Natalia esperaba, su corazón latía muy rápido el viejo pensaba metérsela de golpe, quería que sintiera quien la desvirgo, y al mismo tiempo que la nena supiera que era un verdadero macho, pero su raja estaba totalmente cerrada y le costaba trabajo entrar, pero no se daba por vencido al tiempo que los dos sentían que la cabeza entraba, sintiendo él un calor virginal, mientras ella un dolor nunca antes sentido……….


LAS GEMELAS (SEGUNDA PARTE)


-Hay princesa, estas muy cerrada mi amor-decía el viejo Camilo, que tenia la punta de su miembro sujetada por la cavidad virgen de Natalia, que se retorcía acostada debajo, con la punta de su verga dentro, se incorporo un poco quedando arrodillado en la cama, tomo las piernas de la jovencita y las poso en sus hombros, tomo su verga y con esfuerzo fue metiendo de a poco, sentía como si una muy delgada pared lo detuviera, que no le permitía el paso, levanto entonces la vista y pudo ver  a la chica, toda sudada sus mejillas estaban rojas, señal que estaba envuelta en miles de sensaciones y que ya era suya, la verga del macho entraba poco a poco, Camilo sentía como a su paso el miembro,  hacía estragos en la virgen vagina de la chamaca, que en estos momentos movía su cabeza de lado a lado soportando el dolor de ser penetrada por primera vez, Camilo sintió, como si la vagina estuviera soltando muchos líquidos, la miro y pudo notar abundante sangre, que salía de ella y empapaba su aparato al salir, esto hizo que enloqueciera, al saber que en verdad la estaba desvirgando ,su verga ya había roto el himen protector y presionando con todas sus fuerzas, se lo acabo de meter de un solo empujón, haciendo que Natalia diera un grito desgarrador.

-Haaayyy haaayyyy ….ppooorrrfffaavvoooorrr….nnnooo ….yaaaa….nnnnooooo….grito, cuando el pene, como si se tratara de un ladrón, entro en su totalidad para robar el tesoro, que escondía entre sus lindos muslos.

-Tranquila, mi nena hermosa, tranquila, te la metí así para que lo recuerdes bien, cuando le platiques a tu hermanita, lo que te acabo de hacer –Camilo, otra vez encima de Natalia le hablaba bajito al oído, como si quisiera calmarla, cosa que no sucedía porque el dolor que sentía ella era enorme, lagrimas de dolor caían de sus hermosos ojos azules, por el dolor y por saber que ya era la hembra de Camilo.

-aaaahhhhhggggg aaahhhhgggnnn-solo salían ruidos extraños de su boca, ella se quería salir, quería que le sacaran esa cosa que le hacía tanto daño, sentía que le faltaba el aire, ya que el viejo estaba totalmente aplastándola contra el colchón, el  viejo no se movía, solo mantenía su verga dentro, quería moverse pero la vagina era demasiado pequeña para hacerlo, no había espacio, y la jovencita seguía retorciéndose de dolor, tomando la sabana con sus manos las apretaba cerrando los puños y con un grito ahogado en su garganta, movía el rostro buscando alivio, a él le gustaba la imagen de sufrimiento y el rictus de dolor en la cara de Natalia, y le daba la impresión que, su pene se había quedado pegado dentro y crecía ahí, como si fuera un pito de perro

Camilo entonces, metió sus manos por en medio del colchón y la espalda de la chica y la levanto atrayéndola hacia su enorme barriga, la fue jalando dejando manchas vírgenes por todas las sabanas, hasta llegar al filo de la cama, con la chica montada en el, por cada movimiento, Natalia sentía un enorme dolor que le paralizaba las piernas, quería que eso se saliera que le dejara de hacer daño, al contrario del viejo que disfrutaba enormemente tener su verga llena de sangre.

Ya sentado en la cama, con las piernas de la nena una en cada lado de su cuerpo, Camilo la tomo de sus nalgas y la fue bajando y subiendo lento, pero no para cuidar a la chica, sino para el poder sentir esa vagina llena de sangre, la joven instantáneamente se abrazo al cuerpo de Camilo, posando sus brazos en los hombros de el al sentir el movimiento de penetración, sentía como que su vagina se contraía por cada subida y bajada, como aceptando mas y mas a su invasor pero el dolor no cedía.

- meee arde muuuucho señorrrrr nooo ….see…muevaaa poorrfaavooorr aaagggghhh-pedia la nena desconsolada, pues el tipo le hacía mucho daño.

-lo tengo que hacer mi niña, si no nunca te acostumbraras a esto, ya siento tu rajita lubricada, me parece que te está empezando a gustar tenerla dentro.

-¡sujétate bien de mi pequeña!,! que lo hare mas fuerte! –diciendo esto comenzó moverse más rápido, la chica se aferro a sus hombros grasientos, soportando el dolor que poco a poco desaparecía, por cada subida y bajada la jovencita se quejaba menos y gemía mas, la sangre y los jugos vaginales que poco a poco salían, hacían su trabajo de lubricarla, provocándole mas y mas placer en lugar de dolor.  

-ooohh ooohh ooohh mmmmjjjggg! ¡que essss eeesstttee ccaaalloooorr! ¡tteeenggoo gannnaasss deee ggrriiitaarr!-la vagina se había acoplado, a ese viejo miembro, que le había hecho tanto daño hace unos momentos.

-lo vez, ya te relajaste, ahora te soltare las nalguitas y quiero que tu, te muevas sola encima de mi verga –Natalia comenzó torpemente a moverse y a enterrarse por sí sola, esa verga que la había desvirgado, abrazada a su ahora macho.

-te voy a convertir en mi perra sucia, para mi placer personal, serás mi hembra cuando yo quiera y a la hora que quiera, dame tu boca que quiero probarla –la chica acerco su boca a la de el, fundiéndose en un largo beso, jugando con sus lenguas derramando babas, mientras la chica no paraba de moverse abrazada a él, montada siendo su hembra.

Camilo se levanto junto con ella y la deposito en la cama, para metérsela mas fuerte, abrió sus piernas y comenzó un mete saca rápido, que hizo que la jovencita volviera a sentir dolor, pero esta vez era un dolor agradable.

Muy lejos de ahí el chico Patricio, el mismo que la había invitado a salir se había cansado de esperar, por 40 minutos con una rosa en la mano y una cara de tristeza, al darse cuenta que lo habían dejado esperando de nuevo, se sintió el chico más feo y horrible de todos, dio media vuelta y salió caminando del lugar donde se encontraría con Natalia, a la que en estos momentos, desvirgaba un viejo asqueroso en contra de su voluntad.

-MMMmmmm haaahhh ….aaahhhh…de su boca, salían pequeños gemiditos que iban a parar a los oídos del viejo que la tenía tomada de sus tetas, arremetiendo otra vez.

-ya vez como te gusta y tú que ibas a perder el tiempo con ese noviecito tuyo, al que ni siquiera se le ha de parar la verga,  jajajajaja siente a tu macho, disfruta como perra rastrera-Natalia, ya no lo escuchaba estaba inmersa en unas sensaciones que, nunca en sus 19 años había sentido.

Camilo le babeaba toda la cara, los hombros y bajaba a mamar esos senos, que eran una delicia para él, mientras le clavaba una y otra vez su verga, haciendo que Natalia se moviera mejor con una cara de placer, por todo lo que le hacían a su cuerpo.

Camilo se incorporo y sacándole su instrumento,  la volteo poniéndola en posición de perrito, la jovencita sintió un poco de alivio de ya no tener dentro esa cosa hecha de carne, el viejo bajo la cabeza de Natalia, ocasionando con esto que sus nalgas se pararan y se abrieran, viendo el que tenía un pequeñísimo agujerito rosado, que del cual creyó que nada podía salir y menos entrar,  acerco su lengua y lo lamio para después succionarlo, como si tratara de besarlo, la chica sintió una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo y pensando que era normal, movió su culo al compas de las chupadas y succionadas de la boca del hombre, que le agradaron y a la vez le dieron asco.

Terminando su labor lamedora de culo, Camilo se poso detrás de la chica y escupiendo su mano, le embarro saliva a la entrada de su rajita, que aunque no lo necesitaba la quería lubricar, para penetrarla de nuevo de pronto y sin avisar le clavo la verga de un solo golpe, para empezar a culearla, la chica sintió una vez más el grosor del miembro venoso de Camilo, que en senadas acometidas hacia gritar de dolor y placer a la pobre chamaca.

Aaahhhhh aaahhhh duuueeeleee…. Duuueeeleee….. dessspaaaccioo…ddeessppaaciioo…nnoo tan fuueertee….Natalia, no sabía, pero el viejo quería terminar ya, y quería terminar dentro de ella

-¡que despacio ni que nada! a las putillas como tú, les gusta sentirlo fuerte dentro de sus verijas-a la chica se empezó a subir la calentura, seguía sin saber por qué le gustaba tanto esto, si le hacía tanto daño, de pronto sintió algo desde muy dentro de su ser, algo sensacional.

-¡aaaaaaahhhh …..aaaahhhh…sssssiii! ¡….queee rriiccooo….eesss…eesss..deelliccioosoo…aahhhggg!-el primer orgasmos de su vida era genial, fantástico, para la jovencita que sin saber de lo que se trataba, se retorcía y temblaba completamente acostada en la camita, con el viejo atrás de ella culeandola.

 -ahhh… aaahh…tu rajita es deliciosa ¡y yo fui quien te la rompió! ¡Y seré el único que la pruebe de ahora en adelante!  ¡No tienes permitido coger con nadie! –le gritaba el viejo ya totalmente encima de ella, aplastándola contra el colchón, y el arriba de su espalda preparado para terminar, la chica ni se imaginaba que si terminaba dentro, corría peligro de quedar preñada, eso era lo menos que le importaba en esos momentos de calentura.

-Di que quieres mi corrida puta, di que quieres que me derrame en tu raja recién estrenada –el viejo parecía que quería romper a la jovencita, que seguía orgasmo tras orgasmo, a lo que como pudo pronuncio.

-Qqquui…qquuiero…tuuu…coorriddaaaaa…..aaaahhhmmmm ….deeerrraaammate…eennn..mi.. eennn.. mi..raaajjaaa-al escuchar eso, el viejo Camilo termino dentro de ella, llenando su estrecha vagina con el semen caliente, que salía a borbotones de su miembro.

-Aaahhhh aaahhh …comete toda mi semilla con tu raja, ahora eres mi mujer –cayendo cansado encima de ella, que también estaba cansada y adolorida, por todo lo que el viejo le había hecho.

Camilo entonces, se aparto de ella cayendo a un lado, la chica no se movía estaba estática y temblando todavía por los orgasmos, el calor fue desapareciendo de ella, en cuanto más se calmaba, más dolor sentía en su vagina, mas asco, mas repulsión, mas deseos de desaparecer, sentía la pobre muchacha, la habían violado y fue el hombre que se supone la tenía que cuidar, mientras su padre su madrastra y sus hermanas, no estaban y llevarla a su primera cita de amor verdadero, que no se completo.

Pasaron unos minutos, donde Natalia se sentía adolorida y la chica más sucia, por lo que le habían hecho se fue encogiendo en la cama, hasta quedar en posición fetal, como ella dormía, Camilo se sentía triunfante y eso era lo que era un ganador, que había ganado el premio más deseado por muchos hombres, el himen de una jovencita y que jovencita, no era cualquier gorda de barrio era una chica de sociedad, hermosa, pura y de buen corazón.

El tiempo seguía pasando y ninguno se movía, eran ya las 12:15 cuando Camilo con una sonrisa, poso su mano en el trasero de la nena, que al sentirlo reacciono.

-no otra vez no por favor-pensó Natalia creyendo que Camilo la volvería a tomar, el sintió como todo su cuerpo volvió a temblar, por la caricia que le hacía, ya que empezó a mover su mano, palpando todo su traserito blanco.

-que sabrosas nalguitas tienes muñeca, suavecitas y tiernas, ¿te gustaría que te volviera a joder?-Camilo le decía a la muchacha, como si ella le hubiera dado permiso la primera vez.

-no ya no don Camilo, snif snif usted,  usted me ha violado, por favor váyase ya no quiero que me toque,  es un desgraciado-el viejo la volteo quedando sus rostros frente a frente.

-mira chamaca, eres mía, y como lo eres, puedo metértela cuando yo diga, y por donde yo diga, pero está bien por hoy, creo que es suficiente, pero te diré que, todavía falta que estrene tu boca y tu culito, pero creo que ya as sufrido demasiado por hoy, te rompí tu verija duro, así que me voy, pero recuerda que vendré por lo que me falta-le dijo Camilo que se incorporaba para darle una tremenda nalgada, como nunca nadie ni su padre le había acomodado, !SPLASHHH! se oyó en todo el cuarto, dejándole la marca de su mano a la chica en su nalga.

-¡HAAAAAAYYYYYYYYY  NNNOOOOOO ¡ grito Natalia al sentir el dolor tremendo que le provoco el golpe

-entendiste nalgoncita, o quieres otra para que te quede claro.

-¡no, yo no soy suya! y lo voy a demandar, va a terminar en la cárcel por lo que me hizo, ¡ya lo verá!-decía Natalia llorando por el dolor, sobándose su nalga.

-con que no entendiste-Camilo la agarro,  jalándola de su cabello, la acostó en sus piernas como para darle una zurra.

-ahora veras lo que sucede, con las chiquillas que quieren meter a la cárcel a sus macho-Natalia, comenzó a patalear y querer soltarse, pero Camilo era más fuerte que ella, nunca se soltaría ¡SPLASHHH! la primera nalgada, fue más fuerte que la que le había dado anteriormente, Natalia comenzó a llorar mas fuerte ¡SPLAHHSS! . ¡SPLASSHH! , ¡SPLAHHHSS! ,!SPLAAHHHSSSS! una serie de nalgadas se avecinaron en el blanco trasero, que se ponía mas y mas rojo casi le sangraba el culo, de tan fuerte que le metía los golpes.

-vas a hacer lo que diga de ahora en adelante, y como me demandes vendré antes por ti, y te daré tu zurra otra vez, pero esta vez será con mi cinturón de cuero, cabrona nunca más me responderás y me amenazaras, está claro-decía el viejo, mientras le propinaba la peor paliza, que ni su padre le dio cuando era niña.

-¡HAAYYY HHAAAYYY HAAYYYY ¡ ¡YAAA POOORRFAAAVOOR NO MMEEE PEEEGGGGEE¡ looo pprrroommettoo! snif snif snif ¡yyooo loooo prroommeeetoo¡ ¡ pperroo yyaaa nnooo mmmeeee ppeeggeee¡ mmeee duueelle mmmeee duuueeeleee

-ahora quiero que te pares frente a mí, y me digas que no me demandaras y que tengo derecho a todo tu cuerpo, que es mío y me pertenece-la chica se levanto como Camilo le había dicho, para pronunciar lo que la convertiría en su mujer.

-Yoooo yoooo nooo…..-balbuceaba Natalia, por el dolor y el miedo

-Creo que ya estas grandecita para hablar como tarada en frente de tu macho, habla bien pendeja que se oiga claro-dijo el viejo, con la voz más fuerte que pudo hacer

-yo no lo demandare, señor Camilo y puede tomar mi cuerpo cuando usted guste, que por eso le pertenece a usted snif snif snif-Natalia pronuncio eso con la voz entrecortada, por las lagrimas y por la vergüenza, eso de las nalgadas la había asustado mucho, no quería que le volviera a pegar así, Camilo la tomo de la cintura y la sentó en sus piernas diciéndole.

-Ya vez como no fue tan difícil entendernos, no hubiera querido pegarte pero tú me obligaste, tienes que entender que ya no eres una chamaca, eres una hembra, la hembra de Camilo Velázquez y como tal debes de satisfacer los deseos de tu hombre, te quedo claro muñeca.

-siiiii seeeeñor Caaaamilo me queeeedo claaarooo .

-y no me digas señor, eso es impropio entre novios, ahora dame un beso de despedida, que ya me voy porque ya es tarde ¿o quieres que me quede a dormir contigo?-Tomándola de tu barbilla, le levanto el rostro y le dio tremendo beso, que la chica no tuvo más opción que recibir, y como ya había entendido que si contradecía a su macho le iría mal le dijo.

-Camilo se pu….pu….puede que…quedarrrr a a a dormir cooonmigo por favor-ella le tenía miedo

-ja ja ja ja en verdad que te gusto el sexo, pero no puedo que diría tu padre si mañana que lleguen temprano nos encuentran compartiendo tu cama, yo creo que nos casaría, pero yo estoy muy chico para comprometerme jejejeje-dijo el viejo saliendo de la habitación con un portazo que asusto a la chica dejándola completamente sola en la casa.

En cuanto salió, Natalia corrió a ponerle seguro a la puerta, no quería que ese hombre volviera a entrar, se vio sola y volteo a ver su cama toda revuelta y manchada de fluidos rojos, señal que ya no era virgen lloro y lloro, las lagrimas le salían sin que ella lo pudiera evitar, hasta que se quedo profundamente dormida en la alfombra de su cuarto.

Lejos de ahí, la familia del Valle se divertía viendo una película, todos en la pequeña caballa donde pasaban el fin de semana, el señor de la casa estaba preocupado por su hija, pero Ingrid era muy inteligente, tanto que no dejaba que Ricardo le marcara al celular, cada que él quería marcarle la señora llegaba y lo besaba o le metía mano en su entrepierna, sintiendo el miembro de su esposo, sin que sus hijas lo notaran, era una experta en el arte de los hombres, y no dejaría por nada del mundo que Ricardo interrumpiera a Camilo, en su plan de cogerse a Natalia.

Dieron la una de la mañana, cuando sonó el celular de Ingrid, rápidamente se levanto de las piernas de Ricardo (esas mañas de prostituta no se le quitaban) para contestar, no sabía de quien se trataba, ya que no reconocía el numero en la pantalla, con un “me permiten” se levanto y fue a la recamara para contestar.

-bueno quien habla-contesto la señora.

-je je je…. soy yo señora Ingrid Camilo –se escucho del otro lado del celular.

-porque carajos me hablas idiota, ¿quién te dio mi numero? ¿qué quieres? ya terminaste con el problema de Natalia, o quieres que te mande ayuda inútil- la señora estaba molesta, no tenia porque haberle hablado a su celular.

-solo le diré que cuando regrese, la Naty estará más interesada en saber de los hombres, por que le gusto tanto mi verga que ya no la quería soltar, tuve que darle sus nalgadas para que me dejara ir la chiquilla lloraba por mas verga jajajajajaja-el viejo mentía, todo lo que le decía a Ingrid era una reverenda mentira.

-es verdad lo que me dices, que salió puta esa niña, va a terminar en un burdel como una prostituta de lujo, eso corre por mi cuenta jajajaja- reía la señora creyendo todo lo informado.

-discúlpeme pero no será así, a esa chica la quiero para mi, será la madre de mis hijos, tengo pensado hacerle cuarto pero primero le romperé el culo, como es debido además usted ya me la dio, ahora no se arrepienta-los planes del viejo eran horribles, para Natalia que dormía en su cuarto ajena a todos esos planes.

-está bien ya hablaremos de eso cuando vuelva a la casa, viejo cochino jejeje- decía Ingrid cada vez mas entusiasmada por la idea.

-¡eso no! ya le dije que es mía la chamaca, si quiere una prostituta ahí está la otra, que es igual de bonita a esa si métala a un burdel, pero primero déjeme estrenarla en esto del amor- el viejo Camilo, no tenia llenadera con los chochos vírgenes, apenas había desflorado uno y ya quería el otro.

-veremos por lo mientras me has dado una gran noticia, ahora quiero que también le rompas el culo, para que la transformación sea completa, se van a arrepentir de haberme conocido nos vemos y cuídame bien a mi hijastra, nuero jajajajaja-rio la señora, que de verdad estaba muy feliz, con la desgracia de la nena.

-seguro que lo hare suegra jajajaja adiós-Camilo colgó, para después meterse al auto y dormir la cogida lo había dejado muy cansado.

Muy temprano en la mañana, Natalia despertó toda adolorida de su entrepierna, de sus nalgas por la golpiza recibida, no quería salir de su cuarto por temor a encontrarse a Camilo, que ya se encontraba en la cocina haciéndose algo de desayunar, algo que él nunca hacia puesto que tenía prohibido entrar a la casa, pero con su nuevo par de llaves, era muy fácil entrar atrás quedaron los días que tenía que forzar la puerta, para hacerle visitas nocturnas a la joven Natalia, que en estos momentos con todo el temor del mundo se asomaba por los barrotes de la escalera, tratando de buscarlo pero no lo veía por ningún lado, así que se metió a su cuarto creyendo que el viejo se había ido, abrió la puerta del baño y luego la regadera para darse un baño, antes de que llegara su familia y la encontrara en ese estado tan deplorable.

Camilo al escuchar el agua caer, sintió que la sangre se le subió al cerebro, como si fuera un rayo de su mente salieron miles de ideas, su verga se puso erecta de tan solo pensar que la chica se estaba bañando, para salir a su encuentro y rápidamente subió al cuarto de la chica para molestarla otra vez, trato de abrir la puerta pero esta tenia seguro, tomo el alambre que usaba para forzar la puerta de la entrada y la abrió, camino hacia el baño para poco a poco, giro la perilla de la puerta y ver hacia adentro.

Ahí estaba Natalia, toda enjabonada tratando de quitarse las manchas, esas manchas que ya se habían caído hace mucho, pero que ella las seguía viendo tallaba y tallaba el trauma había sido demasiado. Camilo al ver a la chica así lavándose su cuerpo, como si se tratara del superhéroe flash, se desnudo en un segundo para entrar, dando un portazo para asustar a la chica.

-¡nos bañamos juntos mi reinita hermosa! Ja ja ja- dijo, al entrar con una sonrisa de oreja a oreja.

-¡no no no otra vez no ¡váyase ya obtuvo lo que quería, no me haga más daño-Natalia, se quería refugiar en una esquina del baño, como queriéndose alejar lo más posible de viejo, que entraba paso a paso a la regadera.

-te dije que para que fueras mi mujer, necesitaba probar todos los agujeros de tu cuerpo,¿ no te acuerdas?-

-yo no quiero ser su mujer, no quiero nada con usted, por favor por lo que más quiera váyase señor-la chica ya no trataba de ofenderlo por temor a que la nalgueara, que como Camilo le había dicho seria con su cinturón de cuero.

-comprende Naty, una vez que le das tu virginidad a un hombre, ya no puedes echarte para atrás, debes de ser de él todita completa, para que entiendas bien, debo hacer míos tu boca y tu culito, ha eso vine a tomar tu boca para dejar al último tu rabo, que será el más difícil de abrir- le decía el viejo, como si se tratara de su propiedad, como si ella le hubiera dado permiso de hacer con ella lo que quisiera, la chica agacho la mirada incrédula, no sabía que quería decir con eso de romperle el rabo, lo de la boca si se lo imaginaba, pero lo de su ano nunca imagino que también se pudiera hacer algo por ahí, eso era para hacer sus necesidades, era para sacar no para meter.

-yoo…yooo..noo…qui qui quiero…no..sé que qui..quiere de decir ¡ YA DEJEME EN PAZ NO ME TOQUE!-grito Natalia, cuando Camilo estiro su mano para acariciarla, el grito hizo que se enfureciera  haciendo un ademan de quererle pegar, alzo la mano fintando a la chica, que se agacho rápidamente tapándose su cara, bajando pegada a la pared hasta quedar de rodillas frente al viejo, pero no para chupársela eso ni lo había pensado, solo fue por que en verdad creyó que la golpearía.

-eso así me gusta, que tu solita bajes a buscar tu premio, que te parece si le cerramos a la llave y tomas mi pene con tus manitas, mira ya como esta por tu culpa, como dice por ahí quien lo despierta lo duerme jajajaja, ándale que no tenemos mucho tiempo-Camilo quería que la chamaca lo tomara por si sola, pero al ver que ella no se movía, la tomo de los cabellos jalándoselos muy fuerte.

-¡quita las manos de tu cara cabrona!, que si no,! ya verás cómo te va a ir!-al bajar las manos, Natalia vio por primera vez la cosa que la desfloro, cómo fue posible que le metiera todo eso en su pequeña vagina, era enorme, (creía ella) ya que era la primera verga que veía en toda su vida, por mas que se lo imaginaba, no creía que eso había entrado en ella, que la había hecho mujer, pero también no comprendía por que sentía un hormigueo en el estomago, con tan solo ver la verga que la violo la noche anterior.

-yo yo yo…. No no….-balbuceaba la chica, mirando el pene todo parado, venoso, moreno, con las bolas peludas, a centímetros de su nariz, que todavía apestaba a ella, de pronto sintió que el viejo se acerco, la verga golpeo la punta de su nariz, para después restregársela por toda la cara, Natalia solo cerro sus ojos azules al sentir los testículos posarse en ellos, el viejo hecho su cara para atrás disfrutando de esa carita angelical.

-¡saca tu lengua lame mis bolas vamos! quiero que conozcas el sabor del pedazo que te hizo mujer-Natalia no supo porque pero le dieron ganas de hacerlo, sacando la lengua probo las bolas peludas del hombre.

-asi Naty asi dales un besito, son tuyas, lamelas, pásales tu lengua eres mi putita-a Natalia le gusto que la llamara por su nombre, pero al escuchar que la llamo putita, le entraron más ganas de comerse esos testículos, que tenia recargados en su cara.

-ahora, le darás un beso a la punta de mi aparato, como si fuera una boca-el viejo la guiaba, dándole ordenes precisas,  Natalia las seguía como ella creía que era lo correcto.

-abre tu boquita, mételo, así, chiquita ahhhhhhhhhhhhh-suspiro Camilo, cuando la chica se metió la cabeza del pene en sus labios, con su lengua le daba un ligero masaje, ella nunca lo había hecho, se notaba porque lastimaba el pene con sus dientes, de pronto el viejo tomándola de su nuca, le metió la mitad de la verga a la boca haciendo que ella tratara de sacársela, pero con la fuerza que imprimía Camilo no pudo, se comenzó a ahogar, así la tubo un par de minutos,  sintiendo que ya Natalia no hacia arcadas la soltó, ella no se la saco al contrario, siguió mamando, metiendo y sacando esa verga de su boca.

-¡más rápido!,! más rápido!, eso es Naty, ¡hazme correr!, ¡hazme acabar con tu boquita!, mi princesa, mi muñeca, cométela toda, ¡mas mas te los voy a dar!, ¡te voy a dar mi semen en tu boca!- el viejo se corrió, chorros de semen entraban en esa boquita, que rústicamente habían hecho terminar por primera vez a un hombre, el semen escurría por los lados de sus labios, de los muchos que eran para ella, el sabor no fue del todo bueno, pero tampoco le disgustaron, de echo le gusto mas que le cogiera la boca, más que su vagina, ella no sabía pero ver un pene la había seducido tan rápido, que termino mamándole la verga al tipo que la violo, por consentimiento propio, aunque al principio se negó, termino mamando por su cuenta.

Camilo la levanto, abrió la llave del agua, la comenzó a enjabonar, como si se tratara de un bebe, a ella le dio vergüenza que lo hiciera, pero que podía hacer el no se iba a salir hasta que terminar de bañarla, le pasaba el jabón por sus senos, por sus pezones, su vientre, su espalda, su rajita, Camilo se agacho para también enjabonarle las piernas, Natalia estaba muy confundida, cuando le dijo que levantara el pie y lo apoyara en su pierna, la chica lo hizo después le dijo que hiciera lo mismo con el otro, el la seguía enjabonando ya que por estar la llave abierta, el jabón caía al instante, ella seguía sintiendo ese constante hormigueo en el estomago, su rostro lo sentía caliente y sus mejillas rojas, era una sensación parecida a lo que sintió cuando Patricio, su compañero de escuela la invito a salir, de pronto el viejo se paro y le dijo. 

-ya estas lista muñeca, bien limpiecita, ahora te toca a ti bañarme, jejejejej enjabóname bien, porque estoy muy mugroso-Camilo se volteo para que ella le lavara la espalda, así lo hizo tomando el jabón lo paso por su espalda llena de marcas, muy lastimada, como si alguien lo hubiera azotado, y era verdad ya que el padre de Camilo, mas de una vez lo había azotado con un fuete, para corregirlo y esas marcas, quedaron en su espalda para siempre, a la chica le pareció que era la espalda más grande y ancha que había visto, le pasaba el jabón con cariño, se le empezó a dibujar una sonrisa en la cara, no se dio cuenta cuando el viejo se volteo, para que le lavara el pecho, logrando ver la sonrisa que tenia la chica en su rostro.

-eso así me gusta, que mi hembra sonría cuando me bañe, jejejejee-Natalia reacciono diciendo

-he he…. Yo yo yo…no es…estaba yo….-Camilo la tomo de sus nalgas, levantándola a lo que la chica rápidamente, puso sus brazos sobre sus hombros abrazándolo.

-acéptalo, te gusto mamarme la verga chiquilla golosa, a mi me gusta mucho tu cuerpo, me gusta bañarte, pero me gusta más cogerte primor-decía el viejo, el agua ya estaba fría pero ambos la sentían caliente.

-pero usted…me….me…tomo por…por la fuerza…yo yo yo….no quería...usted usted me obligo….Natalia volvía a balbucear confundida

-pero mírate ahora, abrazada a mi cuerpo de brazos y piernas, yo solo te sostengo de tus nalguitas, eres tú la que no se quiere separar de mi-el viejo le hablaba bajito a la chica, que se le subieron los colores al rostro, al escuchar lo que decía Camilo, y al verse como decía bajo la cabeza avergonzada.    

-que no te de pena, ya eres casi mi hembra-Camilo busco su rostro, se dieron un beso largo, juntaban sus bocas jugaban con ellas, las piernas de Natalia, se apretaban mas alrededor de la barriga y sus brazos a la espalda, disfrutando el beso, con su rostro colorado, el viejo  la tenia bien sujeta por las nalgas, las apretó abriéndoselas para tocar su culito con uno de sus dedos, al sentir esto la chica reacciono al beso separándose de él.

-¡no no no no¡ puedo usted me violo bájeme bájeme ya ¡-la soltó dejándola caer al suelo y saliendo de la ducha dijo.

-eso que acabas de hacer, es lo que le hace una hembra a su macho cuando lo acepta, veras que estarás pidiéndome verga lo más pronto posible, pequeña puta jajajajaja-tomo la toalla que era para Natalia,  salió secándose dejando a la chica confusa, preguntándose por que había hecho esas cosas, con el hombre que hace unas horas la había tomado sin su permiso.

Minutos después, Natalia salía del baño muy pensativa, retiro la toalla de su cuerpo, se miro en el espejo de su cómoda por un largo tiempo, ella sintió que ya no era la misma niña que hasta hace unas horas era, se sonrojo al pensar que ya era una mujer, la mujer de Camilo como se lo decía el viejo.

-¿Pero que estas pensando Natalia? Se pregunto –ese maldito te violo te tomo por la fuerza –se decía, pero por alguna razón, se sentía bien, ya no le dolía su zorrita, la toco la sentía con sus deditos, ella nunca se tocaba, pero por alguna razón ahora sentía la necesidad de hacerlo, sin darse cuenta, ya hurgaba entre sus labios vaginales, con su otra mano tocaba su pezón izquierdo,  así comenzó a pensar en el viejo Camilo, como la toco, como la llevo a la cama, poseyéndola haciéndola su hembra, ahí estaba ella parada junto al espejo, se miro una vez más vio su carita ruborizada, con una pequeña sonrisa de placer se asusto, por hacer eso pensando en el viejo, quitando sus manos de su cuerpo para detener lo que parecía, iba a ser su primera masturbación, se volteo y se fue a sentar en la cama calmándose, tal vez la mamada que le había hecho al hombre, la había dejado algo caliente pero ella no lo comprendía, solo pensaba en que se debía calmar, logro calmarse un poco, tomo rápidamente un calzoncito de los poco que le quedaban, recordó que el viejo le había dicho, que él se los quitaba y se los llevaba.

–jijijijji-una pequeña risa salió –¿para que los querrá? -se dijo –será que le gusto tanto, que quería algo mío, ¿que hará con ellos? ya se tal vez tiene una hija y con el sueldo que gana, trabajando para nosotros, no le alcanza para comprárselos, pobre señor Camilo le pediré a mi padre que le suba el sueldo, así ya no tendrá que llevarse los míos-en verdad que era inocente, no sabía que en la casa de Camilo, solo vivía él, y que sus calzones los usaba para masturbarse todas las noches, ya parecía que los había almidonado, de tanto esperma que les había echado encima,  la chica recogió las sabanas de su cama, salió del cuarto ya vestida con un short de mezclilla bien pegadito, una blusa verde de tirantes, sus tobilleras y sus tenis, que por lo general, así andaba en su casa.

Bajo al patio donde se encontraba la lavadora, metió las sabanas y roció jabón y blanqueador, para quitar la mancha roja de sangre dejada por su rajita, después de prender la lavadora, entro a la casa tenía hambre mucha hambre, ya que desde las 5 de la tarde del día anterior, no había probado bocado.

Mientras esto sucedía, en la cabaña todos ya estaban listos para regresar a casa, con maletas en el auto de Ricardo, las dos chiquillas atrás y los dos padres adelante, arrancaron el coche y regresaron, eran cerca de la una cuando Natalia escucho estacionar el auto en la entrada, salió corriendo a recibirlos Mireya al verla la abrazo, jamás se habían separado tanto tiempo, y al ser gemelas se extrañaban mas, Ricardo hablaba con Camilo, preguntándole si la había llevado a donde ella quería,  Camilo con una sonrisita le decía que si, que su hija había quedado bien contenta con su amigo, y que siempre estuvo pendiente de ella.

-Muy bien Camilo, muy bien, te vez un poco cansado, ya me imagino la noche que as de ver pasado dormido en el auto-dijo Ricardo.

-no se preocupe señor ¡fue la mejor noche de toda mi vida! Jejeje reía el viejo –si supieras estúpido que le partí la raja a tu hija jejeje-pensaba el desgraciado.

-bueno, al menos ya no me siento tan mal por dejarte aquí, pero entiende que no es por desconfiar de ti, pero ningún hombre debe entrar a la casa cuando yo no este, temo por mis hijas deberías saberlo, ya que tu estas con nosotros desde que tenían siete u ocho años-

-si señor, no se preocupe entiendo, y mas por que desde hace tiempo sus niñas se han puesto muy bonitas, hay que cuidarlas de los jóvenes y de los viejos, yo también les tengo mucho cariño, como si fueran mis hijas-dijo Camilo, que no se le desaparecía la sonrisa de la cara.

-bueno, toma el triple de paga por este gran favor, puedes irte a tu casa, tomate el lunes y el martes, le diré a mi esposa que me haga el favor de llevar a las chicas a la escuela-sacando varios billetes, se los entrego a Camilo, este al ver el dinero lo tomo rápido.

-si señor así lo hare, hasta el miércoles entonces-que buen fin de semana, triple paga, días de descanso y una vagina desflorada, jajajaja mucho días de estos Camilo, jajajajajaja- se dijo recargado en el auto.

Entraron todos a la casa, Natalia antes de cerrar vio al viejo gordo recargado en el cofre del carro, riendo y contando su dinero, Camilo levanto la mirada y pudo ver que la jovencita lo veía, y le mando un beso con su mano tomando su entrepierna, la chica sonrió para después sonrojarse, sintió las mejillas calientes muy calientes y cerró la puerta rápido.

Ya todos dentro, Natalia fue a la cocina para prepárales algo a su familia recién llegada, en la mesa su padre le platicaba, todo lo que había hecho en esa salida, cuanto se divirtieron y que para la siguiente vez, debía ir a como dé lugar, a lo que la chica solo decía que si, Ingrid ya algo satisfecha de comer, se moría de ganas de saber, que cosa le diría Natalia que hizo, así que pregunto.

-y dime hija ¿cómo te fue en tu cita de amor?¿ ya es tu novio ese muchacho? Ya tenemos nuero jejeje-la señora reía, sabiendo de antemano que no hubo una cita de amor, ni nada parecido.

-yo…. Este…. Yo….pues…es que-Natalia, por estar pensando en todo lo que le hizo el viejo, ni siquiera se preocupo por pensar en una mentira, ella nunca creyó que a su madrastra le interesara su vida, estaba nerviosa, no tenía que decir y Mireya lo ponía mas difícil, porque ella también empezó a insistir, que contara sobre su cita.  

-si hermana cuéntanos, vamos queremos saber todo, como te fue como dice Ingrid, dinos, cuéntanos, Rebeca también quiere saber-Mireya insistía,  sin pensar que a su hermana, le costaba inventar algo, ya que ella no estaba acostumbrada a eso, y por otro lado hacia enojar a Rebeca, como si en verdad ella quisiera saber lo que habían hecho, Natalia y su amor platónico Patricio, apretó una vez más los puños por debajo de la mesa, pero recordó que su madre le había pedido que las soportara, que pronto recibirían su castigo, así que dijo.

-si….si…cu…cuéntanos, queremos saber-poniendo la mejor cara que pudo hacer, tratando de ocultar la envidia.

Natalia comenzó difícilmente  a contarles lo que había hecho, les dijo que la había llevado a comer un helado,  después al cine, que fueron a dar una vuelta por un centro comercial,  después a tomar un café, esto lo platicaba muy despacio, como dándose tiempo de pensar, que se podía hacer en una cita, puesto que ella no había tenido ninguna, la cita que tuvo con Camilo no era para contarla, ni siquiera a su hermana, para Ingrid era divertido ver como Natalia, se esforzaba por contar una historia, pues sabía que era totalmente falsa, veía a la chica y se decía -entre mas lindas mas tontas, si fuera mi hija ya me hubiera engañado- pensaba, mientras escuchaba la voz entrecortada de Natalia, contar su aventura romántica a todos los miembros de la familia, así paso el tiempo, Natalia nerviosa por tantas preguntas, ya ni se acordaba de lo que había dicho antes, Mireya al ser igual que su hermana, escuchaba con atención y creía todo lo que era escuchado, se decía que cuando le tocaría a ella, Ingrid preguntaba y preguntaba sin parar, cosas sin sentido, solo era hacerle la vida imposible a la chica hasta que don Ricardo, se levanto de la mesa yéndose a sentar a su sillón, Ingrid salió detrás de el, dejando a las chicas solas, Rebeca por su parte, también se retiro a su cuarto.

-te noto raro amor, que te pasa, quieres un masaje o tal vez quieras algo mas-pregunto Ingrid, notando a su esposo algo intranquilo.

-no mi amor, solo que es mi hija al escucharla hablar así, he comprendido que ya no es una niña, y Mireya ha de estar igual, no lo soporto-dijo el señor, triste al saber que sus hijas estaban creciendo.

-es normal que todas crezcan ¿no crees? Algún día tenía que pasar, como algún día tendrán sexo –

-¿Qué?! No eso no ¡!las tres se casaran bien, no andarán de locas por ahí eso no lo voy a permitir, si no hacen caso, haber como se las arreglan, porque de mi dinero no recibirán nada!-Ricardo parecía un poco molesto,  la idea de sus hijas acostándose con uno y con otro lo molesto, lo mismo era con Rebeca aunque no fuera su hija

-entonces, supongamos que una sale embarazada ¿qué pasaría con ella?-pregunto Ingrid, ansiosa por una respuesta con la cual saliera beneficiada.

-¡eso ni lo menciones oíste! Porque en ese mismo momento, la agarro la llevo con el desgraciado que la embarazo, los caso para después desheredarla, en mi casa no quiero bastardos-Ricardo se enojaba mas cada vez, al oír las cosas que decía Ingrid, eso del embarazo era un rotundo no, ya que Ricardo era un poco chapado a la antigua, aunque visitaba lugares de entretenimiento masculino, nunca se había metido con una mujer, solo las veía bailar por eso cuando se follo a Ingrid, él sabía que era para casarse con ella, como sus padres le habían enseñado, si su esposa no se hubiera muerto, el nunca la hubiera dejado, pero al final de cuentas el hombre es hombre, y siempre necesita una mujer a su lado.

Ingrid lo beso apasionadamente, sabia que eso lo calmaría, en su mente pasaban un sin fin de cochinadas, hacia las gemelas del Valle, si las desheredaría y ella pasaría a tomar todo el dinero como única heredera, pero tenía que ser astuta muy astuta para hacerlo, ella no veía muchos problemas, ya que las gemelas eran para ella tontitas, en eso de la vida, sería fácil envolverlas de hecho una ya había caído, Natalia que en estos momentos se preparaba un jugo en la cocina, ajena a lo que Ingrid en su cabecita pensaba como hacer caer a la otra.

Natalia paso por la sala al subir a su cuarto, pudo ver el beso que su padre y su madrastra se daban, suspiro, porque ella nunca vio así a su padre con su verdadera mama, y por otro lado, se sentía feliz por lo que buena era Ingrid, ella pensaba que aunque nunca le diría mama, estaba segura que era la indicada para su padre, subió las escaleras y entro a su cuarto.

El cuarto seguía como amaneció en la mañana, todo tirado, ya que desde que bajo al mediodía no había vuelto a subir, porque se acordaba de todo lo vivido en su habitación, que también fue mancillada y que siempre le recordaría su entrega a Camilo.

Comenzó a tender la cama, saco unas nuevas sabanas y las extendió siguiendo con el cobertor, este no lo cambio ya que con el movimiento de cuerpos había caído al suelo, solo lo sacudió y lo volvió a poner, al recoger el vestido rojo que había escogido para su cita de amor, recordó a Patricio que hasta ahora ni siquiera pasaba por su mente,  pensó en la promesa que le había hecho de escaparse si su padre no le daba permiso de ir, y ahora que le diría, que excusa pondría para disculparse con ese muchacho, siguió recogiendo encontró sus zapatillas, para después encontrar el sujetador naranja y su calzoncito de encaje, esto le recordó a Camilo, a su macho y con sus manos en el pecho, pensó en el dibujándosele una sonrisa picara, Mireya que quería hablar con ella, entro sorprendiendo a Natalia, que tenía los ojos cerrados en esa posición.  

-si que te gusta el chavo, hermana asta suspiras por el jijiji-dijo, sacándola de sus pensamientos.

-eee…a si…. es que es es …..muy lindo con conmigo…..-la chica dijo eso pensando todavía en Camilo, que ahora empezaba a tener, un lugar en el corazón juvenil e inexperto de la nena.

-haber si le dices si tiene un amigo, igual de guapo para salir los cuatro juntos-Mireya decía esto, sin siquiera imaginar lo que había pasado.

-yo…no..cre…. creo que tenga amigos así como el-decía Natalia, ocultando sus prendas intimas, -me disculpas quisiera descansar un poco por favor.

-si está bien, eso de tener novio a de cansar mucho creo-dijo al salir de la habitación.

 Rápidamente Natalia corrió a su ventana, buscando a Camilo, no sabía porque pero tenía ganas de verlo, ahí parado como siempre en el carro, pero no lo vio ya que su padre le había dado dos días de descanso, por haber cuidado tan bien a su hija, en su cuarto ella se asomaba cada cinco minutos, con la esperanza de encontrarlo –cálmate Natalia cálmate – se decía la chiquilla, que buscaba y buscaba por todo el patio delantero de la casa, sin tener suerte, así prosiguió el resto de la tarde, todos bajaron a comer, Ingrid cada que veía a Natalia le daban unas ganas inmensas de reír a carcajadas, por lo que le había sucedido, la chica ni siquiera se daba cuenta por estar pensando en el viejo, a Ingrid le dio la impresión que algo le pasaba, pero no sabía que, solo su intuición femenina le decía que algo andaba mal con la chica.

 Se fueron a dormir, Natalia estaba inquieta, el calor de mujer que Camilo había despertado en ella era insoportable, se movía de un lado a otro como loca pensaba, y recordaba cuando el viejo con su instrumento la había desflorado, quería mas, quería que se la metiera otra vez, se revolcaba en la cama de desesperación.

Recordó que, en la mañana después de chupársela se toco su rajita, y se sintió bien y si lo hacía y si se tocaba solo por esta vez, tomo su pequeño short y lo bajo asta zafárselo, después siguieron sus braguitas, abrió sus piernas lo mas que pudo y toco su vagina.

-mmmmmm ¡Camilo mi hombre soy tuya mi amor!-levanto sus caderas haciendo un arco, empezó la masturbación metía y sacaba sus deditos, que salían mojados, entre más los metía mas se mojaba, siguió y siguió, quitándose su blusita apretó sus senos , sus pezones rosas se convirtieron en rojos cuando los pellizco fuertemente.

-mmmmmm aaahhhhha aaaahhh ¡tu seras el único! ¡No necesito otro! ¡Soy tu hembra mmmm que que riiiiicoooooo esss cojjjeerrrr! ¡Por diiioooosssss!- y se derrumbo en un orgasmo, cerrando las piernas para no dejar salir el calor de su entrepierna, para quedar dormida, Camilo había dejado su huella en la chica, ella nunca olvidaría al hombre con el que tubo sexo por primera vez,  tal vez hasta se había enamorado de él, o de su verga, solo ella lo sabía.

El lunes en la mañana, temprano Ricardo le dijo a Ingrid que por favor llevara a las chicas a la escuela, porque le había dado a Camilo el chofer unos días libres, a lo cual ella accedió y así las llevo, Natalia no sabía porque Camilo no era el que las llevaba, y no sabía porque le molestaba tanto que no estuviera ahí, llegaron a la escuela y cada quien se fue a su salón, las gemelas no iban juntas.

Mireya era la primera estudiante de sus clases, y la segunda en matemáticas, siempre era vencida por un chico, flaco, alto, de lentes ,el típico nerd se llamaba Gerardo, el maestro de matemáticas ,el profesor Benito  de 59 años de edad, era flaco muy flaco y sin nada de cabello, parecía enfermo de cáncer, simulaba que le costaba caminar, para que las alumnas le ayudaran ,y así con su codo poderles tocar las tetas, muchas chicas ya ni le ayudaban, por darse cuenta que era un mañoso,  además porque a veces el viejo olía a como si se hubiera orinado encima, el lo hacía porque la que más lo ayudaba era precisamente Mireya, que no le importaba el olor con tal de ayudarlo, el viejo también la sentaba justo enfrente de su escritorio, con el pretexto de que asi entendería mejor, pero lo que en verdad quería, era verle las piernas blancas y suaves a la chamaca, que ni se imaginaba esto, ella creía que el profesor se preocupaba por ella.

A medida que pasaba el tiempo, el viejo  se ponía mas lujurioso con ella, ya no lo soportaba mas tenía que tocarla al menos una vez, se decía pero como podría hacerlo.

Termino la clase, todos salieron del salón, Mireya como siempre se quedo atrás, esperando a que salieran todos sus compañeros, que entre empujones y diversión salieron, al recoger sus cosas un lapicero se le cayó, haciendo que se inclinara para recogerlo, rápidamente el viejo que estaba en su escritorio, se agacho para poder ver un poco más arriba de esa faldita azul cielo, que traía la chica, el tipo pudo ver sus muslos, delgados, blancos, limpios, sin marca alguna, suspiro, Mireya recogió el lapicero, pero se le volvió a caer, haciendo más tardada la posición en la que estaba, el viejo pensó que ella estaba calentándolo, cuando por segunda vez, el lapicero se le zafo de las manos, haciendo más eterna la posición inclinada.

-canija chamaca, sabes que te veo por eso lo haces, que piernas como de modelo de revista, pero ahora veras-pensó, mientras la chica se incorporaba,  con una sonrisa inocente se despidiéndose del profesor.

-¡señorita Mireya! por favor me puede ayudar-dijo rápidamente Benito.

-si profesor, apóyese en mi como siempre, yo le ayudo-Mireya se acerco a ayudarlo, ya que supuestamente el viejo no podía levantarse de la silla.

 -haber con cuidado-dijo el viejo que al tratarse de levantarse simulo caer, la chica no aguanto su cuerpo, que aunque era flaco, para la chica era pesado ,el viejo cayó de rodillas sujetándose de los muslos de la chamaca tocándolos por debajo de la falda, la chica dio un salto soltándolo, tratando de separarse de él, pero el viejo maestro no le soltaba las piernas, la atrajo hacia su cara y pudo oler el su entrepierna,  incluso llego a tocarla con la nariz atreves de la falda.

-¡profesor que está haciendo ¡-dijo Mireya, que sentía esas manos rugosas en sus piernas.

-lo siento muchacha, es que me quise sujetar de algo, perdón lo siento en verdad-Benito se disculpaba con una sonrisa en el rostro,  pero no le soltaba las piernas, las tenia bien atrapadas con sus manos, para comenzarlas a deslizar hacia abajo, mientras Mireya lo trataba de incorporar, cuando estuvo de pie, volvió a simular que caía de espaldas sentado en la silla del escritorio, Mireya trato de agarrarlo, para que no se lastimara, el viejo la jalón y junto con el callo sentada encima, como si se estuviera dando unos sentones sobre él. 

¡Hay hay! Me caigo- fue el grito mentiroso que dio el viejo, llevándose consigo a la chamaca, que en cuanto cayó encima de el, poso sus manos el las tetas para tocarlas, el viejo hacia como si se quisiera levantar si poder lograrlo, sintiendo las nalguitas arriba de su erecto miembro.

¡Profesor profesor suélteme suélteme por favor ¡-grito Mireya, al sentirse toda toqueteada.

La chamaca logro soltarse, rápidamente se paro del hombre tomando sus cosas, saliendo a toda prisa del salón, iba confundida, avergonzada, sintió las manos de un hombre en su cuerpo, esto de verdad la avergonzaba demasiado.

-jejeje muy pronto Mireyita, muy pronto-se dijo a sí mismo, para ahora si levantarse y mirar por la ventana, cuando Mireya se perdía en un mar de estudiantes.

Natalia por su parte tenía un día normal, como todos pero a ella se le empezó a hacer aburrido, antes miraba a los jóvenes entrenar futbol o cualquier otro deporte,  volteaba a ver a los más guapos, le gustaba pensar que era novia de uno de ellos, pero ese día ya no tenía ganas de hacerlo, los notaba muy niños e inmaduros para ella,  en cambio se empezó a fijar más en los profesores maduros que enseñaban en la escuela, que rápido la había cambiado Camilo, tal vez fue porque su primera experiencia sexual fue con un viejo, o porque ella sentía que estaba un escalón mas alto que los chamacos, ella miraba a los profesores que pasaban elegantes con sus trajes y le gustaba, eso le atraía.

Rebeca por su parte, solo estaba espiando a Patricio, que desde que entro a esa escuela era el muchacho que más le gustaba, pero algo andaba mal, pensaba ella si Patricio es novio de Natalia por que no estaba ahora con ella, pensaba y vigilaba para saber más de eso que la tenia intrigada, Patricio se sentó con un amigo en una banca que estaba al lado de un árbol, Rebeca quería saber que hablaban y sigilosamente se acerco al árbol, para escuchar y lo que escucho la dejo boquiabierta.

-si Mauro te digo que esa Natalia, nada más me engaño, nunca llego, yo creí que era diferente, pero es igual a todas las chicas bonitas de aquí-se le notaba algo triste en su comentario.

-no te preocupes pato, de antemano se te aviso que esas chicas eran lesbianas, y tu no entendiste no eres tu son esas perras sin sentimientos-su mejor amigo lo trataba de consolar.

Rebeca con esa información se sentía muy feliz, primero porque todavía podía hacer algo con Patricio, y segundo porque tenía algo que investigar,  pensando como se le vino una idea a la mente, el diario de Natalia, solo era cuestión de ayarlo y listo, sonrió ya quería que terminaran las clases, para poder buscar ese diario.

Mientras todo esto pasaba,  la señora de la casa llegaba a un departamento, el mismo que había visitado cuando descubrió las cámaras en el auto, el cuartucho de Camilo, toco fuertemente unas cinco veces.

-¡quien esta chingando! dejen dormir pendejos-se escucho una voz ronca desde dentro de la casa.

-¡abre viejo arrastrado y cochino! ¡Si no iré con la policía!-grito Ingrid desde la puerta.

El viejo se paró de su sillón roto y le fue a abrir, la señora entro y pudo notar un aroma a alcohol y cigarro, el viejo se había puesto una borrachera increíble la noche anterior.

-festejando viejo rompe rajas jajaja- reía Ingrid notando al viejo ebrio todavía.

-si es que no puedo creer que, me cogí a una palomita hermosa inocente y virgen, la ocasión lo merecía jejeje-

-pero cuéntame, como estuvo todo con lujo de detalles, quiero saber cómo se comporto Naty, en su luna de miel adelantada.

-que le parece mejor si le pongo el video que tome,  lo vemos juntos yo ya lo he visto unas cinco veces, y no me aburre, es la mejor película que he visto en toda mi vida jejejeje.

-lo grabaste cerdo, muy bien te felicito, haber ponlo rápido quiero verlo.

Camilo puso el video,  los dos se sentaron en el sillón, las imágenes eran tan nítidas que parecía película porno, claramente se veía a Natalia siendo poseída por el viejo, y  se escuchaba con toda claridad, también el viejo le explicaba,  le decía lo que venía después de cada escena, ya se la había aprendido de memoria, Ingrid miraba las escenas con felicidad, al ver como Camilo doblegaba a la chica, pero lo que más noto, fue la verga que se cargaba el viejo, le gusto no podía creer que ese viejo se cargaba una buena verga, se excito comenzó a sentirse inquieta, de vez en vez volteaba a verlo, queriendo ver su paquete en vivo, se cruzaba de piernas y se acomodaba el vestido, con forme la película avanzaba, se sentía mas y mas acalorada, la película termino y la señora miro al chofer, que se estaba masajeando la verga por encima del pantalón, no importándole que ella estuviera ahí.

-jejejeje y lo mejor es que la chamaca es tan estúpida, que ni siquiera se dio cuenta cuando puse la cámara en el mueble, ni cuando la recogí al otro día jajajaja-esto fue el acabose, Ingrid no pudo mas con ese comentario,  abriéndose de piernas se sentó de frente y arriba del viejo, que se quedo inmóvil por el atrevimiento de la señora.

-pero ella es una niña en estas cosas, yo soy toda una mujer, crees poder conmigo viejo asqueroso –le decía con una sonrisa seductora, el vestido se le había subido hasta casi enseñar el calzón, empezó a mover las caderas encima del viejo, que no lo podía creer, ella le levanto la camisa para zafársela, el viejo olía horrible, ya que tenía poco de haber terminado la parranda, pero Ingrid estaba más que acostumbrada a esos olores, de hecho su excitación también era por esa causa, su marido era muy limpio y extrañaba revolcarse con ebrios mugrosos.  

-jejejeje claro que si señora, para eso estamos para coger familias enteras, cójame señora Ingrid del Valle, se ve que su marido no la atiende como merece-decía debajo de ella, sintiendo como Ingrid movía el culo sin parar sensualmente.

-no, me tiene muy olvidada, nada mas piensa en esas gemelas del demonio, y a mí me falta acción, sácate la verga y clávamela papi-la señora se levanto un poco y se zafo los calzones, Camilo se desabrocho el pantalón dejándoselos en las rodillas, la señora de golpe se sentó, metiéndose toda la verga del viejo de un solo golpe.

-¡mmmmmmmmm! ¡la tienes más grande que mi esposo! que feliz habrás echo a Naty desflorándola, con esta verga-decía moviendo sus caderas lentamente, sintiendo al hombre dentro de ella.

-¡haaaaa haaaaa! ¡Qué rico coge señora del Valle! ¡Siéntese más mónteme! ¡Así! ¡Así! ¡Qué rico las mueve! ¡Sáquese el vestido quiero mamar sus tetas!-tomando el vestido, lo retiro de su cuerpo y lo aventó al suelo, desabrocho su sujetador, dejando libres los tremendos senos morenos con pezones cafés, que sin pensarlo Camilo devoro con su boca, los mamaba, mordía, chupaba, mientras Ingrid se sentaba en el con movimientos eróticos, de una experta cabalga pollas.

-quiero probar tu verga, antes de que se la des a mi hijastra, viejo cochino-dijo Ingrid excitadísima.

-lo siento, pero eso no se va a poder-Ingrid dejo de moverse en ese instante, extrañada de lo que el viejo acababa de decir.

-no es por lo de la chupada, es porque su hijita ya se la comió, nada más que eso no lo grabe,  que mamadas hacia con su pequeña boca, jejejeje-dijo Camilo, la señora se bajo pegada a todo el cuerpo, del viejo, llegando a encontrarse cara a cara con la verga que palpitaba erguida, tomo sus tetas y las puso a cada lado de la verga abrazándola, con sus senos  comenzó a bajar y subir, estirando la lengua para que por momentos, llegar tocar la punta, el viejo estaba en la gloria, y parecía que a ella le excitaba saber, como era de puta Natalia.

Ingrid soltó sus tetas y como una becerra, se comió toda la verga del viejo, se veía que estaba acostumbrada a hacer ese tipo de trabajos, embarraba todo ese pedazo de carne con su saliva, Camilo bajaba la mirada sentado en el sillón con las piernas abiertas, resoplando por la tremenda mamada, que Ingrid le daba a su miembro, con su mano le tomaba lo huevos sobándoselos, metía y sacaba de su boca la verga, si parar le daba besitos en todo el tronco, para después metérsela toda entera otra vez y sacándola le dijo.

-quien te la chupa mejor papi, yo o esa chamaca inexperta –pregunto Ingrid, para después seguir mamando.

-tu Ingrid, sin duda la chamaca no lo sabía hacer, sería bueno que le dieras unas clasecitas mamatorias, jejeje.

Para Ingrid eso fue como un alago, tan mal le caían las chamacas que se comparaba con ellas, se levanto liberando de sus labios el aparato de carne, y ella solita se puso en cuatro –cógeme, métemela toda mi rey-dijo eso sujetando sus tremendas nalgas para abrirlas, Camilo se agacho y comenzó a lamer su raja, que tenía unos pocos líquidos, lamia la raja y el culo de la señora como un perro.

-¡ahhha aaaaahhhh aaaaahhh! –gemía la señora Ingrid, que ahora comprendía porque Natalia se revolcaba en el cama, en el video que vio hace unos momentos, el viejo Camilo hacia unos trabajos lamedores de raja increíbles, incluso con ella que era una experta.

-¡así papi así! enséñale a tu patrón como se debe coger a su esposa, ¡así así! como lo hiciste con su hija ¡que ricoooooo!!mmmmmm!

-¡te la meteré toda de golpe! ¡Me vale que te lastime! ¡Estás bien buenita tu verija lo soportara!-y de un golpe se la enterró, haciendo que la señora sintiera un orgasmo, que se aproximaba con rapidez.

Camilo la sujetaba de sus caderas, se la dejaba ir en tremendos y frenéticos movimientos genitales, ella se retorcía de placer en la posición en la que estaba, arriba del cochino sillón de dos plazas, la levanto de los cabellos jalándoselos, para así quedar los dos de rodillas en el sillón, Ingrid tenía tiempo que no se la cogían con esa rudeza, ya que su marido era muy cuidadoso, o tal vez era porque la quería mucho y no le quería hacer daño alguno a su bella mujer, pero lo que Ingrid quería era eso que la trataran como fue en su vida pasada, una verdadera puta, le metía la verga sin parar, sus cuerpos juntos sudaban, la espalda de Ingrid  se arqueaba debido a la gran panza de Camilo, que seguía como toro atrás de ella, eso le gusto a la señora poner a un hombre como loco, y era más su satisfacción ya que ella pensaba que, Camilo la estaba pasando mejor de lo que la paso con Natalia, faltaba poco para que Camilo se corriera, ella también estaba al borde del orgasmo, cuando de pronto como si estuvieran sincronizados explotaron los dos en un intenso calor, parecían una llama que crecía mas y mas grande.

-aaaaahhhhh aaaaaaahhhh paapiiii! Mmeee…mmme…..esssstooyyy cooorrr….iiiennndooo lleeenameeee yaaaa…..dameeee tuuu…..lecheeeeeee-grito Ingrid, corriéndose en la verga del macho Camilo.

-aaarrrrgghhhhh….aaaqquuuui….ti…ti...tienes…suegrita…caliente-grito Camilo, como desesperado.

Eran casi la una de la tarde, cuando la señora del Valle se vestía en el departamento, de su chofer después de la culeada, Camilo la veía vestirse tirado en el sillón descansando.

-ah que delicia su cuerpo señora, ahora solo me falta Mireyita, para cogerme a toda la familia jajajaja-

-pues déjame decirte que eso no podrá ser, para Mireya tengo otro galán jijiji, tu deber de ahora en adelante es preñar a sea perra Natalia, ¿has entendido puerco asqueroso?-ese era el plan de Ingrid

-pero dijiste que eran para mi, ahora cambias de opinión eso no es justo-dijo el viejo, levantándose enojado

-tú vas a hacer lo que yo te diga o si no, voy con la policía y que te metan a la cárcel por violador, haber que te coges ahí adentro, ¿entendido cerdo?-grito esa señora, era muy inteligente para las artimañas ni Camilo podía con ella.

-está bien, se hará como usted diga-solo le quedo decir eso al viejo,

En la escuela Mireya caminaba con la cabeza abajo, todavía sentía las manos ásperas, no se explicaba por qué el profesor se comporto de esa manera, si ella siempre lo ayudaba se sentía algo decepcionada de él, pues ella creía que era una buena persona.

-hola Mireya, que te pasa-llego por detrás Natalia, que la sacaba de sus pensamientos.

-nada hermana es solo que…..olvídalo no pasa nada-Mireya, no quiso contárselo por pena.

Estaban paradas esperando a su madrastra, cuando llego Rebeca, solo que ahora venía con una sonrisa en la cara, algo extraño en ella cuando estaba junto a las gemelas, Mireya que era la que se llevaba mejor con ella, lo noto diciéndole.

-Aaaa y ese milagro que sonríes, te ha de ver pasado algo muy bueno.

-¡si si si! me paso lo mejor de mi vida, estoy muy feliz, pero Naty dime qué hiciste con tu novio hoy-pregunto, para ver que decía la chica.

-eeee….eeste…yooo…yooo .. No lo vi, a la escuela se viene a estudiar,  no ha ver al novio, eso es en la tarde, si en la tarde lo vere-respondio tartamudeando, como le costaba mentir a esa jovencita.

 -hay Natalia, eso no es cierto asta yo lo sé jijiji-dijo Mireya, interrumpiendo.

-si platícanos, que hicieron, se dieron besos, se abrazaron jajajja- reía  también Rebeca.

-yo….yo, este, pues, miren el carro de Camilo-dijo al notar que llegaban por ellas, para llevarlas a su casa.

Subieron todas, Rebeca adelante con su madre y las gemelas atrás, Ingrid llevaba una sonrisa de satisfacción, todo le estaba saliendo bien desde que se caso con Ricardo, les pregunto cómo les había ido en la escuela, y todas esas cosas que dicen las madres a sus hijos cuando los quieren, Natalia y Mireya le contestaban pensando en lo buena que era Ingrid, que aunque no era su madre se preocupaba por ellas, pero la señora solo lo hacía para ganarse su confianza, y así saber más de sus vidas, poco le importaba su bienestar lo hacía por destronarlas de la herencia, lo quería todo para ella, así todo el camino charlaron las cuatro, hasta que Ingrid pregunto algo para saber más de Natalia y Camilo.

 -hay mis niñas, que les parece si de ahora en adelante, yo vengo por ustedes a la escuela-lo dijo con una voz maternal.

-pe...pero que pasara entonces con Camilo, el..  El nos lleva y nos recoge –Natalia pregunto sonrojada, apresuradamente.

-ya no tendría caso tenerlo en la casa, lo liquidaríamos bien, ya no trabajaría para nosotros-fue la respuesta tajante que hizo Ingrid.

-¡no no! por favor, no lo corra señora Ingrid-dijo la chica, algo desesperada su corazón latía fuerte, sentía que debía defenderlo de ser despedido.

-es que no le veo un motivo, para seguir teniéndolo de chofer, si yo puedo hacerlo, además que ya está muy viejo y un di puede chocar, y ustedes la pasarían mal ¿no creen?-Natalia escuchaba con atención, no sabía por qué sintió un hueco en su pecho, al escuchar todo eso.

-pero es que, el nos lleva a mas lugares, que tal si un día usted no puede, que haremos ¿no es verdad Mireya?-decía Natalia, cada vez más desesperada, preguntándole a su hermana, que de seguro la apoyaría.

-yo creo que Ingrid tiene razón, Camilo ya está por los 60 años y recuerda que usa lentes, yo creo que sería mejor liquidarlo, para que viva más tranquilo con su esposa-la respuesta de Mireya sorprendió a la chica, que estaba totalmente segura que la apoyaría.

-es que, no hay que olvidar que también es el jardinero,  el hace todos los mandados de la casa, como ir al súper por despensa y otras cosas-Natalia seguía tratando de ayudarlo, sin saber porque, solo sentía esa necesidad.

-jijiji yo creo que Natalia, está enamorada del viejo Camilo-dijo Rebeca con una cara de picardía, a lo que todas rieron por el comentario.

-jajajaja ¿si, Naty estas enamorada del chofer?-repitió Ingrid riendo sonoramente.

-hay hermana, teniendo a Patricio un chavo tan guapo, te fijas en Camilo, no te creo-Mireya seguía el juego de las demás, de las dos gemelas era la que mas convivía con Ingrid y Rebeca,  ya le empezaban a caer bien, pero para Ingrid no era un juego, quería comprobar algo, y lo estaba logrando-¿será que esta estúpida, se está enamorando del viejo cochino?-se preguntaba en sus pensamientos, recordando cómo se enamoro ella, del chico aquel con el que tuvo su primer encuentro sexual, sonrió por este descubrimiento.

-¡que que ¡ no yo no….. Es solo que, ¡como se les ocurre! yo solo creo que es injusto-decía Natalia, con su cara toda colorada y avergonzada, pero seguía sintiendo esa necesidad de tratar de ayudar al viejo Camilo, para que no fuera despedido.

-bueno solo era una propuesta, y ustedes dos ya dejen de molestar a su hermanita, ella sabrá de quien se enamora-riendo todas otra vez,  Ingrid estaciono el carro afuera de la casa, bajaron y entraron Natalia iba molesta, pero no sabía porque si por las burlas de las demás, o si porque su hermana no la apoyo, o por lo que tenía planeado hacer Ingrid con Camilo.

-la tarde transcurrió como siempre, en su cuarto, Mireya recordaba como el profesor le había toqueteado las piernas y las tetas, pero ella no estaba segura de que lo hubiera hecho a propósito, no sabía qué hacer, si seguir ayudándole como buena persona, o ya ni siquiera acercársele,  aunque el camino en el auto la hizo olvidar eso tan desagradable, ahora que estaba en su cuarto haciendo la tarea, no dejaba de pensar en eso, no se podía concentrar, ya ni siquiera ponía atención, tenía que decírselo a alguien pero a quien. A Natalia no, ella pensaba que era más inocente que ella misma, sin saber que a su hermana ya se la habían culeado, y ya había mamado su primera verga, a su padre tampoco, de seguro armaría un escándalo, a Camilo que aunque le tenía algo de confianza, no le contaría eso y aparte no estaba, a Rebeca tampoco, ella pensaba que aunque venia de un lugar pobre, era decente y tampoco le podría dar un buen consejo,  en la última en quien pensó fue en Ingrid, la madrastra, la mujer que había llegado a ocupar el lugar de su mama, tal vez ella le podría dar un buen consejo como mujer adulta, quien si no ella, para darle un consejo.

Decidida pero con miedo a no ser escuchada, y ser rechazada por la señora, salió del cuarto para preguntarle que hacer, a esa persona que solo tenía como cuatro o cinco meses de conocerla, no sabía cómo abordarla, ni como decirle de que quería hablar con ella, nunca había pedido un consejo de ese tipo, y menos a alguien que aunque le caía bien acababa de conocer, bajo las escaleras, Ingrid estaba en la sala viendo sus novelas en su pantalla de 60 pulgadas, Mireya llego y se quedo parada con sus manos atrás, esperando a que la notara y empezar la plática, pero la señora estaba entretenidísima con la tele, Ingrid sintió que alguien estaba atrás de ella, volteo a ver y le dijo.

-que pasa Mireya, sucede algo- a la chica le gusto que la reconociera, le dio confianza porque aunque tenían los ojos de distinto color, asta a su propio padre en ocasiones, llegaba a confundirse con sus hijas.

-si Ingrid qui…quiero, hablar con usted-estaba nerviosa, por lo que le iba a decir.

-a ver, para que soy buena jaja-Ingrid apago la tv, le intrigaba, quería saber el chisme y ganar confianza con la chamaca, poco le importaban los problemas que tenían esas chicas, pero saber de sus vidas la ayudarían mas, para dejarlas sin herencia.

-Es que, tengo un problema y no sé qué hacer-Mireya se sentó en el otro sillón, un poco lejos de la señora.

-cuéntame todo, tienes toda mi atención ¿en qué puedo ayudarte?-pregunto Ingrid.

-lo que pasa, es que hoy en la escuela un profesor…….-Mireya le comenzó a contar con lujo de detalles, lo que le había pasado con el maestro Benito, le dijo como era y todo lo que le preguntaba Ingrid, era contestado por la chica, que se desahogo por un largo rato, la chamaca seguía y seguía como si Ingrid se tratara de su madre, esperando un buen consejo sobre qué hacer con ese asqueroso viejo, que la había tocado, cuando termino la plática, Ingrid se preparo para dar su consejo.

-mira Mireya, tu eres una chica muy bella, y es normal que los hombres quieran estar junto a ti, en especial los viejos, yo te recomiendo que…se quedo callada, esperando que la chica preguntara.

-que que me recomiendas, Ingrid que puedo hacer-preguntaba entusiasmada.

-Que te dejes tocar por tu maestro una vez, veras que después ya no lo hará, si no te va a seguir molestando, déjalo una vez y se calmara, porque así como me cuentas puede actuar con represarías, hacia ti y hasta te puede reprobar, si te dejas tal vez te suba tu calificación-la respuesta de la señora, dejo perpleja a Mireya, que no supo que decir.

-Pero eso es malo, yo yo no podría aguantar, eso yo yo nunca he, nunca me han tocado, no se… perdón por molestarte-la chica se levanto del sillón, no le gusto la respuesta que Ingrid le dio, pero antes de que se fuera, la señora se paro y la abrazo fuerte, como si se tratara de su propia madre, con un amor fingido le dijo al oído.

-por eso nunca te han tocado, porque no te dejas, ese maestro se ve que sabe mucho de eso, solo prueba una vez,  veras los beneficios que te da tener un hombre detrás de ti, enamorado, perdido por ti, solo que te toque nada mas, no lo dejes llegar a mas, eres muy linda, he inteligente, estoy orgullosa de ser tu madrastra, ojala y un día llegues a decirme madre-Ingrid la soltó del abrazo, aunque a Mireya no le gusto el consejo, no la soltó se quedo ahí parada abrazándola, sintiendo el cariño que tanto espero, cariño que solo una madre puede dar.

Mi niña está creciendo, lamento mucho que tu madre se haya perdido de esto, ya lo sabes, puedes confiar en mí-le dijo acariciando su cabello, la chica soltó a Ingrid del abrazo para ir a su cuarto.

-gracias mam…Ingrid, tratare de seguir tus consejos, eres muy buena, que suerte tubo mi padre por cruzarse en tu camino, ¿pero dime donde se conocieron? Nunca nos han dicho-pregunto la chica, con curiosidad.

-ya basta de preguntas por hoy, ve a tu cuarto, termina tus tareas, tu padre no tarda en llegar,  así cenaremos todos juntos, te parece-Ingrid tenía una sonrisa, que por fuera era casi como la de una madre, pero por dentro era de burla, de maldad, le había dado un consejo y era malo, lo más grave de esto era que la chica, lo tenía en consideración, todo marchaba bien para la nueva señora del Valle.

-a y otra cosa, no le digas a tu padre de esto, es problema de mujeres, el no comprendería,  aparte ya vez como llega tan cansado del trabajo, no hay que preocuparlo.

-si comprendo así lo hare, muchas gracias de nuevo, por escucharme-al perderse en las escaleras, Ingrid comenzó a reír como loca, esas niñas de verdad eran estúpidas se decía, mientras no paraba de reír.

-la noche fue normal para la familia, ya en la mañana las chicas estaban listas para ir a la escuela, como habían quedado, Ingrid las llevo una vez más, Natalia se extraño de que Camilo no las llevara-¿lo habrán despedido ya?-se pregunto, sin hacer tanto escándalo. Dejándolas en la entrada las tres bajaron, la señora llamo a Mireya y esta se regreso.

-sí, para que soy buena jijiji-Mireya contesto, como cuando la noche anterior, Ingrid lo había hecho.

-jajaja aprendes rápido, recuerda lo que te dije, se buena con el-le dio un beso en la frente y se fue en el carro, dejando con más dudas a la joven Mireya, que entro a su salón.

El día escolar siguió su curso, eran las doce cuando el maestro de matemáticas, le daba la última clase al salón de Mireya, que no podía ver al maestro, cada que él se acercaba con cualquier pretexto, la chica agachaba la mirada o se volteaba, en su cabeza estaban las palabras que su madrastra le había dicho.

Por fin el final de la clase, el maestro les dejo muchísimos problemas de matemáticas dificilísimos como tarea, que le llevarían toda la tarde pensó ella, al igual que siempre, todos los alumnos salieron entre empujones, Mireya se quedo al final, pensando en la tarea, cuando de pronto el maestro le pidió ayuda como todos los días.

-señorita Mireya, me puede ayudar por favor-ese tipo quería estar a solas para propasarse con ella, de nuevo.

-ahora no puedo profesor, me lastime el brazo y no puedo hacer fuerza, me duele mucho-dijo Mireya, sobándose el codo simulando dolor.

-no es para eso señorita, es para corregir un trabajo del joven Gerardo, pero es un poco extenso, lléveselo a su casa y revíselo esta sobre mi escritorio, si lo hace, se puede olvidar de la tarea de hoy

-a la chica le gusto el trato, se acerco para tomar el trabajo entre todos los papeles, buscaba y buscaba el profesor se levanto y se pego a un lado de ella ayudándola, a la chica no le pareció malo que el hombre estuviera junto a ella, de pronto sintió que jugaban con la tela de su short de mezclilla, que llevo a la escuela, ya que ese día hacia calor, la chica dio un pequeño salto de espanto, al ver que el viejo maestro, jugaba con el lado derecho de la manga de su pequeño short, como queriéndoselo acomodar, aunque no lo necesitaba, la chica recordando lo que le dijo Ingrid, no hizo nada se quedo ahí parada tratando de encontrar lo más rápido posible es trabajo, cuando sintió que la mano arrugada del anciano profesor, toco su pierna en un movimiento suave, para empezar a subirla poco a poco, acariciándola asta posarse sobre la nalguita derecha de la jovencita, que empezó a sudar, quería escapar, pero recordaba lo que Ingrid le dijo, que solo seria esa vez, para que la dejara de molestar, el viejo comenzó a sobar su nalga, un poco mas fuerte, estaba en la gloria y no podía creer que la chamaca se dejaba, la lujuria hizo que el viejo metiera un dedo, por la separación de las nalguitas, tocando por momentos su vagina, la chica no decía nada seguía el consejo de Ingrid, aunque a ella le diera asco, sentía el dedo bajar y subir por todo su canal, hasta llegar a la vagina y regresar provocándole un calor en su cuerpo, nunca la habían tocado así,  por su inexperiencia ese toqueteo la había excitado rápidamente, incluso más rápido que a su hermana cuando fue desflorada, por el viejo Camilo unos días antes.

-haber busca por ahí-dijo el profesor, señalando los más lejanos, provocando con esto que la chica se inclinara un poco más, aprovechando para posarse detrás de ella, tomándola de las caderas, la acerco a su entrepierna, que ya tenía un bulto en el pantalón, al contacto, la chica dio otro brinquito, serró los ojos soportando los toqueteos impropios.

-no no….es…están prof…fesor no loss…encuentro-dijo la chica nerviosa, asqueada, inquieta y sudorosa.

-creo que son los que están por haya-dijo el anciano, que le restregaba la verga como penetrándola, solo lo impedían el short de ella y el pantalón del viejo, Mireya noto que el viejo le empezaba a meter la mano por entre la blusita de tirantes café que llevaba, acariciándole el vientre, jugando con su pequeño ombligo, la chica quería que parara, pero no sabía porque no podía decirlo, como si algo dentro de ella se lo impidiera.

-son son….es es…tos prooofesooorr-dijo suspirando,  cerrando los ojos cuando sintió la mano del anciano, tocar su seno por encima de su sujetador, la chica sudaba, dejo de buscar el trabajo, quedándose en esa posición, el viejo seguía y seguía, pero ahora ya tenía la otra mano en su rajita virgen jugando con ella por encima del short,  la chica sentía su cuerpo caliente, no decía nada, solo se quedo en la misma posición.

-deja de buscar, no están ahí jejeje, de hecho ni siquiera existe jejeje-dijo el viejo, al momento que la levantaba, para que el cuerpo de ella quedara junto al de él, de espaldas, abrazándola, con una mano en su raja y la otra en su teta.

-¡uuuuffffhhhh!- la chica resoplo, al sentir que la levantaba, dejando caer sus manos en los extremos de su cuerpo, y su cabeza con algunas gotitas de sudor, en el hombro del profesor Benito……………