperada, sentía que el hombre era todo un macho, que la tomaría como nadie en su vida lo había hecho.

Con el vestido totalmente roto, la hembra besaba sin parar esa boca, sentía la lengua del viejo meterse lo más profundo en ella sofocándola, la mano del viejo alcanzo la vagina, el contacto de otra mano en su tremendo culazo convulsiono a la señora, para ella fue tocar el cielo.

--Aaaannnggghhhhh! ¡Aaammmmmgghhhh!-separando las piernas, moviendo el culo como si ya se la estuvieran culeando, gimiendo dentro de la boca de su hombre, se restregaba la señora llena de deseo, sintiendo los dedos entrar y salir de su concha que chorreaba líquidos como un manantial empapando sus muslos, el jugo corría por todas sus piernas llegando a la planta de sus pies, parecía como si la mujer se estuviera meando.

--Saca tu lengua pedazo de zorraaaa!!!, le gruño el vejete que estaba tan caliente como la puta esa que ya deseaba ponerse a culear con cualquiera que se lo pidiera, la señora así lo hizo, el viejo sin besarla comenzó a mover rápidamente la lengua en la suya, y ella comenzó a hacer lo mismo,  el viejo le metió los dedos y los dejo adentro moviéndolos brutalmente de adentro y hacia afuera haciendo que los jugos vaginales que en esos momentos producía la vagina de la hembra saltaran expulsados en distintas direcciones, ella le restregaba la zorra en la mano cada vez más rápido…

--Quiero que te masturbes diciendo leperadas y un sinfín de zorrerías de esas que le gustan a las putas como tú, jajajaja!!!… ¡vamos zorraaaa… si quieres verga gánatelaaaa!!!- La caliente mujer temblando de calentura se fue hincando en el colchón manchado con muestras de meados secos y vómitos de quien sabe quién.

Vanesa con el vestido totalmente roto, y con sus tetasas que se asomaban por encima del sujetador, desde hace rato se había dado cuenta de la presencia de su sobrina y que esta se estaba pajeando la zorra completamente desnuda, como también ya sabía que los acompañaba un hombre desconocido, pero todo esto sencillamente no le importaba, su calentura era tan desbordante que para estos momentos lo anterior extrañamente eran para ella como un exquisito condimento que sazonaba lujuriosamente todo eso que ella estaba viviendo, sin pensarlo más termino por empelotarse completamente para beneplácito de su tío Narciso, para luego estirarse de espaldas en el colchón con  las piernas bien abiertas y doblando las rodillas, lentamente puso su mano en su dorada vagina metiéndose sus finos deditos, mientras que la otra fue a parar a sus tetas para comenzar a sobárselas casi con desesperación, estando en esto comenzó con la tanda de puteadas que el viejo le había solicitado:

--Quiero que me la meta… ¡Culeeme la zorra!!... ¡Mírela no se le antoja!!!???... ¡Soy una puta que no cobraaaa!!!. Vanesa decía lo primero que se le venía a la mente, pero no lo hacía porque el vejete se lo hubiera ordenado, sencillamente ella las decía porque así lo quería, sus peladeces continuaban, --Mire tío Narciso por aquí salió mi hijaaaa y aún sigue tan cerrada como la de una jovencitaaaa!!!... ¡Que todos los hombres hagan filaaaa… les daré la cacha a todosssss!!! ¡Quiero muchosssss! ¡Quiero que me culiennnnn… que me violennnn!!! ¡Soy una guarraaa… una autentica furciaaaa!!!, una puta cualquiera!!!!... ¡estoy caliente… muy calienteeee!!!!, Ohhhh Diossss… tengo tantas ganas de aparearmeeeee!!!!, Yo lo hago gratissss!!!!, la señora miraba directamente a la cámara que tenía el viejo en sus manos grabando todo, su rostro ya no se parecía en nada a lo que era antes, por momentos se lamia sus pezones moviéndose por todo el colchón.

Ariadne quien se masturbaba rápidamente haciendo enloquecedores círculos con su manita sobre su vagina como una verdadera enajenada por todo lo que estaba diciendo su tía la mojigata, más se le acelero su corazón cuando en la periferia de su vista vio como el asqueroso hombre de don Jubileo se le venía acercando lentamente y con su colgajo aún más parado que antes, ella a pesar de lo repulsivo que era el viejo y ordinario basurero se hiso la que no se daba cuenta que este se le acercaba y continuo masturbándose en forma descarada tal como lo había estado haciendo, lo supo casi en el acto el viejo basurero quería culear con ella, no acordándose que el mismo había dicho que sus intenciones eran con Patricia, si bien el viejo no le gustaba para nada por lo asqueroso y hediondo que era, aun así permaneció en su lugar haciéndose la mensa para ver que era lo que deseaba don Jubileo.

Y en efecto, cuando la chica aun no terminaba de pensar en eso ultimo sintió como era agarrada salvajemente de su cabello por don Jubileo quien se lo jalaba hacia atrás como si ella fuera una potranca a la cual en esos mismos momentos se disponían a domarla por vez primera, mientras de fondo se oía como su tía Vanesa continuaba masturbándose como una mal nacida y gritando leperadas a todo pulmón, por su parte el tío Narciso quien se pajeaba desenfrenadamente hincado a un lado de la caliente mujer este si se daba cuenta de lo que iba a sucederle a la otra putilla de las Olguín pero tampoco le importo, sus intereses instintivos y sexuales estaban puestos en el cuerpo de la rubia de su sobrina.

Ariadne sintió como su corazón se le aceleraba por cada punteada que don Jubileo le ponía en el culo, pero se le aceleraba no de calentura sino que de repulsión, el viejo estaba tan hediondo que unas tremendas ganas de vomitarse ahí mismo se le instalaron en su estómago, la chica creía adivinar que este nauseabundo personaje llevaba sin bañarse por lo menos un año entero, un fétido olor  a orina y a pescado mezclado con hedores de basura subía desde la putrefacta verga hasta las fosas nasales de la ahora escandalizada muchacha, sentía esas manos rasposas llenas de callos sobarle las tetas con una ansiedad casi enfermiza, don Jubileo estaba en la gloria nunca en su vida había manoseado a una ninfa tan suavecita y tan bella como lo era aquella tierna joven a la cual ya prácticamente la tenía a minutos de cogérsela de la forma en que él lo quisiera.

El viejo quien sentía como la nena hacía de todo por hacer que él se separara de su cuerpo solo atinó a decirle cual era la situación en aquellos momentos.

--No te asustes pendejita rica, jajaja!!!, es solo que encuentro injusto que esos dos de allí estén pasándolo tan bien y nosotros solo conformarnos con mirar, jejeje… que tal si nos ponemos a culear tal como ellos lo harán ricura… dime te gustaría follar con el viejo de la basura?, jajajaja!!!

Ariadne como pudo volteo su cara para mirar al asqueroso tipejo que pretendía follarla dada las circunstancias en donde ella dejándose llevar por su impetuoso enardecimiento se había atrevido a desnudarse delante de el creyendo que aquel horroroso sujeto solo se conformaría con masajearse la verga mirándola y viendo cómo se cogían a su tía Vanesa, recién caía en cuenta de su calentona indiscreción, a estas alturas la nena ya hasta creía oler el pestilente olor que el viejo llevaba impregnado en sus ropas y en sus pellejos, por lo que se dio a poner todo de su parte para que este no se saliera con la suya.

--Qué es lo que quiere viejo asqueroso? Córrase de mi lado…!! Tío Narciso!!!, la chica llamaba a su tío como si este fuese a ir  a socorrerla…

El tío Narciso quien ni por nada del mundo pretendía separarse de la zorra que en aquellos momentos se pajeaba la concha como una enajenada, solo le grito desde donde él estaba,

--Déjate de puteadas y dedícate a culear con mi amigo, jajajaja… yo ahora estoy ocupado con la puta de tu tía, jajajaja!!

--Ya vez zorrita?, jejejeje hazle caso a tu tío y déjate de webadas, lo pasaremos rico, me creerás que nunca le he puesto la verga a una jovencita tan encantadora como lo eres tú, desde que enviude solo lo he hecho con putas drogadictas que se dejan follar por unos cuantos pesos o por un poco de comida, jajaja…

Diciéndole esto último se le atraco un poco más por la desnuda espalda de la suculenta chiquilla, afianzándosela por la cintura, sintiendo la extrema suavidad de su piel perfumada, sopesándole de a ratos las tetas que no eran tan grandes pero si muy suaves y duritas con un tamaño muy tentador, le veía esas nalgotas redondas y paradas muy bien formaditas, su estrecha cintura casi lo hacían perder la razón, en fin el viejo basurero se dio a tomar todo lo que estaba al alcance de sus mugrientas manos y de su hedionda verga.

--Dejemeeee!!, gritaba la joven con todas sus fuerzas y pataleando en forma desesperada, intentando con esto hacer que el viejo desistiera de sus mal sanas intenciones que por cada segundo que pasaba estas eran más evidentes.

--No seas estúpida pendeja caliente… y disfruta todo lo que te voy a hacer, además que tú tienes la culpa… Don Jubileo hacia fuerzas intentando contener a la hermosa potranca, la verga ya se le había bajado un poco debido a la distracción en que lo obligaba la joven al ponerse tan altanera con él, pero el vejete no iba a cesar en sus intenciones, --Escúchame furciaaaa!... yo solo quería mirar a esos dos… te dije que primero quería violar a tu hermana pero tu vienes y te sacas la ropa delante mío… por si no te has dado cuenta estas encuerada delante de dos viejos calientes perraaa… y  eso sólo lo hacen las zorras pervertidas como tú, entiendes ahora cuál es tu situación!?, jajajaja!!!.

 

 

--No… eso no es verdad… yo solo lo hice porque pensé que Usted dijo que solo quería violar a mi her… Don Jubileo no le permitió terminar de decir lo que la nena quería…

--Ahhhh… que exquisita eres perrita, como te decía antes siempre soñé follar con una jovencita como tu… seguro que tu zorrita está limpia y perfumadita, te la voy a comer entera so putaaaa!!!!.

La tensión del momento, el saber que en cualquier momento se la violaría el viejo de la basura, con su tía y el tío Narciso pajeandose entre ambos solo a unos metros de donde la tenían a ella, sumado a la asquerosidad del viejo que la tenía bien agarrada de las tetas y de la zorra, incluso la alterada joven ya hasta sentía un poco atrayente ese nauseabundo olor a verga podrida que el viejo expelía desde ella, todo esto hicieron que desde el interior de su vagina escurriera un líquido calientito deslizándose muslos abajo, lo cual fue acompañado de un exquisito escalofrío que la recorrió entera muy a su pesar, pero su mente aun no aflojaba,

--Suélteme… noooo don Jubileo… que haceeee!?, exclamaba la nenota intentando retirar las pringosas manos del viejo desde su vagina y de sus tetas, en eso sintió como este la daba vuelta para ponerla cara a cara con él para casi en el acto ponerle un bestial tortazo en el rostro que casi la hicieron perder el sentido, si no hubiese sido porque don Jubileo la tenía bien asida de su cintura Ariadne hubiera ido a dar al suelo. Toda su visión se le nublo y al son de los gemidos de su tía que en esos momentos ni le importaba la suerte de su sobrina esta última escucho la rasposa vos del basurero que casi le bufaba en sus narices,

--Escúchame zorra asquerosa!! A mí no me interesa quien eres ni el apellido que llevas puesto… yo solo quiero usar todos tus agujeros para darles placer a mi verga y a mi mente, así que ahora serás buenita conmigo y nos vamos a ir a culear a otra parte para dejar que estos dos follen tranquilos y hagan cuantas guarradas les plazca, jajajaja…

El basurero mientras le decía sus bajas intenciones la manoseaba a su entero antojo, para luego continuar, --Quiero que por esta noche seas mi mujer…! mi hembra…!! mi putaaaaa…!!!, así que déjate de pendejadas y llévame a tu cuarto para que nos acostemos, porque o si no…!!! El viejo Jubileo saco desde atrás de sus ropas un tremendo machete todo oxidado que se lo puso a la altura de sus tetas, --Soy capaz de meterte la hoja de este cuchillo por la zorra y rajarte hasta las tetas…!!! Eso es lo que quieres!!??

Ariadne con sus ojos llenos de lágrimas producto del horror que le producía el imaginarse todo aquello que el viejo le vociferaba solo atino a negar con su cara, por lo que el don Jubileo con su sonrisa de chulo de bajo perfil, nuevamente le consulto,

--Jajajaja… veo que entiendes rápido preciosura… o sea estas dispuesta a prestarme la zorra por las buenas!? La asustada chamaca ahora asintió con la cabeza en señal de aceptar esa descabellada e inusual propuesta, ya que sabía muy bien que a esas alturas no tenía otra salida.

El viejo asqueroso de don Jubileo ahora más contento que el príncipe feliz, tomo a la desnuda joven en sus brazos tal cual como tomaba los botes de basura en su diaria tarea,  y la saco de la casucha en donde el tío Narciso estaba a minutos de cogerse a una hembra rubia y refinada.

Una vez ya estando afuera el viejo se encamino con su trofeo de carne joven en dirección a la mansión, una vez que cruzo el amplio jardín de la casa fue Ariadne quien le indico la dirección a la recamara en la cual se acostarían,

--Entre por la puerta de servicio… por ahí siempre está abierto… luego siga hasta el fondo… doble a la derecha y suba las escaleras… llegaremos a las habitaciones de los invitados… ahí nadie nos vera y podrá hacérmelo tranquilo.

La joven ni ella misma se creía estar dándole instrucciones a un hombre tan feo y asqueroso para que este se la fuera a follar en la forma más cómoda posible.

Don Jubileo siguió las indicaciones de su joven mujer al pie de la letra, este corría tal cual como lo hacía cuando seguía al camión recolector, una vez que entraron a una de las alejadas habitaciones el basurero arrojo a la joven a una gran cama de dos plazas, mientras veía deslumbrado todas las comodidades de aquella elegante habitación, ni en sus más principescos sueños había imaginado tanto refinamiento y buen gusto, --Y eso que esta era solo para los invitados, se decía para el mismo.

Una vez ya recompuesto  y con la calentura aflorándole y destapándole los poros tapados por la mugre se quedó mirando a su joven victima a la vez que sentía como su verga nuevamente comenzaba a tomar fuerzas y poderío debido a la cándida desnudez de aquel ángel que lo miraba con cara de asustada,

--Mmmm… que rico es todo esto mamitaaaa!, nunca imagine tanta elegancia, jejeje… aquí mismo serás mi mujer en todas sus letras. Le decía a la vez que aun vestido gateaba por la cama en dirección hacia donde estaba tendida una temblorosa y desnuda Ariadne, para una vez ya estando a su lado seguir con sus leperadas,--Ay putita, así mismo me había imaginado a la otra puta de tu hermana, pero estas tan buena que no podría aguantarme a que Narciso tenga todo listo para cuando nos la violemos, diciendo esto último comenzó a desvestirse en forma desvergonzada ante los incrédulos ojos de la joven que aún no sabía si esto era realidad o era una pesadilla.

Ariadne vio cuando el mugroso hombre se quitó la grasienta camiseta dejando salir un pecho fláccido y de pellejos caídos todo cubiertos de gruesos pelos blancos, y con muchas arrugas, con solo ver esto la nena nuevamente sintió unos tremendos deseos de vomitar, en eso el basurero se desabrochó el manchado pantalón de trabajo que estaba adornado de sendas manchas de líquidos de basura y de otros más extraños todavía para luego quitárselos de una y lanzarlos hacia cualquier parte, todo esto era visto por la chamaca a quien le dio la impresión que el viejo no usaba calzoncillos, ya que al sacarse los pantalones vio saltar como resorte un miembro grande, grueso y aceitoso que olía verdaderamente a demonio, la visión ante aquella verga era asquerosa la joven en forma automática cerro sus piernas en señal de protección de su vagina, a la misma vez que abrió los ojos completamente, jamás pensó que alguien pudiera tener una verga de semejante tamaño, se veía bien parada, gruesa, y con varios ríos de venas pulsando rápidamente en señal inequívoca de que el hombre ya estaba deseoso de metérsela lo antes posible.

--Jajajajaja!!!, que me miras tanto el cipote zorra calienta vergas, por los ojos que pones y con tu cara de degenerada se ve que nunca habías visto un garrote como el mío, vamos dime… te gusta?.

La asqueada joven solo se dio a negar con la cabeza, la habitación estaba impregnada a los hediondos olores del basurero, en aquellos momentos Ariadne no deseaba ni que siquiera el viejo la tocara producto de la repulsión que este le causaba, pero no se dio ni cuenta cuando don Jubileo se le metió con su cabeza entre los muslos forzándola a abrírselos para el quedar a la altura de su perfumada pelvis, viendo ella misma como este metía la nariz completamente entre sus ahora secos labios vaginales aspirándolo todo de lo que había adentro de su vagina,

--Ohhhh putita como me calientan las jovencitas adineradas como tú y tu hermana… creo que estas dos semanas serán  las mejores de mi vida, diciendo esto último el viejo se sumió ahora con lengua y todo al interior de la vagina de Ariadne quien al sentir como la resbalosa lengua del viejo bailaba al interior de su panocha instintivamente cerro sus ojos y echo su cabeza para atrás para sentir aquel débil cosquilleo que el miserable viejo le estaba haciendo experimentar.

La nena quien resistía lo embates lingüísticos con sus ojos cerrados y sus piernas bien abiertas, con todo esto, sumados el asco y el miedo que sentía, aun así su cuerpo comenzaba a reaccionar a lo que le estaban haciendo.

El solo sentir aquella lengua y labios mal formados succionándole la vagina hicieron que ella solita se abriera más de piernas para recibir de mejor forma esa desesperada lengua que tan bien le estaba lamiendo su tajo de carne.

Mientras el viejo se debatía en rápidas succiones de panocha, la semi caliente jovencita como pudo se enderezo un poco apoyándose en los codos para ver como ese mugriento tipejo metía su cabeza en su perfumada hendidura que hasta ese día ella solo había compartido una sola vez con un novio ocasional y también en solo una oportunidad con su tío Narciso, pensaba que ya era un hecho inminente que ahora habría un tercero.

La azorada chamaca mientras más veía lo desesperado que estaba aquel pobre hombre lamiéndole la zorra, y que de la hambrienta forma en que este se la chupaba se le notaba que se la quería comer toda, hizo que sus muslos y piernas temblaran y se abrieran aún más de lo que ya estaban, su mente hiso contacto con un cable que le llegaba hasta lo más profundo de su vagina produciéndose una serie de corrientazos que brotaron de esta y que atacaron sin misericordia a todo su sistema nervioso, por lo que su esbelto cuerpo nuevamente cayo hacia atrás, dejando salir de sus labios unos gratificante gemidos de placer a la vez que comenzaba a abrir y cerrar sus piernas al ritmo de las lamidas imaginándose que así ella misma se succionaría por la zorra al viejo en forma completa.

Don Jubileo dándose cuenta del estado en que tenía a la nena aumento la velocidad de sus chupeteos, a la vez que sintió las finas manitas de la nena como lo agarraban de sus grasientos pelos y le empujaba su cabeza comprimiéndola con su panocha a la vez que ella misma empujaba sus caderas buscando la lengua que tan bien la estaba chupando.

Mientras don Jubileo y Ariadne estaban en lo suyo en una de las recamaras de los invitados, el tío Narciso con Vanesa estaban en algo más o menos parecido al interior de la casucha de las herramientas que estaba en una de las esquinas del patio y que esta se encontraba tapada  por unas frondosas y verdes enredaderas que disimulaban el lugar de la deplorable casucha para que esta no desentonara con la ornamentación del elegante jardín de los Olguín.

El tío lejano caliente hasta mas no poder y acostado con su sobrina en el mugriento colchón comenzó a lamerle los pies pues esta era una de sus debilidades, los chupaba mientras ella se retorcía soportando la temperatura de su cuerpo, lamia las piernas, se pasaba a sus bellos deditos separándoselos y metiendo su lengua entre ellos, para luego volver a sus muslos y lamer todo lo que encontrara a su paso incluso retirando los jugos que hace poco la hembra había expulsado desde su reducto íntimo.

Vanesa movía la cara de lado a lado apretando los bordes de la andrajosa colchoneta con sus puños, la vagina encharcada como estaba fue presa de la deseosa bocota del hombre, la perdida mujer comenzó a llorar de deseo, se estaba volviendo loca con cada chupada que le mandaban en la zorra, literalmente ambos amantes estaban al borde del paro cardiaco.

El viejo Narciso movía la lengua dentro de la vagina, Vanesa le tomo la cabeza impidiendo que el viejo dejara de lamer, gemía, gritaba de placer.

--Hay Diosss!... No puedooo massss! ¡Me mueroooo, me muerooo cogiendoooo!!-la señora ya había tenido más orgasmos que en toda su vida marital, el llanto no era de vergüenza, era de auténtico deseo, de placer sin límites, se mordía la mano para no quedar afónica, sacándose sangre.

--Verga!, verga!!, verga!!! yaaaaaa!!!!-grito arqueando la espalda, el viejo subió lamiendo su ombligo para llegar a las sudadas tetas, Vanesa se convulsionaba debajo, sudando entre toda clase de líquidos.

--Aaarrgghhhhhhh!-como un león el viejo rugió, cuando penetro de golpe a la rubia señora, que enseguida se comenzó a mover, los dos copulaban como si por muchos años lo hubieran hecho, los cuerpos se movían sincronizadamente.

El tío narciso le metía verga en forma desesperada, ella levantaba las piernas tratando de moverse lo más rico posible, el viejo la tomaba de las tetas, los gritos y gemidos, se escuchaban en todo el vecindario de riquillos, en eso el vejete la tomo de los muslos acomodándola para arremeter con más fuerzas todavía, el sudor de su frente caía en las tetas de Vanesa, que lo animaba a darle más fuerte y más duro, la cogida seguía, los dos no tenían para cuando terminar el viejo en esos momentos era todo un toro, la rubia estaba maravillada con el señor que aunque flaco como estaba sabía lo que hacía, y ella lo premiaba moviéndole sus muslos dorados en señal de recibimiento por cada arremetida que este le mandaba, mientras también lo tomaba del cuello para colgarse de él.

Aprovechando esa posición, el tío-mayordomo junto fuerzas levantándola y atrayéndola hacia él, que cayó en el colchón de espaldas con la señora encima bien clavados uno al otro, Vanesa comprendió que ahora era ella quien debía cabalgarlo, poco a poco comenzó a mover la caderas en movimientos circulares, el viejo solo le acariciaba los muslos, su sobrina se levantó y enderezo su cuerpo como toda una Diosa quedando totalmente empalada, su cintura se movía de un lado para otro sintiendo la verga muy dentro, las manos las tenía en el pecho flaco con algo de canas, los dos se miraron, el vejete muy quieto, mientras que la rubia se movía oscilando las nalgas, su cara era la de una autentica puta.

Entonces comenzó la señora con un endemoniado brincoteo encima de su familiar lejano, primero muy poquito pero enseguida se dejaba caer con fuerzas, sintiendo dentro de su cuerpo esa verga larga y gorda, el ploc de sus nalgas al caer la volvían loca, ella casi no salía de la misma posición cuando su marido la tomaba, pero este viejo tenía mucha resistencia e imaginación.

--Aaaahhhhh! ¡Aaahhhhh! ¡Fuerte… fuerte, rico… ricoooo! ¡Te gusta, te gusta cómo me como tu verga papi!-el viejo la tomo de las manos, ella totalmente erecta se sentaba sin parar, los grandes senos brincaba al son de la sentadas que se daba, Vanesa brillaba con la luz del foco, el sudor abarcaba toda su piel, para el viejo la vista era espectacular.

--Ahora te quiero puesta en cuatro patas… como la perra que eres, jajajaj!!!, Vanesa se volteo enseguida desclavándose, para ponerse en la posición deseada por su macho, mientras que él se paraba la señora comenzó a mover el culo de un lado para otro, el viejo entonces fue directamente al trasero lamiéndole el culo con dedicación.

--Hhhhaaaayyy ssiiii ahiii! ¡Qué rica lengüita mi rey! ¡Lame mi culito, nadie lo ha hecho!-prácticamente el vejete estaba succionándole el culo a su sobrina, daba la impresión que este en cualquier momento le sacaría mierda desde el interior de su trasero para luego comérsela como merienda, metía la lengua como si de un falo se tratara, mientras sus dedos entraban y salían de su vagina, Vanesa levanto el rostro pasando uno de sus brazos por detrás, para sujetar la cara del viejo.

--Dame por el culoooo! ¡Quiero por el culoooo! ¡Es nuevo, es tuyo, es virgennnnnnn!, nadie creería lo que pedía la bien portada señora, como un desesperado el tío Narciso se levantó hincándose detrás de ella, escuchando como pedía que la enculara, jugó un poco con su verga en el canal de sus nalgas, ella seguía gritando que la enculara.

--Para bien el culo rubia cabrona! ¡Ábrete bien las nalgas, que la probaras por atrás!, la señora clavo su cabeza en el colchón, con sus dos manos separo las nalgas, el viejo poso la punta de su miembro en la puerta de atrás y empujo, Vanesa abrió los ojos mordiendo las cobijas, retorciéndose, pues el invasor era muy grande para un culo inmaculado como el suyo, pero ella lo había pedido, ahora debía aguantar.

--Aaaaarrrrrrgggghhhhh!, rugió el vejete cuando sintió que su verga entraba en forma magnánima al interior de aquel apretado reducto anal, sus ojos estaban inyectados en sangre, a la vez que seguía bramando, --Ya entro!, ya entroooo!!!, tu culo es mío!!!, rubia caliente!!!, el viejo la había enculado, ella deseosa y caliente como estaba se lo aguantaba todo a pesar de sentir un ardor insoportable, pero aun así comenzó a mover el trasero dándole placer a su macho, las grandes nalgotas oscilaban mientras el viejo se metía más y más, ¡SPLAH!! SPLAH!!! SPLAH!!!! SPLASH!!!!¡ se escuchaban las series de nalgadas que hicieron que Vanesa no pudiera más, sintiendo que de su vagina salían líquidos abundantes, que ahora también manchaban el mugriento colchón dejando un charco enorme, el viejo metía y sacaba su verga de aquel culo enrojecido.

El tío Narciso la tomo de las tetas a la señora levantándola, los dos hincados se meneaban sin parar, poco a poco el viejo caía acostado para dejar a Vanesa muy bien empalada pero ahora por el culo, el viejo tenia aun vista muy buena de su trasero, ella solita se sentaba volteando a ver al viejo, ya no gritaba, ya no gemía, solo se sentaba rápidamente.

--Ya… ya viene rubia!!, aaarrgghhhh!!! Me corro en tu culoooo!!!!, le grito el viejo mientras se vaciaba, todo su semen fue vertido en el culo de Vanesa que seguía moviéndose, la espalda bronceada hizo contacto con el pecho flaco, moviendo las caderas la señora tomo de la cabeza a su tío el despreciado para besarlo lentamente.

--Gra…gracias mi rey, lo deseaba tanto ¡mmmmmm! Fue lo mejor de mi vida-los cuerpos cansados, agitados, poco a poco se calmaban, ella seguía sintiendo la verga dentro de su culo, pero no importaba el hombre era todo un semental.

Volviendo a la recamara de invitados la fiesta en esta recién estaba comenzando, el viejo Jubileo había chupado y lamido tanta zorra que ya sus labios estaba cocidos por aquel sabroso y místico gustillo dulce-acido que la endemoniada pendeja tenia por sabor en su ranura intima, la hembrita se contenía hasta mas no poder para no irse cortada, la pobre no sabía si lo hacía por no darle en el gusto a tan horrendo personaje  o porque al momento en que llegara el momento de la gloria este fuera más placentero, la cosa era que los dos motivos le servían, fue en eso que sintió como era tomada fuertemente de los cabellos y era expulsada de la cama, el viejo como si ella fuese una marioneta la hiso que quedara de rodillas ante él.

--Ahora vas a chuparme tu a mí, jajajaja… lo justo es justo lindura, hace mucho tiempo que no me maman la verga y que mejor que una yegua como tu sea la elegida para dejármela bien limpia, jajajaja!!!!

Ariadne a quien le llego de sopetón el nauseabundo olor a pescado podrido, quiso poner algo de resistencia, ya que la pestilencia que emanaba desde la verga casi en el acto le borraron los signos de calentura que en algún momento el viejo le había hecho sentir,

--Noooo… yo no le hare eso… Usted está todo hediondo… y yo nunca he mamad…

Plafffff!!!!!, retumbo el segundo y fuertísimo golpe en el rostro que sintió la traumada jovencita quien cayó de lado y a un costado de la cama, para luego poner sus manitas en su enrojecido rostro, cuando sintió que nuevamente la tomaban de las mechas y la elevaban para ubicarla nuevamente de rodillas frente a al hedionda verga…

--Ahora me la vas a mamar mejor de como lo hacen las putas profesionales tonta hueona!!!, crees que porque eres de familia remilgada vas a venir tu a decir cómo deben ser las cosas!!??. El viejo la mantenía tomada violentamente de sus cabellos, --Y para que veas lo que te espera si no te portas bien conmigo… toma esto!!!

Ariadne sintiéndose sujetada dolorosamente por el pelo, vio como la mugrienta mano del basurero se elevaba y venía con fuerzas nuevamente hacia su rostro, la jovencita en fracciones de segundos y sabiendo que nuevamente le iban a pegar solo atino a hacer lo que su madre le había enseñado desde niña que hiciera cuando estuviera en problemas así que cerrando sus ojos solo dejo salir de sus labios,

--Padre nuestro que estas en los cielos… santificado sea tu nom…

--Plafffffff!!!!! Retumbo el violentísimo tortazo que nuevamente le asestaban en la cara, ya que ahí no estaba Dios, solo estaba ella y el viejo que trabajaba en el camión recolector de la basura, --Plafffffff!!!!! Plafffffff!!!!!...  Plafffffff!!!!!... y otra vez Plafffffff!!!!!...

--Espero que con esto aprendas pedazo de zorra, le bufaba el desnudo y mugriento sujeto, --O prefieres que te siga pegando hasta hacerte entender que tu solo eres una perra hecha para follar!!! Cuando el enrojecido rostro de la nena se contrajo para comenzar a llorar amargamente, el viejo reacciono al instante y le rugió como un verdadero cavernícola en pleno rostro de la asustada chamaca, --Y sin llorarrrrrrr!!!!!! Ariadne se quedó callada en el acto ya que nuevamente vio subir la mano de don Jubileo, --Así está mejor estúpida… le dijo el viejo cuando noto que la nena se callaba en el acto, --Y déjate de rezos y ese tipo de chingaderas, jajajajja, en dos semanas más podrás ir a la iglesia y rezar todo lo que quieras, jajajaja!!! Ahora a mamar verga se ha dicho… jajajaja!!!!

Ariadne con todo lo golpeada y vapuleada en que la tenían, solo se quedó mirando esa imponente y hedionda vergota que estaba solo a centímetros de sus ojos, sentía como le ardían sus mejillas producto de las severas cachetadas, y a la misma vez que se daba ánimos de aguantar la sensación de asco y repulsión recompuso sus cabellos castaños para luego muy tímidamente llevar una de sus blancas manitas a esa asquerosidad vergal que muy en contra de su voluntad se iba a echar a la boca, sabía que si no lo hacia ese horroroso viejo era capaz hasta de matarla, en eso estaba cuando sintió que nuevamente la agarraban por los cabellos y de cómo el basurero nuevamente le ordenaba a que se la chupara.

--Vamos zorraaaa! Aun no sé qué mierda estas esperando para comenzar a mamarla, jajajaja, o quieres otro correctivo?

La nena inmediatamente negó con su cabeza, pero aún estaba indecisa el asco que sentía era mayor, dudaba en mamárselo porque esa cosa estaba fétida, pero antes de que el viejo se volviera a enojar con ella tímidamente comenzó a jalársela hacia atrás, mientras más lo hacia el olor era aún más nauseabundo, y vio como una vez que aparecía un glande totalmente morado este estaba impregnado en una sustancia blanca y semi trasparente, y en la parte en donde terminaba la cabezota, vio que había una notoria bufanda blanca y media amarillenta que circundaba el grueso tronco de la verga, la nena estaba que se desmallaba por lo que estaba próxima a hacer…

--Jajajaja… vez que rico…toda esa sustancia blanca es para ti cosita rica… quiero que me la limpies solo con tu lengüita… debes retirarla todita y luego comértela, veras lo nutritiva que es, jajajaja, la estuve juntando por varios meses para tu hermana, que pensaba violármela en algún momento hasta que apareció tu tío así como caído del cielo, jajajaja!!!, pero ya vez al final fuiste tú la afortunada, jajajaja… vamos que espera límpiamela y cómetela todita, jajajaja!!!

Ariadne a quien se le juntaban sendas cantidades de bilis debajo de su lengua producto del asco no le quedo más opción que tragarse su saliva para después muy lentamente ir sacando su fresca lengua para comenzar a retirar aquella putrefacta materia amarillenta desde la zona de la verga en que termina el glande.

El primer contacto de su boca con la caliente y mal oliente vergota la sintió como si esa salada masa de carne tuviera ácido sulfúrico, su lengua recogió una buena cantidad de aquella prolífica inmundicia masculina, para luego de superar las inmensas sensaciones de repulsión ir por el otro lado de la verga y repetir la operación para extraer otra buena cantidad de aquella asquerosidad. El viejo viendo como la nena de solo dos lamidas había cosechado de su verga una buena cantidad de quesillo putrefacto le demandó lo que tenía que hacer con eso en su boca…

--Así está bien chiquita… jajajaja!! Con esto demuestras que eres una excelente mamadora, ahora quiero que la degustes con tu paladar y te la tragues todita, jajajaja… hazlo!!!!

La asqueada y desnuda jovencita hincada como estaba cerro sus ojos para comenzar a deshacer con su gusto aquellos residuos inorgánicos, unas tremendas ganas de vomitar la asaltaban, los reflujos y arcadas hicieron que su boca se llenara de salivas y babas que se mesclaron con la materia amarilla que ella se tendría que comer, mientras dudaba en si debía tragarlo o no, sintió la autoritaria voz de su humillador verdugo,

--Abre los ojos putilla…quiero que me estés mirando cuando te los tragues, jajajaja… A la tierna chiquilla no le quedo más opción que abrir sus ojitos y mirar al desdentado hombre que la miraba con cara de depravado mental, --Ahora comételos… jajajaja quiero que te los tragues todos…

Ariadne sabiendo que no tenía más alternativa y siempre mirando al horripilante tipejo fue tragando toda esa porquería que obligadamente la estaban haciendo ingerir, una vez que ya no quedaba más en su paladar ella misma abrió su boquita para mostrarle a don Jubileo que se lo había comido todo, su lengua, sus labios, su paladar y hasta su garganta incluyendo las amígdalas quedaron pasadas e impregnadas a verga putrefacta.

--Ufffff…que bien lo hiciste pedazo de puta, vamos aún queda más de tu alimento en mi verga… continua limpiándomela… me la debes dejar toda lavadita, jajajaja

La jovencita a sabiendas que la peor parte ya había pasado termino por comenzar a chupársela entera, ahora sin pensársela dos veces abrió su boca y labios y se la fue metiendo centímetro a centímetro para una vez de tener las tres cuartas partes de la verga incrustada en su vía oral, comenzar a darle con su lengua una serie de lamidas circulares con las cuales fue retirando toda aquella blanquecina y mal oliente esencia que don Jubileo le estaba dando, se la estuvo chupando por varios minutos, se la succionaba y la lamia como si fuera un helado, poco a poco su asco fue transformándose en gusto, ese olor a meados rancios y sudor empezaban a excitarla como así mismo a encantarla, se la sentía salada y caliente, en sus labios podía sentir como esta pulsaba rítmicamente cuando ella paraba por breves segundos para descansar, a la vez que también sentía y probaba de aquel líquido que no paraba de salir desde la punta de la verga y que no era tan asqueroso como aquello que solo hace un rato se había tenido que comer, la hembrita no se dio cuenta cuando nuevamente ya se sentía como toda una zorra, como una autentica furcia gozando de mamar, chupar y succionar aquella mal oliente y desaseada verga.

Una vez que la jovencita nuevamente trago todo lo que ella retiro de la tranca por segunda vez, sintió como nuevamente era tomada con violencia de sus cabellos, como si ella fuese cualquier cosa, un objeto solo para ser follado, en donde nuevamente la aventaban a la cama, sus ojos vieron como el basurero se acercaba peligrosamente a ella totalmente empalmado, sin saber porque la nena solo se dio a abrirse de piernas, como si su cuerpo supiera muy bien cómo reaccionar ante tan impúdicas situaciones, su respiración se aceleró a mil por hora, se la iban a meter, el viejo de la basura se la iba a culiar en su misma casa,

--Calma zorrita, ahora vas a saber lo que es disfrutar de una buena cogida, si te portas bien y me dejas gozar con tu cuerpo todo lo que yo quiera te juro que no te pegare, jejejeje, sin esperar respuesta por parte de la nena don Jubileo se acomodó entre medio de sus relucientes muslos abiertos y colocó la cabeza de su miembro totalmente envarado en la entrada de su núbil vagina, para otra vez notificarle, -- Ahora vas a saber lo que es un macho de verdad pendeja, diciendo esto último el asqueroso hombre cerro sus ojos y simplemente empujo con todas sus fuerzas.

--Aahhhhyyyyyyy!!!, fue el gutural grito de la chamaca al sentirse penetrada, no porque la estuvieran desvirgando sino que debido a lo bruto que era el hombre para tratar a una mujer, la chica sintió como don Jubileo le había enterrado toda su verga de un solo golpe, y como este casi en el acto comenzó a moverse rítmicamente sobre su cuerpo, metiendo y sacando su palo de carne en su panocha solo hasta la mitad,

--Que  tal la sientes zorraaa!!! Te la mande de una jajaja!!! Esta noche sí que sabrás lo que es culear como Dios manda, jajajaja… El viejo cerro sus ojos y se concentró en lo calientito que tenía la nena al interior de su tajito, este se meneaba tan fuerte sobre el entregado y abierto cuerpo de la joven que a los pocos minutos la chica ya demostraba que ella era la hembra en aquella sesión copulatoria y que también cumplía con su parte en el cometido,  ya que de sus labios dejaba salir unos tímidos pero muy exquisitos gemidos de auténtico disfrute.

Don Jubileo se la culiaba como un enajenado, a la vez que se las arreglaba para alcanzar sus tetas y dedicarse a chuparlas, lamerlas y succionárselas, aquella era una hembra de ensueño, y pensar que al principio no le creía nada de lo que el buen Narciso le narraba sobre que se estaba cogiendo a dos de las hembras Olguín, no por eso cesaba en sus firmes arremetidas, Ariadne por su parte solo gemía mitad de dolor y mitad de calentura, inconscientemente llevo sus manitas a los rasposos pellejos de las espaldas de aquel siniestro hombre que aparte de estar violándola hasta se había atrevido a golpearla.

--Por favor… don Jubileo..., más despacio… me dueleee!, le decía con sus cejas fruncidas hacia arriba,

--Cállate putaaaa e intenta disfrutar de la vergaaaa…!! Aun no es ni media noche y te aviso que nos amaneceremos cogiendo, jajajaja!!!!

Bastaron solo esas calientes aclaraciones para que la joven le soltara desde la zorra una abundante cantidad de jugos vaginales que casi la hicieron  ver las estrellas, fueron tres copiosos chorros de femineidad que la hembra le otorgo a su macho, situación que hiso que ambos amantes se pusieran a aparearse como desesperados, la nena se abrió lo que más pudo de piernas a la misma vez que ella también empezaba a moverse tal como su cuerpo y su mente se lo exigían,

--Jajajaja… que puta eres pendeja… te corriste rápido… sentí los chorros de jugos calientes que me soltaste de la zorra es por eso que ahora te voy a premiar, diciéndole esto último el basurero se comenzó a mover con más fuerzas que antes, las arremetidas eran descomunales, las maderas de la cama crujían como si en cualquier momentos estas se fuera a quebrar, todo en aquella habitación rechinaba y se cimbraba al ritmo de la cogida que se estaban pegando en ella, don Jubileo ahora la besaba, y la chica le correspondía el ardiente beso abriéndole lo más que podía su boquita, prácticamente se la estaban comiendo viva, la nena sentía que aquella asquerosa boca de dientes mal formados y amarillentos tenía un sabor entre agrio y amargo, a la vez que la hediondez que emanaba de esta le llenaban sus pulmones, el viejo la sofocaba era una verdadera transfusión de babas que el tipejo le traspasaba de su boca a la de la chica y esta olvidándose ya de todo las recibía y se las tragaba en forma golosa, por cada minuto que pasaba de ardiente cacha la nena encontraba más simpático a don Jubileo, ahora le daba ella misma su lengua, le lamia sus ennegrecidos y cariados dientes, y ya casi deseaba que el viejo eyaculara de una vez por todas al interior de su cuerpo.

Don Jubileo como pudo la fue levantando de sus espaldas manteniéndola ensartada en su verga, Ariadne aunque muy avergonzada no podía para de menearse, estaba frente a frente con ese señor que ella muchas veces lo había visto desde su patio como este corría detrás del camión recolector y retirando todos los desperdicios de su barrio, pero ahora era distinto, ahora estaban acostados y follando como marido y mujer, en eso sintió como este extraño hombre le lanzaba un tremendo gargajo en pleno rostro el cual impacto en toda su frente y escurrió lentamente embardunándole toda su cara, a la vez que sintió como este en el acto comenzó a lamerle el rostro escupido, situación que en vez de asquearla la calentaron aún más, que rico sentía el saberse escupida por un viejo de tan baja calaña, mientras también sentía como las rasposas manos del mugriento hombre le sobaban las tetas, y hasta le pasaba su barba rasposa por ellas y se las chupaba casi con desesperación.

Ariadne le miraba sus ojos desencajados, el hombre babeaba mientras continuaba cogiéndosela casi sentado en la cama, y con ella saltando y refregándose en su verga, con su delineado cuerpo todo traspirado y muy pegado al de su asqueroso amante, ambos se frotaban, se besaban con pasión, verga y vagina eran solo una debido a la desesperada forma  en que ambas se buscaban, la chica presentía que todo su ser ya le pertenecía a don Jubileo, no supo en que momento lo abrazaba buscando seguridad en su persona, pero la verdad era una sola la chamaca estaba hirviendo de una autentica calentura, le encantaba que ese viejo asqueroso se lo estuviera haciendo y ella le correspondía galopándolo sentada en su regazo lo mejor que podía, le estaban dando duro y ella se las gozaba todas. La nena ya no aguantando más y sabiéndose próxima a un orgasmo se le entrego en forma completa,

--Asiiiii! así papi!!, métamela firmeeee!!!, hágame sentir rico por favor...!!! Su verga es exquisitaaaa!!! Siga culiandomeeee!!! Violemeee todo lo que quieraaaa!!!!!

--Jajajaja te gusta zorraaaaa!!! Te gusta todo lo que te hagoooo!!!!

--Siiiiiiiii… hágame todo lo que usted quieraaaa… cojameee!!! Peguemeee!!! Soy suyaaaaaa!!!!

--Pues si así lo quieres puta tomaaaaa!!!, Plaffffff!!!!!, el viejo le puso un tremendo tortazo que Ariadne toda adolorida lo aguanto con entereza…

--Pégueme mas fuerte viejo mariconnnn…!!! Eso no es lo que le gusta!!??, pegarle a las mujeres…!!?? pues aquí tiene una… pégueme más fuerte si quiere… pero sígame culeando… Ohhhh Diosssss…creo que me meo de calenturaaaaa!!!!, grito en forma desesperada la salida chamaca.

Don Jubileo nuevamente se le monto viendo como a la nena se le ponían los ojos en blanco por cada apuntalada que él le mandaba,

--Ufff putita… qué rica eres para culear…! y que depravada me saliste… ahora eres miaaaa…! miaaaaa…!! miaaaaaa!!! Le bufaba el viejo por cada apuntalamiento de verga que le asestaba, --Aun sientes ganas de miar, jajajaja…

--Siiiii creo que ya me meoooo… en cualquier momento lo hagooo…!!!!

--Pues hazlo en mi cara furciaaaa!!! Quiero verte meandoooo!!!!

La chica tras pensársela por algunos segundos en donde seguía deleitándose con las gratificantes y feroces clavadas que le ponían por la concha, se atrevió a contestarle,

--De verdad quiere que lo haga!!??

--Si zorraaaa… demuéstrame lo degenerada e inmunda que eres y ponme la zorra en la cara y dame tus meados!!, jajajaja!!!.

Ariadne al sentir que el viejo la desclavaba, como una verdadera autómata se bajó de la cama para luego decirle…

--Póngase aquí abajo… de espaldas, le dijo sobándose su estómago, y con el brillo del vicio en sus ojos…

Don Jubileo con una impaciente calentura salto como resorte de la cama para tenderse en el suelo de la habitación tal como la nena se lo estaba pidiendo, desde abajo vio como la chica ponía un pie a cada lado de su cabeza y muy femeninamente comenzaba a doblar sus rodillas para ir bajando su abertura de carne para posarla solo a escasos centímetros de su cara y boca, estando la chica ya en cuclillas la vio cerrar sus ojos y poner cara de concentración, la veía con su lengüita salida por un costado de sus labios, estudio esos poderosos muslos que estaban completamente abiertos mostrándole en toda magnificencia la rajadura intima que tenía la nena al medio de estos, nuca en su vida el viejo había tenido una vagina de ese calibre tan cerca  de sus ojos y mostrándose en toda crudeza, tal como esa estupenda jovencita se la estaba mostrando en esos momentos y estando solo a segundos de mearse ella misma en su rostro, en ese mismo instante se fijó que los labios vaginales de tan tremenda y desinhibida hembra se movían en forma extraña, hasta que sintió en su cara un potente chorro de líquido amarillo y caliente que la jovencita le estaba soltando desde su rendija intima, el viejo armándose de valor y preso por la lujuria mal sana en que lo estaba transportando la dulce chiquilla solo abrió su boca y se dio a beber lo que más podía de aquel exquisito elixir con el cual su hembra lo estaba premiando.

Luego de haber bebido abundantes cantidades de meados que la chamaca le dio desde su zorra, don Jubileo todo mojado como lo dejaron la tomo casi con ternura para depositarla nuevamente en la cama, sabía que esa joven mujer ya casi le pertenecía, y sabia también que podía pegarle todo lo que él quisiera, pero en aquellos momentos se sentía atraído por aquella ninfa, ya habría tiempo para golpearla todo lo que él quisiera y hacerla hacer todo tipo de guarradas, ya en la cama la chica automáticamente le abrió sus muslos, ya que ella sabía que después de este exquisito entremés la contienda sexual aún continuaba.

--Si don Jubi… vuélvamela a meter como Usted sabe, le pedía la nena con sus ojos semi cerrados y con su cara con leves tonalidades rosadas, su rostro era de femenina complacencia, el viejo nuevamente ya se le estaba montando,

--Aguántala pendeja que te la voy a meter firme, el rostro del basurero estaba desencajado por la lujuria…

--Si… si…, démela fuerteeee… la quiero toda dentro de mi estómago, aaahhh… ahhhhhhh!!, la nena estaba desesperada porque le metieran la verga, lo pedía con sus piernas totalmente abiertas y ondulando despaciosamente con sus caderas,

Don Jubileo se la mando a guardar toda y de una, Ariadne solo se dio a recibirlo con una extraña sonrisa de viciosa, por cada apuntalada que el viejo le enviaba ella dejaba salir unos eróticos gemidos de placer, grandes cantidades de babas caían de su boquita y corrían por la comisura de sus labios, la chica no era consciente de su estado, lo único que le importaba en esos momentos era que no le dejaran de meter verga.

Los movimientos de los amantes cada vez eran más rápidos y frenéticos, el cuerpo de la jovencita estaba siendo atacado por intensos torbellinos de placer y éxtasis nunca antes sentidos, sabía que el gran orgasmo se le acercaba a pasos agigantados hasta que estando solo concentrada en las implacables estocadas que le envainaban en la zorra con esas gruesa herramienta de carne y estando ya ella moviéndose al mismo ritmo en que la ensartaban sintió como aquella verga explotaba en un sinfín de leche caliente y espesa que el basurero le estaba depositando con sendas inyecciones de semen al interior de su útero y de sus entrañas…

--Arrrrrrgggghhhhh… como haces que me corra puta de mierdaaa!!!! Tomaaa…!! tomaaaaa…!!! Tomaaaaaa!!!!!, le gritaba don Jubileo por cada escupo de espermios que le depositaba al interior de su cuerpo…

Ariadne quien se encontraba en un lamentable estado de lujuriosa excitación solo se dio a gritar lo que sus fuerzas le permitieron…

--Ahhhh…! Ahhhhh!!! Ahhhhh!!!, exclamaba por cada clavada que le daban, --Ricoooo… don Jubi… como me echa su semen…

Por cada salpicón de lefa que el viejo le inyectaba, la chica sentía que esta le llegaba hasta el cerebro golpeándole todo su sistema neurálgico que la hacían estremecer de calentura, sabía que estaba siendo fertilizada por el hombre de la basura, y a ella le gustaba y la calentaban hasta límites casi intolerables para una joven de semejante categoría social… pero todo esto fue mucho para la pobre nena, esta simplemente se desmayó de tanta lujuriosa morbosidad…

Por su parte don Jubileo hasta que dejo salir su última gota de semen este fue sacando su verga reluciente y orgullosa por tan tremenda faena en el cuerpazo de infarto de la aturdida jovencita la cual quedo desmallada con un rictus de felicidad en las facciones de su angelical carita de niña bien.